Ya hemos comentado que el debate de los transgénicos y sus repercusiones sobre la biodiversidad, el medio ambiente y tal vez en la salud pública de los ciudadanos se encuentra viciado por los intereses de las multinacionales y muchos de los investigadores que colaboran con ellas. Hemos tenido nuestros encontronazos con otro blogger de este sistema que reitera, como vocero de estos lobbies, que quienes no desean cultivar transgénicos en sus países son unos analfabetos. Empero estos últimos saben investigar y escribir tanto o mejor que los amantes de lo “trans” (¿fuga?). Y he aquí un ejemplo palmario, recientemente publicado, como dirían ellos, en la “prestigiosa revista Molecular Ecology”. Los resultados parecen ser demoledores. No lo duden, los sicarios de las multinacionales volverán a la carga intentando descalificar a todos aquellos científicos que no comulguen con sus ruedas de molino. Hablamos de los colegas que intentan verificar si contaminan los cultivos tradicionales e incluso a las variedades silvestres. Hay miles de millones de dólares (o Euros)  en juego, aunque también la colonización de la agricultura de otros Estados, violando la bioseguridad que dicen acatar y defender. No se trata ya pues de un problema ambiental y/o de salud pública, sino también geopolítico de primera magnitud. La noticia habla por si sola, por lo que poco más añadiremos al texto de la nota de prensa y el resumen en suahili de tan “afamada revista”. ¿Saldrá publicada esta noticia en los rotativos españoles? ¿Se seguirá desinformando a los ciudadanos? ¿Somos unos “analfabestias” como nos denostan los “tocagenes”, al igual que hasta hace poco tiempo alegaban los defensores de la energía nuclear?. Se nos induce a los investigadores a colaborar con muchas multinacionales de dudosa praxis en aras de mejorar la investigación y el desarrollo tecnológico de nuestros países. Y aquí tenemos las repercusiones de los mandatos de nuestros gestores en materia de política científica. Alguien debe poner coto a tanto desatino y clarificar de una vez por todas los efectos de los organismos modificados genéticamente. Sin embargo cabe preguntarse: ¿Interesa?. Como dice el refrán, “a rió revuelto, ganancia de pescadores” Defender lo indefendible en aras de la “verdad científica» se nos antoja el cuento de caperucita roja. Peor aun, comienza a ser una moneda habitual en la mercadotecnia de la ciencia. No lo duden, todo esta tan tendenciosamente viciado, que volverán “once again” a denostar a quien se interponga en su camino. Pronto lo veremos. Nuestras felicitaciones a los autores mexicanos que firman este trabajo, algunos de los cuales serán tildados seguramente de alarmistas, chapuceros y/o de atentar contra los intereses patrios.

Juan José Ibáñez y Régulo León Arteta

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Algodón silvestre Gossypium hirsutum. Fuente: Jardines del Atántico

Algodón silvestre mexicano con transgenes

Algodón mexicano contaminado: en un artículo reciente de Molecular Ecology reportamos presencia de transgenes de algodón genéticamente modificado (GM) en poblaciones silvestres de este cultivo en México.

Dicho flujo genético ocurrió a pesar de que las poblaciones silvestres se encuentran a miles de kilómetros de los sitios en los cuales se sembró algodón transgénico.

México es centro de origen y diversidad de la especie de algodón más cultivada en el mundo: Gossypium hirsutum, y de muchas otras (chile, cacao, calabacitas, frijoles, chía, maíz, jitomate, etcétera), por lo que es considerado una de las cunas de la agricultura. Desde que se liberaron los primeros transgénicos, los científicos alertamos sobre los riesgos de escape de los transgenes a zonas no previstas, y los riesgos adicionales para los centros de origen. Pero el algodón GM fue liberado a escala experimental en el norte del país desde 1996 y hoy cubre miles de hectáreas.

El citado artículo es particularmente importante y preocupante porque:

1) Demuestra que los genes y transgenes de algodón pueden moverse de una población a otra a miles de kilómetros de distancia. Esto sugiere que el movimiento de transgenes se da vía las semillas una vez que se les quita la fibra.

2) Las poblaciones de algodón silvestre mexicano en que se están acumulando transgenes rápidamente están evolucionando y con ello aumentan las posibilidades de efectos no deseados e impredecibles. Ya encontramos algodones silvestres con combinaciones novedosas de transgenes que están ausentes en los algodones GM.

¿Por qué estos resultados son tan relevantes y preocupantes? Este caso constituye el tercero a escala mundial en el que transgenes de cultivos GM se han escapado y se han establecido en poblaciones naturales, y es el primer caso en un país en desarrollo. Demuestra la importancia de la dispersión de semillas en el movimiento de transgenes a muy largas distancias, una vía que ha sido poco considerada en las discusiones en torno a flujo de transgenes que se centran en controlar el movimiento del polen.

