suelos-salud-humana

Suelos y salud humana, Fuente: http://concientizacionambientalestudiantil.blogspot.com.es/

Los suelos pueden afectar positiva o negativamente a la salud humana, al igual que la intervención del hombre mejora o daña la salud de los primeros. En estos tiempos merece la pena examinar tales nexos. Un análisis de esta naturaleza  ha sido llevado a cabo entre otros por Ian L. Pepper, cuya trabajo en acceso abierto puede obtenerse pinchando en el siguiente enlace. The soil health-human health nexus. Obviamente existen tratados más exhaustivos como la monografía titulada Soils and Human Health y cuyos autores resultan ser Eric C. Brevik (un buen amigo), Lynn C. Burgess. Sin embargo esta obra es de pago, y para los fines perseguidos la revisión de Ian es más que suficiente, ya que aunque concisa (poco más de 30 paginas) resulta ser exhaustiva, y clara.

¿Qué nos infecta/daña desde el suelo, vía aérea o hídrica? ¿Qué contamina el cuerpo? ¿Qué productos pueden ayudar a aliviar o curar nuestras enfermedades? A nivel demográfico,  mejorar la salud humana depende en buena medida de cuidar y/o estimular la del suelo. Por ejemplo, un suelo con un contenido apropiado de nutrientes mejora nuestra salud y evita la malnutrición, al contrario que otro que no cumple tales condiciones, como los enmendados con aguas y residuos sólidos mal depurados. Ian recoge en este sentido una sentencia de Leonardo da Vinci que reza así: “Incluso en el suelo más rico, sin la voluntad de cuidarlo, termina dando lugar a la más densa cobertura de malas hierbas «. El texto Pepper se encuentra escrito en inglés, y dada su capacidad de síntesis, interés y variedad de temas, resulta difícil escoger las frases más interesantes con vistas a que pudiera ofrecéroslas ya traducidas, por lo que esta vez os dejaré esta tarea a los más interesados.

Cuando comemos, por ejemplo, verduras o frutas, su valor nutritivo depende tanto de la especie y variedad en cuestión como de los elementos nutritivos o dañinos que se encuentran en el medio edáfico. Con vistas a que entendáis este importante tema, os dejo a continuación otra noticia en castellano que nos informa de un caso concreto muy ilustrativo. Eso sí, en un mundo en el que el marketing mentiroso a menudo enmascara la procedencia de los alimentos que ingerimos, el problema reside en encontrar/identificar los frutos de la tierra genuinamente saludables.  En el ámbito rural tal indagación puede resultar más fácil y asequible si se trata de alimentos que por allí se siembran y cosechan, pero en el ambiente urbano lamentablemente nos encontramos bastante indefensos. Os recomiendo la lectura del artículo aludido, así como de la nota de prensa que exponemos hoy.  Su comprensión puede ayudarnos a entender las múltiples conexiones, directas e indirectas entre la salud humana y la calidad del suelo, de tal modo que las podamos divulgar entre los jóvenes estudiantes y ciudadanos interesados.  Llevar a cabo tal esfuerzo de traducción os recompensará con creces.

Juan José Ibáñez

El articulo en cuestión podéis obtenerlo pinchando en «The soil health-human health nexus»

The soil healthhuman health nexus

Ian L. Pepper (2013) The Soil Health-Human Health Nexus, Critical Reviews in Environmental Science and Technology, 43:24, 2617-2652, DOI: 10.1080/10643389.2012.694330.

Contra la malnutrición mineral cebollas con más zinc

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han conseguido aumentar la productividad y la concentración de zinc en plantas de cebolla fertilizando con complejos orgánicos de este elemento.

FUENTE | UPM – mi+d; 14/09/2015

En una investigación realizada en la ETSI Agrónomos de la UPM se han analizado los efectos de diferentes fertilizantes de zinc, de origen sintético y natural, en cultivos de cebolla bajo condiciones de invernadero. Dependiendo de las características de los suelos y de los complejos orgánicos aplicados, las cebollas obtenidas llegaron a tener hasta cuatro veces más contenido de zinc que cuando no se aportó zinc al cultivo, por lo que serían una buena fuente para satisfacer la ingesta diaria humana de este mineral recomendada por el National Research Council.

La deficiencia en zinc (Zn) es un problema nutricional muy común en los humanos, siendo una de las causas de esta deficiencia el bajo contenido de este elemento en los cultivos comestibles. El Zn es un micronutriente esencial para diferentes funciones en el cuerpo humano ya que es requerido para la actividad de enzimas involucradas en funciones metabólicas, bioquímicas, inmunológicas y clínicas. Por ello, numerosas funciones corporales se ven afectadas por esta deficiencia. Se estima que alrededor de un tercio de la población del mundo sufre este tipo de carencia nutricional que se está extendiendo a países desarrollados, especialmente en Europa.

El problema de la malnutrición mineral puede ser abordado con el incremento de la biodisponibilidad de elementos minerales en cultivos comestibles. Las estrategias agronómicas para aumentar las concentraciones de elementos minerales en los tejidos vegetales comestibles se basan generalmente en la aplicación de fertilizantes y/o en la mejora de la solubilización y movilización de los elementos minerales presentes en el suelo.

La biofortificación es un enfoque relativamente nuevo que tiene como objetivo mejorar el contenido de micronutrientes en los alimentos de origen vegetal de primera necesidad para mejorar el estado nutricional de la población. El aumento de micronutrientes en los cultivos se puede llevar a cabo mediante los métodos convencionales o métodos de ingeniería genética. La biofortificación agronómica a través de la fertilización aplicada sobre suelos, semillas y/o hojas ayuda a aumentar el contenido en nutrientes de los cultivos sin modificar la composición genética de los mismos.

En este tema lleva tiempo trabajando el Grupo de Investigación Contaminación de Agroecosistemas por las Prácticas Agrícolas de la Universidad Politécnica de Madrid. Así, han estudiado la influencia de diferentes complejos orgánicos de Zn de origen sintético y natural en la biofortificación agrónomica de la cebolla, cultivada en diferentes tipos de suelo, bajo condiciones de invernadero. Estos investigadores estudiaron la efectividad de ocho complejos orgánicos de Zn y la eficacia de las distintas fuentes se evaluó principalmente en términos de rendimiento y de concentración de Zn en planta, aunque también se estudiaron otros parámetros como el contenido en carotenoides y clorofila. Se determinaron además las concentraciones de Zn que quedaron en el suelo después del cultivo y a qué fracciones del suelo se encontraba asociado el micronutriente, así como la influencia de diferentes parámetros del suelo como el pH y el potencial redox en la efectividad de los diferentes fertilizantes de Zn.

La aplicación de los complejos orgánicos de Zn al cultivo de cebolla mejoró tanto el rendimiento como la concentración de Zn en las plantas y, dependiendo de las características de los suelos y de los complejos aplicados, el contenido de Zn en la planta llegó a ser hasta cuatro veces superior con respecto al contenido cuando no se aportó Zn al cultivo. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Scientia Horticulturae.

Artículo científico de referencia

Almendros, P.; Obrador, A.; González, D.; Álvarez, J.M. Biofortification of zinc in onions (Allium cepa L.) and soil Zn status by the application of different organic Zn complexes. SCIENTIA HORTICULTURAE 186: 254-265. DOI 10.1016/j.scienta.2015.02.023. APR 2015.

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