Y así se destruye una idea, porque la ciencia es un negocio y los negocios, negocios son. ¿Acceso Abierto?: de no cambiar la cosa…. “entre todos lo mataron y él solito se murió”. Cientos de millones de Euros que la actividad investigadora despilfarra sin ton ni son….

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Acceso abierto. Fuente: Rhodes University

Desde que a mediados de la década del 2000 surgió el movimiento en Acceso Abierto se han precipitado diversas iniciativas y cambios de gran trascendencia . Mi conclusión: nuestra sociedad lo pudre todo, hasta ideas que siendo magníficas son maniqueamente manipuladas para el lucro de unos pocos y el sufrimiento de muchos. La mayor parte de los científicos deseamos que los resultados de nuestros estudios se encuentren al alcance de todos, con independencia de los recursos económicos de sus Instituciones.. Es obvio que cuando más lectores tengamos tanto mejor.  Y esto resulta ser especialmente cierto para todos aquellos que viven en los países menos favorecidos y como corolario no pueden permitirse pagar una cantidad indecente de dinero por leer unas pocas páginas, como ocurre con las revistas tradicionales.  Como muchos de vosotros sabéis, por lo general en el Acceso Abierto los gastos y sobregastos por acceder a un artículo o revista han pasado de recaer del lector a los autores, es decir los científicos que los publican. Y en “principio” la idea se me antojaba ejemplar. Pero reitero que las editoriales actúan como aquel refrán que venía a decir “la banca nunca pierde”. Y eso es lo que está ocurriendo en la mayoría de los casos. Básicamente nos encontramos ante los siguientes tipos de iniciativas.

  1. Nuevas Editoriales  dedicadas exclusivamente al Open Access cuyo modelo de negocio es el de “tu paga y yo cobro”.
  2. Editoriales tradicionales que comienzan a experimentar en Open Access algunos de sus productos, a veces artículos, en ocasiones las revistas enteras bajo el lema “tú te arruinas y yo cobro pasta gansa”.
  3. Finalmente, aunque en ocasiones mucho más raras y frecuentemente llevadas a cabo por “algunas sociedades científicas”, los  gastos de la publicación en sus revistas recaen sobre los propios recursos de los que fomentan la iniciática. Obviamente se trata de la actitud  más generosa y deseada. Eso sí reitero que entre la marasma de nuevas publicaciones en acceso abierto se trata de honrosas excepciones.

Desglosemos brevemente cada uno de estos tres modelos de negocio (…)

(….) La inmensa mayoría de las nuevas Editoriales  dedicadas en exclusiva a publicar en  Open Access llevan a cabo una praxis deplorable, si bien los Pay-per-read (pagar por publicar) son “relativamente” asumibles. Ahora bien, la calidad de los contenidos, así como la labor editorial (revisión por iguales) brillan por su ausencia o son mínimas. Obviamente pueden leerse “algunos” artículos interesantes. Lamentablemente, tanto los editores como los autores suelen ser de padre y madre desconocidos. Puede que mis palabras pudieran entenderse como los de una persona presuntuosa, ¡no es el caso!. Me explico. ….

Supongo que como os ocurrirá  a muchos de vosotros, yo recibo más de 20 solicitudes de papers para ser publicados “a la semana”. No se trata de que yo busque sino de que ellos nos buscan a nosotros, ya que así llenamos sus cuentas bancarias. ¿Quién revisa los artículos a publicar?. Digamos que casi cualquiera con unos mínimos conocimientos de escritura y comprensión lectora. Y debe ser esta la razón por la que se me ha invitado a ser editor de revistas de física, materiales, cerámica, biotecnología y hasta de literatura. Resumiendo que sus gerifaltes desconocen hasta la especialidad científica a la que se dedica el investigador que debe regir el destino de la revista. ¡Fastuoso! Obviamente siempre existen colegas sin escrúpulos que aceptan tales “emprendimientos “, y así les va. Se trata pues de editoriales piratas que ante una iniciativa magnífica  como el Open Access han encontrado “al parecer una mina”, es decir un nicho ecológico para lucrarse. Punto y final. De hecho he recibido ya más de un artículo para revisar de revistas tradicionales de alto prestigio internacional que resultaban estar ya publicadas en otras previas de acceso abierto. Y por ejemplo mi apellido en ambos casos resultaba ser “Ib´´∿∿áñññez” o cosas parecidas. ¿No se revisa ni esto?.  Obviamente rechacé el artículo por cuanto se trataba de un fraude científico manifiesto.

