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Fuente: Colaje Imágenes Google

Una nota de prensa que habla sobre el recurso suelo y resulta ser ininteligible para el ciudadano medio, resulta ser una mala noticia”.

No cabe duda de que debo añadirlo a los post sobre mi “curso breve sobre periodismo científico”, como ejemplo de lo que nunca debe hacer un periodista, ya que me cuesta creer que los expertos consultados aceptaran este texto de haber leído consultados.  Una vez más, se constata la necesidad de ofrecer entrevistas, si y solo sí, uno puede revisar el contenido final, ya que muchos ¿periodistas científicos? no se enteran de lo que redactan. De no hacerlo, el resultado final resulta ser un flaco favor a su disciplina científica.

En principio, que se hable de la importancia del recurso suelo para la biosfera y la humanidad, es una buena nueva. Y algo está cambiando positivamente en la prensa a este respecto, al menos en España. Pero las razones son bastante complejas, por lo que ya comentáramos este asunto en otro momento. No obstante, todos sabemos que entre lo loable y lo lamentable existe toda una gama de matices. Eso sí, la que vamos a comentar muy brevemente hoy, se acerca más a lo lamentable que a lo loable, mal que me pese. Los edafólogos, como cualquier otro científico, no deberíamos participar sin exigir una supervisión previa de textos como el que abajo se exponen, so pena de que terminemos ruborizados. En muchos gabinetes de prensa, los “plumillas” no saben bien de lo que hablan, engarzando textos infumables, como veréis. Un documento tan solo inteligible para los que trabajamos en el tema, si bien, conforme vas leyendo, también atragantando. Del mismo modo, sorprende que, al margen de la ceremonia de la confusión generada, de los cuatro entrevistados, tan solo uno sea miembro de la Sociedad española de la Ciencia del Suelo, mientras que los restantes no. Tampoco esta sociedad aparece, por ningún lado, citándose a la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (SEAE), con la que mantengo buenas relaciones. A pesar de todo, la aparición de una, no es excusa  para omitir la otra, a la que más le correspondería lidiar en las materias más estrechamente relacionadas con el recurso suelo. Pues bien, la noticia de marras lleva por Título Proteger el suelo es un factor fundamental ante la sequía”. Obviamente, se trata pues de dos temas “relativamente” relacionados entre sí, lo cual no significa que con una aceptable cobertura de suelos, se almacene más agua,  en primera instancia, aunque habría que matizar mucho, lo reconozco. Empero, si no se describe al lector una clara y didáctica relación entre clima y suelo mejor no mentarla, ya que permanecerán en la inopia.

Tras una larga introducción a la prolongada sequía que ha padecido España en los últimos años, con una sola mención al medio edáfico: “el suelo ha sufrido las consecuencias de un periodo tan prolongado falto de agua, de ahí que varios expertos ven la necesidad de una ley y medidas para compensar los desequilibrios”. “ Qué llueva que llueva la Virgen de la cueva, los pajaritos cantan la luna se levanta, que si que no que caiga un chaparrón…..” ¿Cuatro expertos para qué? Sobraba con uno, o mejor ninguno, visto el producto resultante. Más adelante se menta: “(….) Unión Europea para la elaboración de una directiva para impulsar la conservación del suelo, que finalmente no se ha terminado”. Pues bien, entre los “expertos que participaron” en el primer intento de Directiva me encontraba yo personalmente. El devenir de la directiva, no estribó en que no se terminara, sino en que la UE, soslayó el texto previamente aceptado por el Parlamento Europeo, para su redacción e implementación. No se trató pues de un tema de finalización de la Directiva, sino más bien de la falta de voluntad política para que la tarea pudiera ser finiquitada.

