Ya hemos escrito algunos post acerca de los manuales de edafología (o de ciencias del Suelo) de libre acceso en Internet. Obviamente existen muchos más, la mayoría de los cuales tan solo son disponibles en formato papel y previo pago. Con independencia tal diferencia, que en ningún caso puede considerarse baladí, si cabría diferenciar entre otras dos categorías. (i) aquellas monografías que pretender ser más o menos universales, es decir de uso en cualquier país del mundo (teniendo presente el idioma) y (ii) las que han sido escritas para ser aplicadas “principalmente” en un determinado territorio. Lógicamente, cada una atesora sus virtudes y desventajas. Hoy tengo entre mis manos el volumen titulado Ciencia del Suelo: Principios Básicos, recientemente publicado por la  Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo. Este interesante manual pertenece a la segunda clase mentada. Una buena obra, sin duda alguna, que me permite reflexionar sobre los susodichos pros y contras de ambos tipos de materiales didácticos. ¿Qué cuales prefiero yo personalmente?

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Ciencia del Suelo: Principios Básicos

Francamente no me decanto por ninguna. Como ya os he comentado, cada una atesora sus ventajas e inconvenientes. Ahora bien, si nos atenemos a los intereses de los estudiantes mi impresión es que nos debiéramos decantar por los segundas, si damos por hecho, “algo que no siempre ocurre”, que atesoren calidades semejantes.

La ventaja de los manuales de carácter universal, es decir cuyo interés cruza fronteras, reside justamente en este hecho. Los alumnos de diversas universidades, independientemente de donde se encuentren ubicadas, dispondrán de una documentación común, en la que los conceptos y otros contenidos se interpretarán finalmente de la misma forma. Hablamos por ejemplo, de los libros escritos por Jaume Porta y colaboradores, tales como  Edafología para la Agricultura y el Medio Ambiente o Introducción a la Edafología: Uso y Protección de Suelo. Obviamente existen otras obras en el mercado, como el clásico Manual de Edafología de P. Duchaufour o el Manual de Edafología de Antonio Jordán López (del que también existe otra versión más reciente).

Sin embargo, la obra colectiva escrita por diversos miembros de la Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo, es decir, Ciencia del Suelo: Principios Básicos, que acaba de aparecer en el mercado, resulta ser de carácter territorial, es decir redactada con vistas a cubrir las necesidades de los estudiantes colombianos. ¿Qué se entiende por local?. Sencillamente que cada capítulo recoge unos aspectos generales, para seguidamente explicar que ocurre con las estructuras y procesos que se explican en el territorio colombiano. De este modo, los estudiantes, atesorarán una documentación general, pero también otra que atañe a la edafosfera de su país, lo cual se me antoja esencial con vistas a entender mejor los suelos de espaciosa geográficos concretos sobre los cuales una parte de ellos trabajarán en su futuro profesional. De no ser así, los lectores deberían recabar información de otras fuentes, a menudo anacrónicas o muy dispersas. Personalmente echo en falta una monografía sobre los suelos de España, por cuanto allí vivo y carecemos de tal documento de síntesis. Ahora bien, permitirme que os cuente una experiencia personal, a la que ya aludí en otro post.

Las obras colectivas de esta naturaleza se enfrentan siempre al dilema de la elección de los autores. Se trata de una decisión muy difícil y que acarreará conflictos a los editores. Otra cuestión es que el libro sea redactado por uno o varios autores, pero sin que pueda considerarse como un libro de naturaleza colectiva (con editores y muchos contribuidores). Hace ya unos quince años, una editorial muy conocida en España nos invitó a tres colegas a redactar un libro sobre los Suelos de España. Y resulta que si escogíamos a un autor concreto a la hora de escribir a cerca de los suelos de un territorio determinado, otros colegas que trabajan o hubieran trabajado allí se iban a sentir ofendidos (la vanidad de los profesores y científicos es así, por desgracia). Tras mucho cavilar, finalmente decidimos declinar la invitación siguiendo el lema “tras la publicación habrá algunos desagradecidos y una plétora de indignados”. ¿Hicimos bien? Sinceramente no se si pecamos de cobardes o se nos puede calificar de prudentes.

En vista de lo arriba expuesto, y sin tener noticia alguna de los avatares del manual colombiano, si debo reconocer la valentía de los editores, temiendo que otros colegas de allí no opinen lo mismo.

La posible desventaja de estas monografías “nacionales” estriba en que cada país debería atesorar al menos una de ellas. Y quizás, tan solo quizás, finalmente se publicaran demasiadas. Siempre me inclino a pensar que la situación óptima se encuentra a medio camino entre el orden (poco y universal) y el caos (todos los países con muchos manuales territoriales escritos por autores distintos). Sin embargo, también cabe sopesar que si bien la importancia de los recursos edáficos es global, su naturaleza y problemas son a menudo locales.

