Casi todas las investigaciones van poniendo en evidencia que la agricultura sin labranza (o «0» labranza) atesora grandes beneficios. Sin embargo, reiteramos una vez más desde un punto de vista ambiental, siempre debemos discernir entre dos prácticas muy distintas. La mejor consiste en hacer uso de una agricultura  ecológica sustentada en evitar las enmiendas con abonos minerales y pesticidas, mientras que la otra, denominada de conservación, tiende a justificar el uso de transgénicos y abundantes agroquímicos comercializados por las consabidas multinacionales del agronegocio. La primera resulta ser mucho menos contaminante y más respetuosa con el medio ambiente que a segunda. Eso sí, ambas recubren el suelo de residuos de las cosechas precedentes, que, de este modo colaboran la protección del medio edáfico frente a los riesgos de la erosión. En las áreas abruptas y/o montañosas, frenar la erosión resulta ser una actividad prioritaria. En las regiones del globo con climas fríos  y en las altas montañas, parte de la precipitación se produce en forma de nieve, como todos sabéis. Pues bien, la noticia de prensa que os ofrecemos hoy, extraída del noticiero ARS de la USDA, nos informa que los residuos depositados sobre el suelo de las cosechas anteriores favorece, tanto una distribución de la nieve más uniforme, como también su abundancia. Tal hecho tiene como resultado una infiltración del agua muy homogénea a lo largo y ancho de las parcelas cultivadas, que a la postre redundará en que el suelo almacene más agua y durante más tiempo. Como corolario, la producción de las cosechas será mayor respecto a los campos sometidos a una agricultura convencional con laboreo.  Tales resultados deben ayudar a fomentar la expansión de las prácticas de “labranza 0”, también en estos ambientes.  Sin embargo, la nota de prensa no nos indica si los resultados fueron obtenidos con una genuina agricultura ecológica, o si por el contrario se apeló a la mal denominada agricultura de conservación, que protege el suelo, pero resulta ser más contaminante e irrespetuosa con el medio ambiente, generando a la par que los campesinos dependan de las caprichosas veleidades de la agroindustria que atenta contra la soberanía alimentaria de muchos granjeros y países. Se podría aducir que los residuos mentados se comportan como un andamiaje surpra-edáfico con vistas a retener más nieve y uniformizar su distribución sobre la superficie del suelo y así obtener mayores rendimientos agrarios. Os dejo con la Noticia de ARS; cuya traducción al español, esta vez, resulta ser mucho mejor de lo habitual en el mentado boletín, por lo que poco queda por aclarar.

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La agricultura sin labranza o Labranza 0 y la nieve. Fuente Labranza O nueve fuente: exactrix.com

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La agricultura con labranza y la nieve. Fuente Labranza O nueve fuente: exactrix.com

Juan José Ibáñez

La cero labranza ayuda a capturar la nieve y el agua del suelo

Por Ann Perry
30 de agosto de 2012

Una capa de nieve durante el invierno puede ayudar a aumentar la productividad de los campos agrícolas durante el verano, y la cero labranza ayuda a asegurar esta cobertura, según los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS).

Científico del suelo David Huggins realizó estudios para determinar el impacto de los residuos de cultivos en la acumulación de la nieve y los niveles de agua en el suelo en campos enteros. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y esta investigación apoya la prioridad del USDA de responder al cambio climático global.

Huggins, quien trabaja en la Unidad de Investigación del Manejo de Tierra y la Conservación de Agua mantenida por el ARS en Pullman, Washington, realizó esta investigación en dos granjas vecinas. Ambas granjas tienen la topografía montañosa típica de la región Palouse en la parte oriental del estado de Washington. Pero se ha utilizado la cero labranza continuamente desde el 1999 en la mayoría de una de las granjas, mientras los campos de la otra granja fueron arados convencionalmente.

Por dos años, los investigadores midieron la profundidad y densidad de la capa de nieve y la cantidad de agua almacenada en el suelo en cientos de puntos en los campos de las dos granjas. Los investigadores también midieron la altura de los residuos de cultivos en la granja que utilizó la cero labranza.

Huggins descubrió que los residuos de trigo en la granja que utilizó la cero labranza significativamente aumentaron la cantidad y uniformidad de la capa de nieve a través del campo entero. Las profundidades de nieve en el campo con la cero labranza variaron de 4 a 39 pulgadas, con un promedio de 11 pulgadas, mientras las profundidades de la nieve en el campo arado convencionalmente variaron de 0 a 56 pulgadas, con un promedio de 8,5 pulgadas.

El patrón de distribución de la nieve en la granja que utilizó la cero labranza llevó a más uniformidad en la distribución del agua del suelo y un aumento en la tasa de recarga del agua en el suelo. La distribución más uniforme de la nieve con la utilización de la cero labranza fue particularmente evidente por las cumbres de crestas y las empinadas cuestas orientadas al sur donde había típicamente de 4 a 8 pulgadas más nieve que en los campos arados convencionalmente.

Huggins calculó que el almacenaje de cantidades más grandes de agua en el suelo en sistemas de la cero labranza podría aumentar los rendimientos potenciales del trigo de invierno por 13 bushels por acre en las cumbres de crestas, seis bushels por acre en las empinadas cuestas orientadas al sur, y tres bushels por acre en los valles. Como resultado, los agricultores de la región podrían aumentar sus ganancias del cultivo del trigo de invierno por un promedio de 30 dólares por acre y hasta 54 dólares por acre en las cumbres de crestas.

Los productores afectados por la sequía del 2012 también podrían beneficiarse de utilizar la cero labranza para aumentar la cantidad y uniformidad de la capa de nieve en sus campos. Esto podría aumentar la tasa de recarga de agua en el suelo y el almacenaje de agua en el suelo, los cuales pueden restaurar la productividad de los campos afectados por la sequía.

Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista ‘Transactions of the ASABE‘ (Transacciones de la ASABE) en el 2011.

Lea más sobre esta investigación en la revista ‘Agricultural Research’ de agosto del 2012.

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2 comentarios

  1. La agricultura, como se dijo, la profesión más digna para todo hombre LIBRE, no puede estar encadenada a las patentes y las decisiones de unas pocas corporaciones, no pueden guiar nuestro trabajo y decidir nuestras herramientas para desempeñarlo; pero desde mi punto de vista humilde pongo en valor el buen hacer de todos aquellos agricultores, que desempeñan un buen trabajo haciendo uso de la prácticas de conservación, que hay gente haciendo bien las cosas en cada alternativa adoptada, y la de la conservación no siempre está ligada al uso ineficiente de los productos químicos y los OMG, no más por lo menos que la convencional. Aquel que estudia, que aprende y que intenta hacer bien su trabajo merece todo un respeto en la agricultura que practique, sin generalizaciones a ninguna. Un abrazo

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