Los análisis como cualquier herramienta pueden ser muy útiles, pero oscila de la inutilidad a lo dañino, en manos de ignorantes o  mercachifles. En ambos casos la nacionalidad o los grados académicos del asesor técnico o el laboratorio, pueden no ser una certificación de su utilidad. Por eso en países como México, se ha propuesto un control colegiado de calidad y externo al laboratorio en cuestión.

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Un Laboratorio de  Análisis de Suelos Fuente CINCAE Ecuador

Por otra parte, mucho se ha enfatizado en la importancia de una buena toma de muestras por personal capacitado. En post previos también hemos mencionado los pros y contras del secado, molido y manejo rutinario de las muestras de suelos. Ahora compartiremos algunos claroscuros de los análisis de suelos.

El tipo de análisis más solicitado es el de fertilidad, pero aún en países con agricultura tan avanzada como es Inglaterra, Ede. et al 1966 decía:

 «Debido a ciertos problemas químicos asociados con estos nutrientes, son menos eficaces las técnicas destinadas a determinar el fósforo y magnesio asimilable, mientras que todavía no hay un método realmente seguro para determinar el nitrógeno asimilable».

 Este es uno de los pecados del calificativo «Bodeguil» de los suelos, que hemos promovido muchos edafólogos y por inercia crematística los vendedores de agroquímicos, socios de funcionarios gubernamentales, en cuyo cenit esta la eficientista productividad, hija de la ya muy desprestigiada Revolución Verde.

 El contenido de humus es quizá junto con el pH y textura, de los factores más importantes en el manejo de suelos por su influencia directa o indirecta, en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.

El método de Walkley-Black por su simplicidad es el procedimiento más ampliamente usado ya que se obtienen de él una buena estimación de la materia orgánica oxidable en un gran número de muestras, León y Aguilar (1987).

Sin embargo, los coeficientes de variación se elevan con valores menores a 5 y mayores al 12% de materia orgánica, cabe observar que los contenidos de humus de 3.1% en promedio de los suelos estudiados (León-Arteta et al., 2005), por lo que su determinación requiere de mayor cuidado que el rutinario.

Estas y otras metodologías fueron calibradas para un rango de porcentajes del factor en cuestión, en este caso de materia orgánica. Por lo cual es importante tomar en cuenta este factor de variación, en el momento de hacer la interpretación y más aún en las recomendaciones.

En un experimento realizado por ocho laboratorios en el Estado de Veracruz (México), se encontró que se cometen muchos errores, indicados inicialmente por un coeficiente de variación entre laboratorios del 40 por ciento. Este se redujo conforme se controlaron las causas, a un 6.14 % SVCS (Sociedad Veracruzana para el Conocimiento de los Suelos, 1980).

Los factores fundamentales eran la suma de los errores de manejo de la muestra y de la determinación. Ello no es privativo de los laboratorios de México, en una calibración para fósforo en USA se encontraron errores semejantes (Grava 1975).

El método se fundamenta en la titulación del exceso del reactivo oxidante con sulfato ferroso. La cual está constituida por dicromato de potasio mezclado con agua, en el momento de la aplicación y posteriormente el ácido sulfúrico. El agua al reaccionar con el ácido sulfúrico produce una elevación de la temperatura, que facilita el ataque de la mezcla oxidante.

Entre las recomendaciones que mejoran la exactitud y que generalmente no están especificadas en las metodologías rutinarias para la SVCS sobresalen:

  1. La cristalería para el ataque de la mezcla crómica debe colocarse sobre madera, evitándose vidrio, cemento o metal.
  2. El ácido sulfúrico debe provenir de una botella recientemente abierta o destapada por poco tiempo.
  3. Los tiempos de ataque máximos de la mezcla deben ser de 30 minutos.
  4. La solución para titular con el sulfato ferroso debe normalizarse diariamente o bien correr un blanco sin suelo.

 En su revisión bibliográfica se han encentrado interferencias de algunos compuestos como los cloruros, para los cuales sugiere la siguiente corrección. Para relaciones de Cl: C de 5: 1.

También pueden eliminarse por lixiviación, o bien haciendo una digestión con sulfato de plata y óxido de mercurio, (Jackson, 1964). Otra interferencia puede ser originada por la presencia de óxidos de manganeso recientemente precipitados, la cual puede anularse mediante un tratamiento preliminar con FeSO4. El hierro ferroso ocasiona resultados altos, pero es suficiente con desecar las muestras al aire para contrarrestar este efecto (Jackson, 1964). También los nitratos interfieren si están en cantidades mayores de  l/20 del carbono presente.

Una vez que se tenga en cuenta estos considerandos, podremos hacer mejores interpretaciones de las determinaciones de materia orgánica del suelo.

Régulo León Arteta

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5 comentarios

  1. Régulo

    Quería comentarte que me parece muy bueno que se discutan críticamente la problemática de los errores analíticos que se pueden generar cuando no hay homogeneidad en las técnicas analíticas y procesos de manejo de muestras en los Laboratorios de análisis de suelos. En este sentido, merece la pena mencionar que los controles interlaboratorios («Proficiency Test») permiten conocer la variabilidad entre laboratorios en las variables analíticas medidas, pilar básico para comenzar a detectar las causas de variación (que soin varias) y reducir el coeficiente de variación entre los laboratorio. En la Argentina se avanzó mucho en ese sentido a través de programas gubernamentales y también la mayoría de los laboratorios mas serios participan en programas de Proficiency testing voluntarios organizadas por empresas privadas internacionales.

    Me parece (es una simple opinión) que no debemos dejar de mencionar como hacemos en diferentes posteos en este blog, la importancia de la toma de la muestra de suelo por su gran impacto en el error y exactitud del dato analítico (ya descripto en libros clásicos de Edafología). Este es la gran causa de variaciones en la exactitud del dato analítico, ya que una muestra mal tomada no hay forma de obtener un resultado satisfactorio. De allí la frase tan difundida en los textos de muestreo de suelos que dice que de la calidad de la toma de muestra dependerá la calidad del dato analítico reportado por el laboratorio. Sin embargo, como mencionas tu en este posteo, no debemos dejar de evaluar la fuente de variabilidad que se puede dar por variación entre Laboratorios, debidos a heterogeneidad en las técnicas de análisis, procesamiento y acondicionamiento de muestras. Sin dudas hacer recomendaciones en base a variables como MO, pH, nitratos, P exractable, etc. cuando hay tanta variabilidad entre laboratorios (en Argentina el problema es mucho menor en base a la información que manejo), sin dudas es complicado. Pero esto no desmerece el análisis de suelos como herramienta de diagnóstico (es decir no es un juicio valorativo), sino mas bien descriptivo de los recaudos que debemos tomar para utilizarla en forma correcta. Esto es así para cualquier herramienta, mal utilizada deja de cumplir su propósito.

    Un abrazo,

    Martín Torres Duggan

  2. Hola estoy buscando información sobre escurrimiento superficial de suelos forestales, agricolas y urbanos. Así como el aporte de nitritos, nitratos y fosforo en el agua que escurre de los mismos suelos. Tienen información al respecto? De antemano muchas gracias.

  3. Estimada Julieta, lamento no poder proporcionarte la información que solicitas. Aunque he leido algo al respecto en el Journal of Soil Science y en la Revista Agrociencia, de momento no tengo las citas bibliográficas. Pero estoy seguro de que hay mas información en fuentes similares. Suerte

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