Más adelante en el texto puede leerse “El suelo no es bien tratado” (¿violencia de género?). Nada que alegar, aunque el lector profano se preguntará a que suelo se refiere: ¿el del parqué de nuestras casas, el de las bursátiles, el de la calzada o a saber…..?.  Seguidamente surge otra frase confusa y contundente ¿En España «somos deficitarios en agua, y nuestros suelos no son ricos en disponibilidad de ese elemento natural?. Puedo captar la idea “entrelineas”. Por ejemplo, cuando escribí este post (hace un año aproximadamente) en los últimos meses había llovido bastante en España, lo cual no significa que sigamos siendo deficitarios: en la última década la precipitación ha sido menor de la habitual, por lo que  no se han logrado recargar debidamente una buena parte de los embalses. Los suelos no son ricos en agua (salvo algunos tipos que surgen por su exceso o defecto), a no ser que se encuentren ubicados en zonas con elevadas precipitaciones o en condiciones fisiográficas concretas. Empero de por sí, la cantidad depende de estos últimos factores, tanto como de las propiedades de la cobertura edáfica/pedológica, aunque sí puedan retener el líquido elemento durante más o menos tiempo. Por mucho que un suelo almacene adecuadamente el agua….

También debiera recordarse que una cuestión es que los embalses reduzcan su volumen de almacenaje por la falta de lluvias y otra bien distinta que en gran medida deba su situación se deba al exceso de consumo y al despilfarro, agrario urbano o industrial.  Incluso lloviendo en las mismas cantidades, el aumento de la superficie regada, consumo por el turismo, etc., pueden dejarnos ¡secos!, y más aun teniendo en cuenta de los miles de pozos ilegales que agotan los acuíferos sin control. Se trata de un tema muy serio que no suele ser correctamente descrito en la prensa, cuando no omitido, al mentarse la sequía.

Pero sigamos: Si el cambio climático va hacia mayor aridez, significa, entonces, que nuestros suelos serán cada vez más pobres”. ¿¿??. Más de lo mismo, el lector profano jamás entenderá, si no se le explica en palabras llanas, la “relación entre la aridez y la pobreza”. La falta de materia orgánica y escasa actividad biológica inducen a que el recurso suelo pierda materia orgánica, deteriorándose su estructura y, como corolario,  disminuya el potencial que tienen con vistas a retener agua, “en general”.  Los suelos no son seres humanos y el vocablo pobreza carece de sentido si no se refiere a algo en concreto. No hablamos de economía, ni de pobreza en el mundo, sino de un recurso natural.

Más adelante, y en referencia al cambio climático, sequía y desertización volvemos a leer lo siguiente: «La naturaleza del suelo va a cambiar, pero me preocupa más la contaminación, la erosión, que finalmente dará pie a la desertización«. Las propiedades de los suelos pueden modificarse en función del cambio en sus principales factores formadores (litología, fisiografía, clima, organismos vivos, tiempo y acciones humanas). La erosión actual e incluso eventualmente la contaminación, también modifican la composición de un suelo hasta cambiarlo de clase taxonómica. También en nuestros días, las mayores tasas de erosión son producidas por la acción del hombre, como también la contaminación y el clima (calentamiento climático). En consecuencia esta sentencia también resulta ambigua e ininteligible para los lectores que no entiendan “lo que supongo” que el experto deseaba decir. Repitamos: “»La naturaleza del suelo va a cambiar”: Y yo me pregunto ¿Qué es lo que va a cambiar del recurso en relación con la sequía?. El lector merece saberlo y yo recordarlo ¿?.

Seguidamente, Rubén Ruíz, al que no conozco personalmente, y como corolario, desconozco sus conocimientos de edafología, nos habla de sequías, reciclado del agua, etc., pero nada de suelos. Una nota de prensa que vincula dos fenómenos, en este caso la sequía/cambio climático y los suelos, no puede consistir en añadir perspectivas no solapantes de recursos distintos, espetadas por diferentes “expertos”, sin ningún nexo temático. En este caso sí existe tal vinculación, que no resulta ser precisamente el recurso suelo, sino la recurrencia de las sequías, por lo que el título de la noticia resulta a todas luces inadecuado, en caso de que realmente existiera alguno ya que…..