Del mismo modo, como ya hemos comentado, un número creciente de editoriales tradicionales publican artículos en acceso abierto o se han trasformado en esta modalidad de revistas cargando el gasto de la edición y el lucro de la editorial a los investigadores que en ellas publican.  Empero los precios, y generalmente no tan solo la de los artículos publicados, sino también los gastos de revisión de los que son finalmente rechazados, resultan ser de juzgado de guardia.  ¿Cuántos investigadores pueden atreverse a regalar entre 2000 y 3000 euros para “intentar” publicar un paper sin la garantía de que finalmente sea aceptado por la editorial?. Muchos de los investigadores de los países desarrollados ni tan siquiera podemos costear estos gastos tras ser aceptado el artículo, que es otra modalidad menos ladrona y que aun así garantiza que la editorial no pierda dinero, sino que se lucre aún más, ya que no corre ni el más mínimo riesgo. “Esto sí que es un negocio redondo

Finalmente debemos comentar la tercera y la más noble de las modalidades de acceso abierto. Se trata generalmente de las revistas de “algunas” sociedades científicas que, tras una revisión por pares, se costean las publicaciones con sus propios fondos, sin que tengan que desembolsar dinero los autores. Si no me equivoco, por ejemplo estos serían los casos del  Spanish Journal of Soil Science (SJSS) o de la Revista Suelos Ecuatoriales (si no es así informarme por favor).

Sin embargo la mayor parte de estas últimas revistas en Acceso Abierto generalmente no se encuentran indexadas o padecen de un bajo índice de impacto, por lo que los científicos de los países más exigentes que manejan la filosofía de Publish or perish, de publicar en revistas de alto impacto se ven abocados a desembolsar cuantiosas cantidades de dinero. Si un colega, por ejemplo desea publicar tres o cuatro papers al año en esta modalidad de acceso abierto le costaría más de 10.000 euros anualmente. Y así cuando uno solicita financiación para un proyecto de investigación cuatrienal, debería solicitar ¿40.000 Euros?.  Me imagino las carcajadas de los entes financiadores, ya que recordamos que los participantes en un proyecto suelen ser bastantes más de uno por lo que el costo se multiplicaría exponencialmente.

Resumiendo, en la actualidad, si uno no posee cuantiosos fondos, la modalidad menos arriesgada y económica resulta ser la tradicional ¡manda narices!.  Y en este caso la peor parte la llevan los lectores. Ahora bien, ni yo personalmente, ni muchos investigadores, podemos publicar  en revistas indexadas de Acceso Abierto por cuanto no disponemos de tales recursos económicos. Por lo tanto las repercusiones de estos robos los paga el autor o el lector, empero las editoriales jamás, salvo honrosas excepciones como las que os memos comentado.

Para más descaro son muchas las revistas prestigiosas que incitan a que los científicos escribamos más en acceso abierto, ya que los artículos así editados son más leídos que los tradicionales dePay-per-read (pagar por publicar). ¿Soluciones?.

