El Movimiento del 15 M. Sublevación Juvenil con el Apoyo Ciudadano (Sobre Redes Sociales, Políticos y Prensa)

Escribir un post desde España, en medio de un movimiento social totalmente inesperado para la mayoría de los ciudadanos resulta un tanto difícil. Y todo ello en vísperas de unas elecciones en donde los aburridos discursos políticos han pasado a segundo plano, mientras que los candidatos andan totalmente desconcertados y algunos absolutamente “enortados” (han perdido el norte). No entienden lo que ocurre. Pues bien, el problema resulta ser suyo, por cuanto desconocen todo lo relacionado con las redes sociales. Intentaré en este post ofrecer mi perspectiva de lo que está acaeciendo. Necesariamente deberé explicar algunas cuestiones muy básicas, por cuanto también pretendo que los ciudadanos Latinoamericanos comprendan lo que aquí está sucediendo. Todo el mundo puede y debe extraer lecciones (ver también el post en el blog de mi hermana La primavera ha llegado a España y muchos no se quieren enterar).

Concentración en la Plaza del Sol de Madrid del Movimiento Democracia Real Ya

El quince mayo, es decir hace exactamente ¡cinco días! una manifestación lanzada por los jóvenes a través de las redes sociales de Internet (RSI), logró movilizar a más gente que los mítines de las formaciones políticas. Debido a la viralidad de las RSI, ante el estupor de los que desconocen su dinámica, la bola de nieve comenzó a crecer exponencialmente, ganando adeptos a un  ritmo vertiginoso.  Los periódicos de todo el mundo comienzan a hacerse eco de este movimiento, al que en suahili se le ha denominado #spanishrevolution. Sin embargo, no hablamos de una revolución al uso, si no de una protesta social pacífica, sin intereses partidistas y que tan solo pretende poner de manifiesto la indignación de los jóvenes ante el comportamiento de la clase política y su pasividad o connivencia,  con los poderes fácticos financieros y empresariales. Hablamos por tanto del denominado movimiento 15 de Mayo (15-M), cuyo lema resulta ser tan inocuo como el de ¡democracia Real Ya!. Se antoja bastante chocante que lo único que pretenda es lo que su eslogan exactamente dice. Se demanda una democracia real, en la que la clase política se encuentre del lado de los votantes (ciudadanos) y no de los poderes fácticos anteriormente aludidos. Piden a los políticos que limpien sus filas de la flagrante corrupción que los salpica a raudales, sin distinción de ideologías. En otras palabras, exigen que vengan a servir al pueblo y no a servirse de él. ¿Es mucho pedir? ¿No debiera consistir en eso la democracia?.

Nadie podrá negarme que, desde 2006, hemos denunciado en este blog que la especulación urbanística y los abusos de una parte importante del empresariado han terminado por sumir a España en una crisis económica brutal. Debido a ello el paro se acerca a los cinco millones de personas, muchas de las cuales resultan ser jóvenes que buscan trabajo por primera vez. ¿Resulta extraño que protesten cuando los rotativos de prensa y muchos políticos hablen de “una generación perdida«?. Y si además lo hacen pacíficamente, ¿que se les puede reprochar?. Digamos de paso que, ante el intento de algunas formaciones políticas de sacar provecho de tal manifiesto descontento, estos jóvenes se han negado a dialogar, alegando que no se trata de una iniciativa de tal índole, por lo que en ella caben ciudadanos de todas las ideologías. Tan solo solicitan el ¡voto nulo! de aquellos que se solidaricen con ellos. Obviamente, los intentos de manipulación están siendo constantes, ya sea con vistas a captar sus votos, ya para demonizarles como radicales antisistema, anarquistas, etc. ¡Todo es falso! Producto de la inercia y temor a cualquier cambio.

