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Bosques de Borneo, Turberas, Pérdida de Biodiversidad y el Fenómeno del niño. Colaje: google images

 Hace unos meses, tras redactar un manuscrito y enviarlo a una revista indexada para su publicación, uno de los referees me reprochaba que no hubiera aclarado si el estado del territorio estudiado era debido a cambios naturales (incluyendo desastres naturales) o al impacto humano.  La mayoría de las veces, este tipo de cuestiones carecen totalmente de sentido, especialmente si a la hora de responder debemos retrotraernos varios milenios tras.  En la naturaleza, como cuando la mente humana busca contestaciones claras y rotundas, nos topamos con que las respuestas son ambiguas. Sabemos que entre el blanco y negros puros existen una infinidad de tonos grises. Pongamos un ejemplo. Sigue debatiéndose si la extinción de los dinosaurios  fue debida al impacto de un gran meteorito o a un periodo de enormes erupciones volcánicas. ¿Porque necesariamente debemos averiguar si fue uno u otro?. ¿No existen más alternativas?. Partiendo de que necesariamente uno de ambos eventos fuera el responsable de la extinción de aquellos enormes reptiles, siempre cabe una tercera posibilidad, tan plausible como las dos aludidas: ¡Ambos!. Y pueden ocurrir simultáneamente o uno tras otro, de tal forma que se llegara a producir un efecto sinérgico y/o en cascada.  Dos calamidades en la misma dirección pueden dar lugar a una enorme catástrofe.  No alcanzo a entender que entre los científicos se generen discusiones por un tipo de dicotomías tan infantiles, ya que no son incompatibles en modo alguno. Tal argumentación también puede utilizarse si nos centramos en dos impactos humanos que afectan negativamente a un territorio.

 Como veréis en la noticia que hoy exponemos las barbaridades que se encuentran actualmente realizando en las selvas pantanosas y turberas forestadas de Borneo, con vistas a su conversión en cultivos, aparte de ser dañinas para el medio ambiente y la preservación de la biodiversidad, generan más emisiones de carbono que las que se reducirían en las próximas décadas con plantas dedicadas a la obtención de biocombustibles (como el aceite de palma). Pues bien, bastaba con que se produjera un fenómeno del Niño más intenso de lo usual (lo cual no se encuentra necesariamente relacionado con el calentamiento climático, ya que existen pruebas de episodios semejantes en el pasado), para que el desastre se convirtiera en tragedia, como podréis observar. No cabe aquí hablar de desastre natural, sino de imprudencia temeraria humana que viola el venerado “principio de precaución”, tan usado por los políticos, como despreciado en la práctica. Estupidez humana pura y dura que ahora también atenta la salud pública, además de la vida salvaje 

 Juan José Ibáñez

 Vayamos pues con la noticia……..

 

Un post previo relacionado con el tema:

Cambio climático, Multinacionales y Fraude Científico

 Los incendios en Indonesia amenazan a poblaciones de orangután en peligro de extinción

 Los incendios forestales en Indonesia ponen en peligro a la única población de orangutanes salvajes, situación que ha impulsado a diversos equipos de científicos a desplazarse hasta Borneo para ayudar a resolver la situación.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario 10/11/2015

Meses de incendios fuera de control en Borneo y Sumatra, en el sureste asiático, han provocado la muerte de diecinueve personas y enfermedades respiratorias a medio millón de habitantes de esta región. La catástrofe ha situado a Indonesia al frente de los mayores contaminadores mundiales, un título especialmente incómodo de cara a la Conferencia sobre el Clima que se celebrará próximamente en París. Además de los costes humanos y climáticos, los incendios ponen en peligro a la única población mundial de orangutanes salvajes.

Según la revista Nature, la población local y la comunidad científica se afanan en proteger a los cincuenta mil orangutanes que se calcula que viven en Borneo y Sumatra. «Asediados por la tala, la caza, el comercio de animales y la expansión constante de las plantaciones de palma aceitera», los orangutanes deben ahora enfrentarse a la destrucción de su hábitat provocada por incendios en turberas y a los problemas respiratorios que provoca el humo que los rodea.

Nature se puso en contacto con Simon Husson, director del proyecto Orangutan Tropical Peatland Project del Reino Unido, que ha suspendido temporalmente sus actividades científicas para ayudar a los equipos de extinción locales. Husson declaró: «Más de la mitad de la población mundial de orangutanes vive en bosques pantanosos de turba, y todos y cada uno de estos ecosistemas están ahora en llamas en Borneo«.

Los orangutanes no son la única especie en peligro, por supuesto. En The Guardian se indica que los incendios están destruyendo «tesoros tan preciosos e insustituibles como los yacimientos arqueológicos arrasados por el Isis». También se mencionan otras especies amenazadas como la pantera nebulosa, el oso malayo, el gibón, el rinoceronte de Sumatra y el tigre de Sumatra, pero advierten de que la lista podría elevarse a «millares, quizá a millones».

Live Science informa de que los incendios se desataron por intentos de rozar de forma ilegal, mediante fuego, zonas de bosque para la producción de pasta de papel y aceite de palma. Discovery News cita a Greenpeace Asia, organización que sugiere que la catástrofe lleva años gestándose y podría haberse evitado: «Si no se modifica el estado natural anegado de las turberas, estas rara vez se incendian. Los bosques tropicales vírgenes comparten una resistencia similar ante los incendios. No obstante, la destrucción de bosques y turberas durante dos decenios, provocada por las plantaciones, ha convertido muchas zonas de Indonesia en un polvorín gigante«.

Los efectos de las llamas se han agravado a causa del patrón meteorológico extremo que ha generado este año El Niño. El resultado es toda una «catástrofe medioambiental», según Nature. The Guardian va más allá y denomina los incendios en curso un «apocalipsis ecológico«.

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