Cultivos Indígenas, Comunidades Rurales en Latinoamérica, Diversidad Agrícola y Agroturismo

Varias veces eludí embarcarme en proyectos de cooperación con Latinoamérica, por cuanto las iniciativas que recibí me parecieron muy pobres. Una cosa es ponerse el sombrerito de explorador y gastarse los fondos comunitarios (UE) y otra bien distinta armar un equipo cualificado con vistas a ayudar a los pueblos que lo necesitan. En ningún caso, los borradores que recibí iban en la segunda dirección. Muy por el contrario, la noticia de hoy, recibida del Boletín de Noticias ARS, versa sobre un proyecto magnífico, que tiene en cuenta  tanto la ciencia, como la servidumbre que debe acarrear hacia los colectivos a los que va destinada. No debe extrañar pues que recibiera el premio a la “Mejor Iniciativa Mundial para Conservar la Agrobiodiversidad”, otorgado por el Fondo para el Desarrollo de las Naciones Unidas. Salvar la diversidad genética y prácticas de conservación de cultivos ancestrales, crear un banco de germoplasma, otorgar soberanía alimentaria a las poblaciones rurales afectadas, fomentar el trabajo colectivo de la comunidad, incrementar su sustentabilidad cultural y ambiental, propiciar un agroturismo e industria artesanal que produzca riqueza, etc. etc. Todo ello lo han hecho posibles el gobierno ecuatoriano y sus campesinos con la ayuda de la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). Voy a pensar seriamente pasarme unas vacaciones allí, cuando tenga tiempo.

 

 

 

Volcán de Cotacachí. Fuente: Otalvo Spanish Institute

 

La verdad es poco lo que modestamente podría añadir a los éxitos alcanzados, tras varias décadas de un trabajo arduo y espléndidamente organizado. No todo es agricultura industrial. Tampoco las buenas intenciones y la palabrería sirven de mucho. Lo mismo podría decirse de liberar dinero a proyectos que no cuentan con la implicación y deseos de los afectados. Sin embargo, los párrafos y enlaces que plasmamos abajo debieran servir de ejemplo para cualquier proyecto que realmente quiere ayudar para que los pueblos indígenas de Latinoamérica alcancen un estado de bienestar y autosuficiencia cultural y económica. Todas las culturas ancestrales debieran ser patrimonio de la humanidad. Muchas desaparecerán sin haber recibido la atención que merecen, aun siendo claves con vistas a alcanzar un mundo más equitativo y un ambiente más saludable. Prácticas agrícolas tradicionales y diversos cultivos han sido salvados de la extinción, pudiendo ser utilizados en ambientes similares. Y poco más se me “escurre”, ya que hasta la etnomedicina, jardines botánicos, bancos de germoplasma, preservación de alimentos, costumbres culinarias y el agroturismo están contemplados. Prefiero que analicéis vosotros mismos las dos noticias procedentes del ARS, así como los contenidos que atesoran los otros enlaces que he añadido.  Personalmente el programa, visto desde aquí, parece casi perfecto y digno de ser emulado a lo largo y ancha de Latinoamérica. No se trata de que atesore una gran originalidad. A menudo, no hace falta ser ningún genio con vistas a hacer las cosas correctamente. Basta voluntad, organización y un poquito de financiación. Mi más sincera enhorabuena para todos aquellos implicados, y en especial los ecuatorianos.    

 

 

 

Paisaje de Cotacachí en Ecuador: Fuente: Otalvo Spanish Institute

 

Juan José Ibáñez

 

 

 

Recuperando los cultivos tradicionales en Ecuador.

Fuente: Argenpapa.com

 

 

ARS ayuda a preservar los cultivos indígenas en Ecuador

Por Dennis O’Brien: 3 de agosto 2009

 

Una científica con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) está trabajando con un grupo internacional de investigadores en un proyecto para mejorar los sustentos de la gente en comunidades rurales de Ecuador promoviendo la conservación y el uso de cultivos indígenas.

 

La gente en y cerca del pueblo de Cotacachi, en los altiplanos andinos, ha cultivado la tierra por miles de años, y el resultado es una diversidad impresionante de cultivos, incluyendo algunos pocos conocidos fuera de los Andes. Pero mucha gente ahora trabaja fuera de sus granjas, provocando preocupaciones sobre la pérdida de algunos de los cultivos indígenas, juntos con las tradiciones culturales asociadas, según Karen A. Williams. Ella es botánica en la Oficina de Intercambio de Plantas en el Laboratorio Nacional de Recursos de Germoplasma mantenido por el ARS en Beltsville, Maryland. Williams, quien ha trabajado en Ecuador periódicamente desde el año 1995, ayudó a establecer el proyecto Cotacachi, y ahora sirve como una consejera para el proyecto. Como parte de ese proyecto, científicos en el Departamento Nacional de Recursos Fitogenéticos de Ecuador han preservado muestras de mucho de la diversidad de cultivos en su banco de genes. Granjeros también han intercambiado semillas en ferias y han trabajado con científicos para evaluar las variedades de cultivos. Una planta de proceso de alimentos fue construida para envasar productos a base de variedades de cultivos suministrados por una cooperativa de los granjeros.