Sin embargo, los dirigentes de los partidos políticos se encuentran desconcertados, mientras que algunos diríase que aterrorizados. Dos cuestiones sorprenden de este inusitado levantamiento popular, al que la prensa denomina también “los indignados”. En primer lugar, ha sido promovido por los más jóvenes, a los que muchos ciudadanos de mayor edad les acusábamos de pasividad y apatía ante todo lo que oliera a reivindicaciones políticas. Por otro lado, una ingente cantidad de ciudadanos de más edad se van sumado con entusiasmo y cariño a la protesta. ¿Razón?. Una sociedad sin jóvenes reivindicativamente idealistas deviene en una sociedad sin futuro. También cabe añadir que son muchos los adultos que nos encontrábamos igualmente indignados y por las mismas razones.  Pero hay más.

Por mucho que se desee defender lo contrario, figuras reconocidas de la vida española, que distan mucho de defender posiciones revolucionarias denuncian lo mismo que estos “chavales”. Así, por ejemplo, en el contexto de “Transparencia Internacional” Jesús Lizcano, Antonio Garrigues Walker, Jesús Sánchez Lambás y Manuel Villoria publicaron, con fecha  11/11/2009 un  largo artículo en el diario “El País” titulado, No debemos resignarnos a la corrupción, del cual extraigo unos pocos párrafos:

La corrupción es como un cáncer que avanza imparable si no se toman medidas para detenerlo. Las redes de corrupción se expanden y van controlando empresas, municipios, Comunidades Autónomas y hasta unidades esenciales del Estado si los partidos, los Gobiernos y la sociedad no se alían para detener esta enfermedad social. La causa de la expansión es que, si se percibe la impunidad, resulta racionalmente rentable arriesgarse a ganar mucho dinero, robando a una colectividad difusa, sin peligro de ir a la cárcel por ello. Es obvio que personas con principios éticos sólidos no aceptarán este intercambio, pero, por desgracia, la solidez de los principios no está garantizada entre nuestra clase política. Lo cual no quiere decir que todos los políticos sean corruptos. En todo caso, cuanto más se expande la corrupción más difícil es mantenerse ajeno a su tentadora llamada. En España, la corrupción, que era una enfermedad de la que creíamos haber salido, se ha ido extendiendo de nuevo. Poco a poco, redes corruptas han ido generando una tupida serie de intercambios deshonestos que, al final, han puesto en peligro la legitimidad de nuestra clase política y de nuestras instituciones.

Para algunos políticos irresponsables esto es la consecuencia del crecimiento, como si la corrupción fuera un peaje a pagar por una economía desarrollada. Nada más lejos de la realidad, las economías más sólidas, los países con mayor índice de desarrollo humano son países bastante honestos. La corrupción, como nos demuestran sólidos estudios del Banco Mundial, aleja la inversión, genera gastos innecesarios y reduce los ingresos públicos. Un país con alta corrupción elabora políticas para beneficio de unos pocos, no de la sociedad en su conjunto; un país con alta corrupción genera infraestructuras deficientes, regula mal los servicios públicos privatizados, y obliga a los empresarios honestos a esfuerzos sobrehumanos para sostener sus empresas. La corrupción produce un deterioro en el funcionamiento de la justicia, daña el Estado de derecho y genera profundas desigualdades sociales.

Reitero que, por ejemplo, a firmantes como, Antonio Garrigues Walter, difícilmente se le puede tachar de revolucionario. Me sorprende que, hasta la fecha, los partidos y rotativos conservadores muestren más síntomas de miedo que los de centro, porque de izquierdas (….) La razón estriba en que el Partido Socialista lleva ya siete años en el poder, por lo que la factura del descontento ante la crisis les afecta tanto o más que a la propia oposición conservadora. En términos de corrupción la balanza se encuentra bastante equilibrada. En este sentido, no les vendría mal a los políticos conservadores saber que existe gente entre sus filas con bastante sensatez, a demás de atesorar un conocimiento encomiable de la dinámica de las RSI. Un caso sería el de Alfonso González Hermoso de Mendoza, justamente el padre de este sistema de Blogs mi+d, que pasó en  2008 a ser el Director de la EOI, Escuela de Negocios, una de las instituciones líderes en la materia, tanto a nivel nacional como internacional. Pues bien, Alfonso  publicó hace pocos días el más que interesante artículo Wishful Thinking cuya lectura debiera servir de reflexión y “artículo de cabecera” de aquellos ciudadanos conservadores que busquen un nuevo estilo de hacer derecha.