Lecciones para el maíz: estos resultados, aunados a los datos de flujo de transgenes de maíz GM, demuestran que la restricción a la siembra de transgénicos en ciertas regiones o estados del país no es una medida que evite la dispersión, acumulación y recombinación de transgenes en las variedades cultivadas nativas o parientes silvestres.

En constraste, el intercambio y movilidad de semillas son inevitables e imprescindibles para la supervivencia a largo plazo de la diversidad genética de los cultivos en sus centros de origen y diversidad, por lo que la aprobación de maíz transgénico en cualquier parte de México implicará el flujo de transgenes hacia los maíces nativos cultivados en sitios distantes, así como a sus parientes silvestres, los teocintles. Estos transgenes se acumularán y recombinarán, produciendo eventualmente efectos no deseados.

Bioseguridad con base científica: el caso del algodón demuestra que el gobierno mexicano ha sido incapaz de garantizar la bioseguridad de uno de los cultivos originados y diversificados en México. La bioseguridad del maíz implica retos aún mayores por ser de polinización cruzada: los transgenes en este cultivo se mueven tanto en el polen como en las semillas.

Si bien se han encontrado transgenes en poblaciones de maíz nativo, están presentes en lugares muy restringidos y en bajas cantidades, por lo que es urgente y aun posible revertir el proceso de acumulación de transgenes en estas poblaciones. El flujo transgénico viola el derecho de los agricultores de guardar su propia semilla libre de transgénicos, y los pondrá a expensas de las corporaciones dueñas de las patentes de los transgenes. Esto amenaza la soberanía alimentaria, y los modos de reproducción de la agricultura indígena y campesina imprescindibles para garantizar la diversidad de las semillas que sustentan nuestra autosuficiencia alimentaria y producción sustentable de alimentos.

En contraste, se han documentado múltiples riesgos a la salud, ambiente y a los sistemas agroalimentarios, así como insuficiencias tecnológicas (v. gr., no aumentan rendimientos) inherentes al uso de maíz transgénico (UCSS). Dichos riesgos tendrán implicaciones aún más preocupantes en un país en el que el maíz se consume en grandes cantidades y casi sin procesar.

Para garantizar la bioseguridad de cualquier cultivo para el cual México es centro de origen y/o diversificación, se debe prohibir la liberación de estos cultivos transgénicos en todo el territorio nacional. Los datos de Conabio demuestran además que, para el maíz, la totalidad del territorio mexicano es centro de origen/diversidad: ¡urge establecer este acuerdo legalmente! También urgen medidas eficaces para evitar la infiltración por nuestras fronteras de semillas de maíces transgénicos viables, o de granos transgénicos en acervos de híbridos comerciales etiquetados como no transgénicos.

Elena Álvarez-Buylla Roces y Alma Piñeyro. Programa de Agricultura y Alimentación, Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad.

Fuente: La Jornada

Resumen y enlace del Trabajo Original

Recent long-distance transgene flow into wild populations conforms to historical patterns of gene flow in cotton (Gossypium hirsutum) at its centre of origin

WEGIER et al. Molecular Ecology Volume 20, October 2011

Institución al que pertenece el primer autor: Instituto de Ecología, Universidad Nacional Autónoma de México, Apartado postal 70-725, CP 04510, México DF, México

Keywords: Gossypium hirsutum; long distance gene flow; metapopulations; Mexico; transgene flow

Abstract

Over 95% of the currently cultivated cotton was domesticated from Gossypium hirsutum, which originated and diversified in Mexico. Demographic and genetic studies of this species at its centre of origin and diversification are lacking, although they are critical for cotton conservation and breeding. We investigated the actual and potential distribution of wild cotton populations, as well as the contribution of historical and recent gene flow in shaping cotton genetic diversity and structure. We evaluated historical gene flow using chloroplast microsatellites and recent gene flow through the assessment of transgene presence in wild cotton populations, exploiting the fact that genetically modified cotton has been planted in the North of Mexico since 1996. Assessment of geographic structure through Bayesian spatial analysis, BAPS and Genetic Algorithm for Rule-set Production (GARP), suggests that G. hirsutum seems to conform to a metapopulation scheme, with eight distinct metapopulations. Despite evidence for long-distance gene flow, genetic variation among the metapopulations of G. hirsutum is high (He = 0.894 ± 0.01). We identified 46 different haplotypes, 78% of which are unique to a particular metapopulation, in contrast to a single haplotype detected in cotton cultivars. Recent gene flow was also detected (m = 66/270 = 0.24), with four out of eight metapopulations having transgenes. We discuss the implications of the data presented here with respect to the conservation and future breeding of cotton populations and genetic diversity at its centre of crop origin.

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