 

El proyecto también ha promocionado el turismo. Los turistas se alojan con las familias locales, participan en prácticas tradicionales de la granja, y prueban comidas locales. En un jardín etnobotánico mantenido por la comunidad, visitantes y estudiantes aprenden sobre la variedad extensa de cultivos tradicionales y la importancia de conservarlos.

 

El proyecto ha sido patrocinado principalmente por el Servicio de Agricultura Extranjera del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés). Socios incluyen la Unión de Organizaciones Campesinas Indígenas; Biodiversidad Internacional, una organización que tiene el mandato de promover la conservación y el uso de diversidad genética mundialmente; y el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias del Ecuador, el cual es el equivalente del ARS en Ecuador.

 

El proyecto Cotacachi tuvo un papel clave en la presentación al UNORCAC en el año 2008 del Premio Equator del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo por sus intentos de conservar y utilizar la biodiversidad agrícola.

 

ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del USDA.

 

Conservando la diversidad de cultivos y un modo de vida en Ecuador

 

Una investigadora del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) está trabajando con un grupo internacional de científicos para determinar si la conservación de cultivos tradicionales, en un área considerada como una de las fuentes de agricultura del mundo, puede contribuir a los sustentos de la gente local. Por miles de años, en los altiplanos andinos de Ecuador, la gente en las comunidades donde se habla quechua alrededor del pueblo de Cotacachi ha producido cultivos en una gama amplia de elevaciones, climas y suelos. El resultado es un microcentro de diversidad agrícola-una región donde los campos y jardines ofrecen 30 variedades de maíz, 40 variedades de judías, y una diversidad impresionante de pimientos, calabazas, papas, aguaymantos, maracuyás y otros cultivos pocos conocidos fuera de los Andes.

 

Como en muchas áreas rurales, la vida en Cotacachi está cambiando. Muchas familias ahora cuentan con ingresos ganados en otras partes, y los hombres en particular a menudo trabajan fuera de las granjas familiares.

Los cambios han causado preocupaciones entre la gente local de que el modo tradicional de vida en Cotacachi, y muchos de los cultivos indígenas, pueden ser perdidos. En juego son variedades de cultivos que proveen la base de la seguridad alimentaria y cultura local así como una fuente rica de genes para los programas de crianza de plantas, dice botanista Karen Williams, quien trabaja en la Oficina de Intercambio de Plantas del Laboratorio Nacional de Recursos de Germoplasma mantenido por el ARS en Beltsville, Maryland.

 

Williams ha trabajado en Ecuador periódicamente desde el año 1995, cuando ella viajó al país para ayudar a establecer la colección nacional de cacahuetes de Ecuador, encontrar nuevas fuentes de germoplasma de cacahuete para la colección del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y mejorar las colaboraciones en recursos genéticos entre EE.UU. y Ecuador.

 

Williams ayudó a establecer un programa para promover la conservación y aumentar la utilización de los cultivos locales en el área, y ahora sirve como una consejera al programa. Para hacer esto, Williams colaboró con una organización de comunidades indígenas, llamada la Unión de Organizaciones Campesinas Indígenas de Cotacachi (UNORCAC); Bioversity Internacional, la cual es una organización con un mandato de promover la conservación y el uso de la diversidad genética mundialmente; y el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias del Ecuador (INIAP), el equivalente del ARS en Ecuador. El proyecto Cotacachi tuvo un papel clave en la presentación al UNORCAC del Premio Equator del 2008 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en reconocimiento de los intentos de UNORCAC de conservar la biodiversidad agrícola.

 

El proyecto, financiado primariamente por el Servicio de Agricultura Extranjera del USDA, utiliza varios enfoques innovadores con el propósito de agregar valor a los cultivos indígenas promoviendo usos alternativos, aumentando la conciencia local sobre el valor de estos cultivos indígenas, y aumentando la disponibilidad de variedades locales para los granjeros.

 

En el año 2002, más de 300 familias agrícolas participaron en una encuesta sobre las variedades de cultivos producidos y sus características específicas. Científicos en el Departamento Nacional de Recursos Fitogenéticos de Ecuador (INIAP-DENAREF) han preservado muestras de muchos de estos tesoros genéticos en el Centro Nacional de Germoplasma en la Estación Experimental Santa Catalina, parte de INIAP, cerca de Quito. Granjeros trabajaron con los científicos para evaluar las variedades locales en un jardín comunitario en Cotacachi, y un catálogo se produjo para documentar la inmensidad de la diversidad. Había ferias donde los granjeros pueden exhibir e intercambiar variedades de cultivos y recuperar algunas variedades previamente perdidas.