Más adelante cambia radialmente del discurso entrando en juego la Secretaria del Colegio de Ingenieros de Montes. Y así comienza señalando que “que la sequía está provocando que la vegetación obviamente tenga un “déficit hídrico muy importante, porque las capas más profundas de suelo se van agotando y al final la vegetación sufre ese estrés porque no está adaptada, no le da tiempo a acostumbrarse a la sequía«. “Las capas más profundas del suelo se van agotando”. Obviamente “el plumillas” omitió el vocablo agua. Pero en climas con estaciones contrastadas y carencia eventual o recurrente de agua, como lo son los mediterráneos y otros tipos semiáridos, tal hecho suele acaecer con harta frecuencia, ya que por su naturaleza las sequías son periódicas/recurrentes. Otra cuestión bien distinta estriba en que, con el tiempo, aumenten su intensidad y frecuencia (periodo de retorno) por los supuestos efectos del calentamiento climático.   Resumiendo, para variar, hay que “acostumbrarse” a las incoherencias del plumillas, que parece no enterarse de nada. Seguidamente la entrevistada (o el plumillas) nos informa de la despoblación/despoblamiento, para referirse al éxodo rural que sufren España y otros países, en donde los campesinos abandonan sus tierras y buscan trabajo y una vida ¿mejor? en las urbes. Este tipo de proceso, fue denominado y “aún lo es” “desertización del agro”, En su momento (década de los 90 del siglo XX), se produjo una controversia acerca de cómo usar los vocablos “desertificación y desertización”. En cualquier caso, la nota de prensa cambia de chip, introduciendo otro elemento que, en este contexto de una breve nota de prensa, sobra por ser a todas luces secundario. Lógicamente en un escrito más amplio se podrían explicar las relaciones entre el abandono del agro y sus repercusiones sobre los suelos, ecosistemas, incendios forestales y bla, bla, bla. Empero por el título, tales ítems no debían ser abordados más que como secundarios o marginales por cuanto lo no pueden ser bien tratados en escasas líneas.

Para terminar entra en acción Víctor Gonzálvez por la Sociedad Española de Agricultura Ecológica. Víctor nos habla de la iniciativa People4Soil. Se trata de una propuesta con la intención de aumentar el carbono orgánico de los suelos del mundo. Yo también firmé. Sin embargo,  seamos realistas. Se trata de una propuesta muy llamativa mediáticamente y poco o nada viable, como puede leerse en el siguiente análisis de esta propuesta: “Soil cannot halt climate change”. Al parecer se le “escurrió” a un político/a, aunque lo que extraña es la falta de análisis críticos serios por parte de la comunidad científica. ¡Primero la pasta y la publicidad, luego ya si es imprescindible…. la ciencia).  Víctor, finaliza “el espacio de texto” que le ha concedido “el plumillas” defendiendo que “deberíamos pensar en verde, como lo están haciendo en África con la construcción de la mayor muralla de árboles para contener la desertificación”. Pues bien, como en el caso anterior,  tal megaproyecto resulta ser de dudosa viabilidad (económica, logística) y eficacia (frenar los procesos de erosión/deposición de partículas del suelo o de naturaleza sedimentaria), lo cual ha sido señalado por diversos científicos, habiéndose redactado en este blog un post  que editaremos en breve y que llevará por título:Vergeles Agrícolas en Desiertos: El Papel de la Tecnología”.

Víctor, obviamente atesora una perspectiva agronómica de los suelos por lo que debe entenderse su discurso teniendo tal interés presente.  Una sola objeción a este experto. Esta estriba en mi absoluto desacuerdo a esta sentencia: “España no es un territorio forestal” ¿En que se basa? ¿Por qué actualmente las zonas llanas no suelen atesorarlos? España es un territorio eminentemente forestal o en condiciones naturales (sin las manazas del hombre) tiene vocación para “volver a serlo”.

Francamente se trata de una nota de prensa paupérrima, confundente más que clarificadora. Si lo que pretendía alegarse es que España debiera atesorar una ley para la protección de suelos y aguas, estoy completamente de acuerdo, con la salvedad de que los periodos de sequía no entran en  tal ecuación, aunque todo es matizable.  Ahora bien, si la UE no ha aceptado aun la directiva (más de 10-15 años han transcurrido desde que se la propuso a las Instituciones europeas), ¿como creen estos expertos que “los políticos valedores del solar hispano” (para la construcción) van a doblegarse a tal digna y necesaria súplica?. ¡Ya los conocemos!.  Jajaja.

Resumiendo, una noticia que habla sobre el recurso suelo y es ininteligible para el ciudadano medio, resulta ser una mala noticia.

Ya os dejo esta prodigiosa nota convertida por la gracia del plumillas en un rompe cabezas, ya que aquél no se entera de nada: caos puro y duro.

Juan José Ibáñez

Continua…….