El descontento afecta por igual a toda la clase política, Por ejemplo, al margen de otras decisiones que han empobrecido a los ciudadanos (o al menos así lo percibimos), el partido socialista logró que se aprobara en el parlamento español la  Ley Sinde, que irritó a los jóvenes cibernautas sobremanera. ¡Si! si, esos que ahora se encuentran protestando «pacíficamente”.  Si en verdad los dirigentes políticos vienen a servir, que no a servirse de los ciudadanos, nada debieran temer. Tan solo necesitan escuchar la voz del pueblo que les vota. Ahora bien, quizás tuviera razón el pensador francés, algunos de cuyas pensamientos plasmamos en el siguiente post: “Los Poderes y su Terror al Imperio de las Masas: Bruno Latour.

Falta un año para las próximas elecciones generales. En consecuencia, nuestros dirigentes atesoran tiempo para enmendar sus reprochables conductas, a la luz de la opinión ciudadana. Ellos saben de sobra que, con independencia de la postura explícita de cada votante, así como de su apoyo o reprobación ante el denominado movimiento ¡Democracia Real Ya!, las encuestas manifiestan que entre las principales preocupaciones del pueblo español se encuentra su percepción de la corrupción generalizada que afecta a este país. Los datos son pertinaces. ¿Porqué temer pues a estos jóvenes?.  El cuatro de marzo de 2008, un día antes de las elecciones generales de aquél año, edité el post que llevaba por título: Elecciones Generales 2008 en España tras el Debate de los Candidatos: ¿Patético o Triste?. En él realizaba una serie de reflexiones, de las cuales aquí os reproduzco las dos primeras y la última:

Primera reflexión: Los ciudadanos españoles no merecemos la clase política que sufrimos, con independencia de ideologías. “Españolito que al mundo te trajo Dios, las dos Españas van a helarte el corazón”.

Segunda reflexión: No hay cultura, no hay ideas, no hay futuro, y no hay programas políticos por ningún lado. Estamos a merced de la economía de mercado. Otro Presidente de Gobierno, decía algo así como que “hacía la única política posible”. Probablemente fuera cierto. Pero de serlo, sobra verborrea de baja cuna.

A modo de resumen: Como siempre, la clase política española se enzarza en sus propios demonios. Viven en el limbo y no saben realmente lo que le interesa al ciudadano. ¿Qué hacer? Este menda simplemente votará en blanco o a “Tierra Comunera” que castellano también es uno. No necesitamos un cambio de gobierno, sino otro de toda la clase política y posiblemente de la ley electoral. En este país, nuestras autoridades aun no se han dado cuenta de que, ante la falta de expectativas, los ciudadanos solo cambian sus opciones tras graves corruptelas que merecen un voto de castigo. No conozco ni un amigo, ya sea de izquierdas o derechas, que no se encuentre absolutamente desencantado y hastiado. Pero en este aspecto ellos parecen sordos y mudos. “Españolito que al mundo te trajo Dios, ambas Españas han de helarte el corazón”.

¿Siguen siendo vigentes, o no? Por lo que he ido leyendo en la prensa, el columnista del rotativo “Público”, Ignacio Escolar, parece ser de los pocos periodistas que tiene las ideas claras sobre la naturaleza del Movimiento Democracia Real Ya. Espero que me permita la osadía y os reproduzca dos de ellas.

Siete ideas sobre Democracia Real Ya

Mayo de 2011 — Ignacio Escolar

1 Es un éxito incuestionable que una organización creada hace apenas tres meses sea capaz de movilizar a decenas de miles de personas en más de 50 ciudades de España sin el apoyo de ningún partido político, de ningún sindicato, de ningún gran medio de comunicación.

2. Un dato esclarecedor: el 15-M sacó más gente a la calle que las manifestaciones sindicales del último 1 de mayo.

3. Es una buena noticia que el desencanto social se traduzca al fin en protestas pacíficas porque de lo otro, de la abnegada resignación, hace años que vamos bastante sobrados.