 

El proyecto incluyo la construcción de una planta de proceso de alimentos para desarrollar y envasar las salsas, mermeladas, y otros productos a base de cultivos locales. Los productos, los cuales se venden en hoteles, tiendas locales y charcuterías selectas, incluyen mermelada de zarzamora andina, pasta picante de pimientos, aguaymantos secos, y semillas negras tostadas de calabaza. Cooperativas agrícolas, organizadas como parte del proyecto, proveen las verduras para la planta de proceso.

 

Un jardín etnobotánico, manejado por la comunidad y establecido como parte del proyecto, suministra plantas medicinales a las parteras locales, sirve como un recurso educacional para estudiantes, y genera ingresos en forma de donaciones pequeñas provistas por los visitantes que vienen para ver la diversidad de las plantas andinas locales.

 

Los estudiantes en las escuelas bilingües locales (quechua-español) aprenden sobre su patrimonio agrícola y la importancia de usar y conservar cultivos tradicionales, siguiendo una guía desarrollada en cooperación con maestros.

 

Promoviendo el agroturismo

Una parte mayor del intento es enfocada en desarrollar opciones para los turistas basadas en las tradiciones culinarias locales y los cultivos que las inspiraron. Cotacachi es cerca de las destinaciones turísticas populares de la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas, que tiene una laguna volcánica impresionante, y el pueblo de Otalvo, sitio de un mercado famoso de objetos de artesanía.

 

El proyecto ha provisto fondos para la construcción de tres cabañas rústicas rurales que, juntas con una docena más de cabañas construidas anteriormente, son la propiedad de familias locales que ofrecen habitaciones a los visitantes. Las cabañas están adyacentes a los hogares de las familias, quienes preparan comidas a base de vegetales, frutas, tubérculos, y granos de sus jardines, los cuales han sido expandidos con variedades adicionales de cultivos. Los visitantes aprenden sobre los cultivos y las prácticas agrícolas tradicionales, y los ingresos les proveen a las familias un incentivo para la continuación de conservación de los cultivos.

 

Los turistas también pueden participar en los festivales relacionados con la agricultura, tales como Inti Raymi, el Festival del Sol, el cual se celebra cada año en la temporada de cosecha.

 

En el jardín etnobotánico, los turistas aprenden sobre la diversidad de cultivos y las plantas medicinales cultivadas en las comunidades circundantes. Desde el jardín, se puede ver los volcanes espectaculares de Cotacachi e Imbabura, y el diseño del jardín es compatible con la perspectiva cultural de la gente local.

 

El papel de los mujeres

Durante los seis años del proyecto, los organizadores han trabajado con 3.000 familias agrícolas ecuatorianas de docenas de comunidades. Pero mucho del trabajo ha enfocado en las mujeres de Cotacachi. Ellas tienen un papel fundamental en la agricultura andina. La revitalización de los jardines domésticos han provisto a las mujeres más diversidad de cultivos, ayudándolas a alimentar sus familias y proveyendo excedentes que pueden ser vendidos en el mercado del pueblo.

 

Talleres sobre la nutrición y la cocina tradicional reforzaron el uso de cultivos nativos con las amas de casa más jóvenes. Un libro de recetas tradicionales fue compilado para revitalizar el patrimonio de los alimentos en la región.

 

Las mujeres han establecido cooperativos que usan los cultivos para producir una variedad de cosas vendidas a los turistas. Ellas usan frijoles abigarrados de media luna llamados «tortas» para hacer collares y pulseras hechas a mano, y la fibra de la planta cabuyo–una “prima” de la agave–para hacer sandalias tradicionales y tejidos ornamentales con motivos de cultivos.

 

«Las contribuciones imprescindibles de las mujeres a la seguridad alimentaria y la generación de ingresos en las comunidades de Cotacachi han sido reconocidas y aumentadas como un resultado de este proyecto», dice Williams.

 

Por Dennis O’Brien, ARS.

La versión en inglés de «Conservando la diversidad de cultivos y un modo de vida en Ecuador» («Conserving Crop Diversity and a Way of Life in Ecuador«) fue publicada en la revista ‘Agricultural Research’ de agosto 2009

 

Pero ver también las siguientes Noticias: Ecuador Recupera los Cultivos Tradicionales y Comuneros Salvan Cultivos Ancestrales y Los Bancos de Germoplasma en las Américas. En el segundo de los tres enlaces mentados se comenta que:

 

El trabajo de la Unocarc, que lleva más de tres décadas de vigencia, recibió recientemente el premio a la Mejor Iniciativa Mundial para Conservar la Agrobiodiversidad, otorgado por el Fondo para el Desarrollo de las Naciones Unidas. La organización reconoció la eficacia de estos proyectos tanto en su lucha contra la pobreza, como en su eficiencia para mantener cultivos y semillas que estaban en peligro de desaparecer.


«Lo que la Unocarc ha hecho en el tema de seguridad y soberanía alimentaria, así como en el desarrollo para las comunidades que forman parte de nuestra asociación se evidencia en pueblos con menos necesidades y en la producción de alimentos sanos», indicó Rumiñahui Anrango, presidente de asociación.

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