Proteger el suelo es un factor fundamental ante la sequía

Las precipitaciones de las últimas semanas han aliviado la sequía que afecta a España desde hace cuatro años, sin embargo, el suelo ha sufrido las consecuencias de un periodo tan prolongado falto de agua, de ahí que varios expertos ven la necesidad de una ley y medidas para compensar los desequilibrios.

Las lluvias caídas los últimos días han permitido que los embalses en España lleguen a almacenar la pasada semana 26.307 hectómetros cúbicos, lo que representa el 46,9% de su capacidad total, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). Sin embargo, el embalse del Segura se encuentra al 17,63% de su capacidad y el Júcar al 27,66% y los del Guadalquivir y Cuenca Mediterránea Andaluza no llegan al 40% (39,7% y 37,8%, respectivamente).

Pero, además, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las precipitaciones están por debajo de su valor normal, especialmente están por debajo del 75% en la mitad sur de Aragón y este de la provincia de Guadalajara, al noreste de Cataluña. Asimismo, en el levante peninsular en una franja entre Barcelona y el norte de Alicante, en las provincias de Murcia y Almería, en áreas aisladas al oeste de Extremadura y Huelva, en Islas Canarias más occidentales y al sur de Gran Canaria y Fuerteventura.

MÁS OLAS DE CALOR Y SEQUÍA

Los pronósticos futuros advierten de que la falta de lluvias irá in crescendo, ya que habrá cada vez más olas de calor y los periodos de sequía serán cada vez más prolongados. Cuatro expertos consultados por Efeverde sobre la situación del suelo han coincidido en señalar la necesidad de desarrollar políticas a largo plazo que ayuden a paliar la sequía y el empobrecimiento del suelo. El catedrático de Edafología y Química Agrícola de la Universidad Autónoma de Madrid, Raimundo Jiménez Ballesta, manifestó que hace algunos años se formaron varios grupos de trabajo en la Unión Europea para la elaboración de una directiva para impulsar la conservación del suelo, que finalmente no se ha terminado.

CATEDRÁTICO DE LA UAM

«El suelo no es bien tratado y desde luego por los políticos no«, señaló el profesor del Departamento de Geología y Geoquímica de la Facultad de Ciencias, y aseguró que «los científicos hacemos lo que podemos«. En España «somos deficitarios en agua, y nuestros suelos no son ricos en disponibilidad de ese elemento natural, no tenemos la mejor perspectiva. Si el cambio climático va hacia mayor aridez, significa, entonces, que nuestros suelos serán cada vez más pobres. Las plantas que se acomodarán serán cada vez menos exigentes en agua».

«La naturaleza del suelo va a cambiar, pero me preocupa más la contaminación, la erosión, que finalmente dará pie a la desertización«, sostuvo el catedrático autor, entre otros libros, de Los suelos del Parque Natural de las Tablas de Daimiel o del Atlas de suelos vitícolas de Castilla-La Mancha. Jiménez Ballesta aseveró que «los monocultivos y los sistemas intensivos de cultivo y producción han provocado un empobrecimiento en minerales, vitaminas y otros nutrientes en el suelo, y por lo tanto en los alimentos«.

El director de la Dirección Estratégica de Suez España, Rubén Ruíz, destacó que «venimos de tres años de sequía hidrológica», ha llovido mucho menos de lo habitual y los embalses están por debajo de la media de los últimos diez años.

SUELO MUY SECO

«Además, el último otoño ha sido el segundo más seco desde que hay mediciones -según la Aemet-, el suelo está muy seco«, señaló Ruiz. «Esto hace que los acuíferos hayan bajado de nivel y la agricultura haya sufrido muchísimo«. Pero las «soluciones para la sequía hay que plantearlas cuando no hay sequía», con una «planificación a medio y largo plazo».

UTILIZACIÓN DE AGUA RECICLADA

Se debería potenciar la «reutilización del agua», se hace «mal al no considerar el agua reciclada como una fuente sostenible, una fuente viable desde el punto de vista económico, y en algunos ámbitos del país debería ser imprescindible para garantizar la viabilidad de los sistemas hídricos». Por ejemplo, «en el caso del área metropolitana de Barcelona, el agua reciclada podría ayudarnos a abastecer alrededor de un 30 por ciento de las necesidades de esa zona», sostuvo Ruiz.