4. Es una noticia preocupante la increíble distancia que se está creando entre los políticos y el resto de los ciudadanos. El 15-M no es el único síntoma de que esta democracia está enferma, de que no podrá sobrevivir si se mantiene la injusticia, la corrupción y la impunidad. Que los políticos aparezcan en las encuestas del CIS como uno de los principales problemas del país es otra evidencia más que los partidos no deberían ignorar si no quieren que la sociedad les pase por encima.

5. El mensaje más claro es para los partidos de izquierda, especialmente para el PSOE. Dudo que hubiese el domingo entre los manifestantes muchos votantes del PP.

6. Se equivocan los políticos que reduzcan estas protestas a un episodio violento, a un cabreo pasajero, a una estrategia de la derecha para dividir a la izquierda en las próximas elecciones o a una rabieta sin más.

7. Se equivocan quienes ignoran que el debate está en la Red. Pero también quienes creen que basta con que #spanishrevolution sea ‘trending topic’ en Twitter para que de verdad empiece una revolución.

Diez mentiras sobre Democracia Real Ya

Estrategias oblicuas,Mayo de 2011 — Ignacio Escolar

1. Es falso que sólo traigan protestas y no propuestas. Están en su web, y son más concretas que algunos programas electorales.

2. Es falso que estén contra los políticos. Lo que piden es políticos responsables que no estén en contra de la sociedad y que no utilicen las instituciones de todos para su interés personal.

3. Es falso que rechacen la democracia. Lo que quieren es más democracia, y que la soberanía resida en el pueblo, no en los mercados ni en los banqueros.

4. Es falso que no crean en el voto. Por eso exigen una reforma electoral, para que cualquier voto de cualquier ciudadano valga igual.

5. Es falso que sean unos antisistema. Antisistema es la corrupción, la injusticia o la impunidad. ¿Es acaso esa democracia, que ellos reivindican desde la primera palabra, contraria al sistema actual?

6. Es falso que sean violentos. Apenas ha habido incidentes, a pesar de la muchísima gente que hay.

7. Es falso que sean apolíticos. Es un movimiento apartidista, que no es igual.

8. Es falso que sean sólo jóvenes. Hay muchos jóvenes en esas plazas; jóvenes a los que ya no se podrá descalificar como “ninis” o “conformistas”. Pero también hay ciudadanos de cualquier edad.

9. Es falso que pidan la abstención. Lo que piden es el voto responsable: un atrevimiento “contra la libertad“, según el casposo criterio de la Junta Electoral de Madrid.

10. Y sobre todo es falso que esto se vaya a terminar el domingo, después de votar. Porque la democracia no consiste en votar y callar. Porque el lunes, cuando estas elecciones hayan terminado, el Mayo de 2011 continuará

Para finalizar (…) El 23 de febrero de 2011 edité el post titulado “Web 2.0, Redes Sociales y el Reto de Mario Benedetti”. Terminaba aquella entrega con un poema de este entrañable y afamado escritor. No soy adivino, ni nada que le parezca. Ahora bien, permitirme que hoy termine este post con sus palabras, una vez más, por cuanto “mis plegarias parecen haber sido escuchadas”, al menos por unos días. Eso si, fracase o no, algo habrá cambiado para siempre en este país.

Juan José Ibáñez

¿Qué pasaría si un día despertamos
dándonos cuenta de que somos mayoría?

¿Qué pasaría si de pronto una injusticia,
solo una, es repudiada por todos,
todos que somos todos, no unos,
no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos
nos multiplicamos, nos sumamos
y restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos organizáramos
y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas,
en silencio, en multitudes,
en millones de miradas la cara de los opresores,
sin vivas, sin aplausos,
sin sonrisas, sin palmadas en los hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos,
y vos por mí que estoy tan lejos,
y ambos por los otros que están muy lejos
y los otros por nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito de un continente
fuese el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos las fronteras
y avanzamos, y avanzamos,
y avanzamos, y avanzamos?

¿Qué pasaría si quemamos todas las banderas
para tener solo una, la nuestra,
la de todos, o mejor ninguna
porque no la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas para ser humanos?

¿No sé… me pregunto yo,
qué pasaría?

Mario Benedetti