Pues miren ustedes, se abre una cuenta en un repositorio de documentos  del tipo  Researchgate. Se suben los artículos publicados capítulos de libro, presentaciones en ppt, etc. publicados por el autor en cuestión y todos saldríamos ganando. En agosto de 2013 abrí ni sitio web Juan José Ibánez– Researchgate. Desde entonces en poco más un año (en ¡14 meses!), la han visitado 37.000 colegas habiéndose bajado más de 15.000 documentos a pesar de no haberme esmerado en ordenarlos de mejores a peores, de recientes a antiguos, en inglés o español castellano, etc. etc., por lo cual es un caos  ¿Qué no han sido revisados por otros colegas?.  ¿Y qué?. ¿Le parecen a usted buenos o interesantes todos los artículos que lee tras pagas por ello o hacerlo para que los lean otros?. Al final son los lectores los que opinan con sus citaciones etc. ¿Bueno, Bonito y Barato!. Joaquín estas cosas hay que tenerlas e en cuenta, por mucho que nos duela

El único problema estribaría en que nuestras autoridades comenzaran a valorar la actividad investigadora usando índices adecuados y exigiendo que estos sitios personales o colectivos mantengan unos estándares de honestidad.   La calidad de los artículos, a la postre, no dependerán de la valoración de dos investigadores anónimos, sino  del conjunto de la comunidad científica, lo cual resulta ser mucho más objetivo. Y sí todos saldríamos ganando, arrasando con la piratería de un modelo de negocio sobre el que debemos insistir: las editoriales siempre ganan a costa de los autores o lectores. Cientos de millones de Euros que la actividad investigadora despilfarra sin ton ni son.  

Juan José Ibáñez

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6 comentarios

  1. Hola Juanjo.
    Este artículo que has escrito es de lo mejor que he leído en mucho tiempo. Has puesto por escrito muchas ideas que tengo en mente desde hace mucho tiempo.
    Voy a compartirlo a todo el mundo.

    Como siempre, excelente.

    Un abrazo

    Germán

  2. Por desgracia, colgar articulos sin mas no resuleve el problema, exceso de informacion que no es posible filtrar, mal de los tiempos.
    Creo que si queremos avanzar con la I+D (cosa que dudo en algunas mentes dirigentes) habria que sentar a negociar a financiadores y revistas. La cosa se esta’ degradando. Mucha gente ya se niega a revisar incluso en revistas muy serias (sin cobrar), asi’ que estas intentan cargar a los que aun no cobramos con uno o dos articulos cada mes…, que lleva un trabajo de entre 4 a 8 h, segun la dificultad del articulo; cada vez somos menos. Y el otro asunto es lo que dices, tampoco las financiadoras pueden admitir costos de 6000 euros cada año por solo colocar los articulos en buenas revistas. O se negocia para que los costos sean minimos y las revisiones entren dentro de ese sistema de transferencia de capital…, o vamos a un desastre como señalas. En resumen, un acuerdo entre editoras y financiadoras podria aun salvar un sistema clasico que hace aguas con sabores a sabores hindues, chinos o, cinsluso, listillos que se tapan con seudoeditoriales europeas o yankis.

  3. Hola Juan, Estoy en parte de acuerdo contigo. Pero reitero que colgarlos en repositorios preparados para ello y que la gente los baje y de su opinión me ofrece más garantías de calidad que lo que digan dos revisores. Este tipo de repositorios deberían adaptarse a esto. Yo detecto también mucha basura en las revistas indexadas. Un abrazo
    Juanjo

  4. Muchas gracias Germán. Aunque eso de «como siempre» es un poco exagerado.
    Un fuerte abrazo
    Juanjo

  5. Hay pillos en la Santa Inquisición Científica Tradicional (JCR, ISI) así como los hay en las OPEN ACCESS.
    Las revistas tradicionales nos quitan el derecho de autor, nos cobran por páginas a publicar, si queremos bajar nuestros propios artículos también cobran, en cambio cuando somos revisores (referees) no nos pagan ni un centavo. La idea de OPEN ACCESS fue excelente, pero los mismos pillos saltaron las trancas y se pasaron a hacer negocio a las OPEN ACCESS y ahora hay precios exhorbitantes por publicar tu artículo «COMO DICEN EN MI TIERRA ES LA MISMA GATA, NADA MÁS QUE REVOLCADA».
    «EL MAL DE LA HUMANIDAD ESTÁ EN EL SER HUMANO»

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