Obviamente como profesional (ya sea uno profesor y/o investigador), la disyuntiva es diferente. Si se desea impartir una (o varias) asignatura de edafología, cuanto más materiales y más actualizado se encuentren tanto mejor. Por supuesto, desde un punto de vista comercial, los manuales de naturaleza más territorial, restan ventas a los de carácter general, dado que siempre existen más alumnos que maestros. ¿Se trata de un dilema sin  solución? Si pensamos en términos convencionales, obviamente la respuesta debe ser afirmativa. Ahora bien, si la comunidad de edafólogos soslaya los temas pecuniarios y piensa en el movimiento en acceso abierto la situación cambia. Pero este tema ya lo trataremos en otro post, por cuanto hablamos de un futuro en el que todos entendemos debidamente las inmensas ventajas que atesora la Web 2.0 y el movimiento en acceso abierto, al menos para la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Mi más sinceras felicitaciones a la Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo por cuanto estoy aprendiendo mucho de los suelos de Colombia al avanzar en la lectura del Manual mentado, que reitero que me parece excelente.

Juan José Ibáñez

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5 comentarios

  1. Hola Juan José.

    Gracias por el blog, algunas entradas son muy interesantes, aunque sólo te sigo desde hace poco.

    La verdad es que pese a ser de la Universidad Politécnica de Madrid, no se muy bien cómo funciona el «mundillo» de las ciencias del suelo en España en estos momentos.

    A mi entender si que hay algo parecido a lo que dices de un libro de los suelos de España. Aunque se queda muy muy corto. Me refiero a «Geología, Geomorfología y Edafología. Atlas Nacional de España» editado por el IGN en 2008.

    Un gran problema añadido es el de un mapa de suelos que yo sólo encuentro a escala 1:1.000.000 con una mala leyenda y falta de datos…

    Ahora mismo en Costa Rica, por ejemplo, se está trabajando con Springer para sacar un libro de «suelos de Costa Rica» en lo que entiendo que es un afán de la editorial por tener una serie de libros de suelos de diferentes países…

    La desgracia del libro de Porta es que se encuentra descatalogado y no sé si irán a hacer más ediciones…

  2. ¡Hola, Juanjo!

    Me sorprende que se cite a los excelentes manuales de Duchaufour o Porta y colaboradores junto a mi manual. Ni punto de comparación, oiga. Estas son obras excelentes y lo mío, básicamente, poco más que un escrito de juventud. Lo preparé como unos apuntes cuando empecé a dar clase de Edafología hace ya 15 años y lo colgué en la red para mis alumnos (ni siquiera había aparecido Creative Commons). Sin embargo, cosa curiosa, parece que alguien más aparte de mis estudiantes de aquellos años lo descargó y empezó a difundirse en América Latina mediante blogs y servidores piratillas, lo que me encantó. De hecho, periódicamente recibo peticiones de profesores universitarios para utilizarlo en sus clases. Siempre respondo lo mismo, que no hace falta permiso y que estoy encantado de que se difunda si alguien lo encuentra de utilidad, aunque soy el primero en reconocer que tiene muchas carencias.
    Pasados unos años lo remodelé un poco, corregí algunas partes del texto e incluso llegué a contactar con alguno de los «piratas» para que actualizaran la versión.
    Quizá va siendo hora de escribir algo más serio por mi parte, pero estoy encantado con su difusión y con tu cita.

    Antonio Jordán

  3. ¡Hola Compañero!,
    El uno de los objetivos de la bitácora deviene en publicitar “todo” documento aceptable que esté a libre disposición de los usuarios interesados en temas de la ciencia del suelo. Cada libro tiene su propio valor y va destinado a diferentes lectores potenciales. Yo no voy a juzgar ni comparar la calidad de los textos (a no ser que los considere muy malos). Cada usuario, dependiendo de su edad, propósitos y conocimientos tiene unas necesidades distintas.
    Muchos libros están perdidos en depositarios de difícil acceso pòt lo que lo único que intento es hacerlos visibles y accesibles. Cada lector debe escoger y justamente la variedad es lo que persigo.
    Eso sí la anglosajonización de internet a generado que dominen las visiones más utilitaristas de los suelos que se daban en UK y USA en contraposición (a mi modo de entender) a los de la escuela francesa (entre otras) con las que ya los mayores aprendimos suelos, al menos en España. La escuela francesa enfatiza tanto la utilidad agronómica como el valor de “recurso natural”. Ya hablé de este tema en varios post. Y me parece una pena.
    En cualquier caso desde comics para infantes hasta libros técnicos tienen cabida en un blog cuya vocación es tanto o más de divulgación como de ciencia s.s.
    Un fuerte abrazo
    Juanjo

  4. Juan Jose gracias por el aporte, mi pregunta, el libro ciencia del suelo principios basicos, esta en formato digital, tal como aparece el link caido en este blog..??

    Gracias

  5. Saludos, me gustaría adquirir su libro. Como puedo hacer o como hago el pago. Gracias

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