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Cultivo de leguminosas: Fuente: Nutrición orgánica de los suelos Guía de Jardinería

Desde hace muchas décadas se sabe y recomienda practicar la rotación de cultivos, por ejemplo entre cereales y leguminosas. Más aun el conocimiento campesino, de una u otra forma era consciente de las ventajas de tal práctica. Y así, por ejemplo, comienza Wikipedia señalando sobre este asunto: “La rotación de cultivos consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se perpetúen en un tiempo determinado”, La rotación de cultivos ya sea convencional ya en de cobertera (es decir los destinados a preferentemente a mejorar la fertilidad del suelo) han sido llevadas en la mayor parte del planeta, siendo respaldadas y fomentadas por la FAO. En consecuencia se me han puesto los ojos como platos cuando he leído la noticia que os proporciono hoy del estado de la cuestión en Europa. Tengamos en cuenta que las leguminosas son una fuente de proteínas vegetales formidable (ricas en fibras, oligoelementos y bla, bla, bla), a la par que fijan nitrógeno atmosférico en el suelo, uno de los factores limitantes para el desarrollo de las cosechas. Más aun, su consumo resulta ser una parte especial de la afamada dieta mediterránea (Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad), una de las más saludables del mundo, según los expertos. Pues bien, cogiditos de la mano, la industria agroalimentaria y las descerebradas mentes (¿iluminadas?, perdón) de la PAC (Política agraria común), ahora resulta que en su mayoría van destinadas al consumo de ganado (¡Qué engorde!, ¡que engorde!). habiéndose reducido la extensión de su cultivo en Europa hasta un 2%, cifra muy inferior a los de China y América, por ejemplo. En consecuencia, ahora las autoridades comunitarias, como siempre: “tarde, mal y nunca”, se han percatado de su nuevo error (el enésimo, ya que perdí la cuenta) y prometen fomentar su cultivo sustentable y con bajos insumos de agroquímicos. Resumiendo se pretende demoler una política estúpida y retornar a un pasado que en la noticia la confunden con el futuro ( LEGumes for the Agriculture of Tomorrow) ¿?. ¡Mentes iluminadas!, eso sí añadiendo genómica y bla, bla, bla, cuando lo que debíamos estar investigando es preservar las múltiples variedades que atesoramos en Europa, por no hablar del resto del mundo.  ¡Dejar de tocar los genes y comer un buen plato de lentejas a ver si se os aclaran las ideas! Una de dos, o nuestros prebostes de la PAC y otras instituciones, se olvidan de las leguminosas por consumir comida basura, o simplemente por lo contrario, es decir el caviar. No puedo dejar de blasfemar ante tanta estupidez. Prefiero que leáis la noticia y nos demos cuenta de hasta qué punto los que gobiernan perdieron la cabeza decenios atrás. Hace no mucho tiempo, en otra noticia y sobre otro asunto, el entrevistado argumentaba “lo que de nuevo deja constancia de que Europa ya no queda vida inteligente”.  Pero reitero que leías la noticia (abajo) ya que habla por sí sola. En el mediterráneo siempre se cultivaron las leguminosas y si hoy en día no ocurre lo mismo, es el resultado de los interesas de la agroindustria y el descerebramiento de nuestros gestores. ¡Son lentejas!, como decíamos por aquí, tras la postguerra civil española, ya que era, a menudo, lo único que había para alimentarse. Y por eso mismo, quizás ahora hablemos tanto de sobre peso y que la comida moderna enferma.

Juan José Ibáñez y ¡Son lentejas! ¡Son riquísimas! ¿Sabía usted?. Pero ellos, nuestros políticos europeos prefieren las insalubres chuches y así nos va.

La Unión Europea inicia un proyecto para recuperar el cultivo de leguminosas en Europa

Las habichuelas, los guisantes y las lentejas son legumbres y constituyen una fuente rica en proteínas tanto para los humanos como para los animales. Pese a sus múltiples beneficios, su cultivo registra en Europa un declive constante en los últimos cuatro decenios.

FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario 11/03/2014

 Actualmente nuestro continente importa cerca del 70% de los productos ricos en proteínas que se utilizan como pienso, circunstancia que tendrá una importancia geopolítica cada vez mayor habida cuenta del encarecimiento continuo de las fuentes de proteínas a escala mundial. El proyecto LEGATO, LEGumes for the Agriculture of Tomorrow, que inicia su andadura en estas fechas, tiene el cometido de resolver esta carencia incrementando la competitividad de las legumbres europeas y promoviendo la reintroducción, de un modo sostenible, de las leguminosas en los sistemas agrarios europeos.

LEGATO, que reúne a diecisiete instituciones científicas y diez empresas o asociaciones profesionales de doce países europeos, abordará métodos de mejora y gestión de las principales leguminosas en Europa, que son el guisante y el haba. Se espera que, a la larga, su labor incremente el cultivo de las leguminosas en Europa, donde actualmente representan menos del 2% del terreno cultivado, siendo este porcentaje superior al 10% en China y América.

El equipo de LEGATO sacará partido a recursos muy completos de genómica aparecidos en los últimos tiempos, como poblaciones mutadas, mapas de poblaciones, marcadores moleculares y atlas de expresión genética para la identificación de candidatos génicos, para lograr un salto cualitativo en la selección genética de leguminosas mediante marcadores. A continuación, se evaluará la viabilidad de los métodos desarrollados en tareas de fitogenética. El equipo participante planea aprovechar los conocimientos sobre fisiología de las leguminosas e interacciones entre simbiontes de estos obtenidos en varios proyectos anteriores de la Unión Europea, pero sobre todo de GLIP, Grain Legumes Integrated Project.

En palabras de un integrante del equipo de LEGATO: «Pese a los avances logrados previamente, la repercusión (de los proyectos anteriores) ha sido limitada por la falta de transerencia de tecnologías y de conocimientos especializados desde la finalización de GLIP y de su plataforma complementaria para la transferencia de tecnología (GL-TTP). Nos proponemos aprovechar esta oportunidad para divulgar y aprovechar mejor los amplios conocimientos obtenidos». Pero el equipo de LEGATO se ha fijado más retos. «Abordaremos plagas y enfermedades que se encuentran en alza y plantean una amenaza para el cultivo de leguminosas en la agricultura de bajos insumos, algunas de las cuales se han estudiado poco hasta ahora«.

El equipo confía en que su labor resulte beneficiosa tanto para los consumidores como para los agricultores y tienen el objetivo innegociable de que los materiales y conocimientos técnicos generados en el marco del proyecto se pongan a disposición de todos los interesados a través de una red y de un foro. También aspiran a lograr una adopción más generalizada a través de un programa de difusión mediática que incluye una página web, folletos y talleres.

Las legumbres revisten una importancia extrema para la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura europea. Su extraordinaria capacidad de fijar el nitrógeno de la atmósfera implica que, al cultivarlas, no precisan de fertilizantes con nitrógeno. Tienen, además, un efecto diversificador que permite utilizar menos plaguicidas. A su vez, todo ello reduce los costes para los productores y el estrés biológico para el suelo, por lo que a la larga las leguminosas pueden desempeñar un papel esencial para mitigar los efectos adversos de la producción agrícola. Por último, las leguminosas son fuentes de proteínas valiosas y beneficiosas para la salud, mientras que sus semillas tienen un contenido elevado en almidón de digestión lenta, azúcares solubles, fibra, minerales y vitaminas.

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