Haciendo referencia a un artículo del periódico Las Provincias, de Valencia, manifestó que en la Comunidad Valenciana «solo se reutiliza el 50 por ciento del agua residual, «que es el porcentaje que se pedía en su día de trasvase del Ebro para esa región«. Pero, además, el cambio climático «está haciendo que los datos históricos de plubiometría y sequía ya no sean tan fiables«, destacó Ruiz, y añadió que según estudios de la Universidad Politécnica de Cataluña, en los últimos diez años, en los ríos mediterráneos el «aporte de lluvia ha descendido un 20 por ciento. Eso significa que «vamos a tener menos recursos, menos lluvias, encima más tormentas que no permitan aprovechar esa agua, y sequías más frecuentes y severas».

Por ello, y ante un posible aumento de la demanda de agua a nivel global y la disminución de las fuentes tradicionales de agua, es necesario pensar en nuevos «mix» de aportes del líquido elemento. De ahí que la reutilización es «un factor estratégico que deberíamos abordar a nivel país» junto con la desalación.

DÉFICIT HÍDRICO EN LA VEGETACIÓN

La Secretaria del Colegio de Ingenieros de Montes, Margarita Hernández, afirmó que la sequía está provocando que la vegetación obviamente tenga un «déficit hídrico muy importante, porque las capas más profundas de suelo se van agotando y al final la vegetación sufre ese estrés porque no está adaptada, no le da tiempo a acostumbrarse a la sequía». Las olas de sequía más largas en el tiempo y las precipitaciones por debajo de la media, son factores que condicionan la propagación de incendios, «de ahí la necesidad de poner en práctica políticas forestales a largo plazo que tomen en cuenta estos fenómenos«.

La secretaria del Colegio de Ingenieros de Montes ve prioritario, además, que la población de cada lugar, «sea capaz de gestionar los recursos (forestales) para vivir» y evitar así uno de los problemas más graves de los pueblos españoles: la despoblación.

LUCHAR CONTRA LA DESPOBLACIÓN

«Recientemente salió un mapa europeo sobre despoblación en el que hay zonas de España comparables a Laponia«, sostuvo, por ello se muestra partidaria de los incentivos y ayudas para fomentar la vida en el campo y evitar la concentración de población en ciudades y costas. «Es un tema de conciencia general y a nivel político», es un tema «muy complejo pero ahí está la clave para combatir la despoblación», aseguró.

El portavoz de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (SEAE), Víctor Gonzálvez, explicó que junto con otras agrupaciones europeas mediante la iniciativa People4Soil, el año pasado lograron recoger más de medio millón de firmas para pedir a la Unión Europea «una ley de protección del suelo como ya hay una de agua«.

EROSIÓN DEL SUELO

En España hay un problema de «erosión de suelo potente, más acusado en la mitad sur del territorio -donde podría ser casi de un 60%- , y donde se corre el peligro de que se pierda el suelo», aseguró Gonzálvez.  «La sequía se ha notado cada vez más en los suelo al estar desnudos, sin protección«, aseveró y añadió que las lluvias están aliviando la situación y esperamos que se corrija», pero «hay que tomar medidas de corrección para que no ocurran este tipo de desequilibrios que los dejan desprotegidos».

Tener árboles es una buena política, mantenerlos durante las épocas de sequía ayuda a que el ciclo hídrico se mantenga y no haya tanto impacto de falta de agua y de erosión de suelo, explicó Gonzálevez.

LEY DE PROTECCIÓN DEL SUELO

«Demandamos a la Administración que se haga una ley que proteja el suelo como una riqueza para producir alimentos y que no sea solamente un soporte físico para hacer construcciones», dijo. «Si no hay agua, no hay vida, no hay movilización de microorganismos, no hay dinamización de los minerales del suelo para que se transformen en alimento de las plantas y que las plantas a su vez vuelva a dejar caer materia orgánica para enriquecer el suelo y que a su vez alimenta otra vez la vida«.

España no es un territorio forestal, aunque tiene una gran extensión de zonas montañosas y cordilleras, por lo que pensamos que debería protegerse todo lo que tenga un mínimo de cobertura vegetal para que se mantenga el ciclo de agua que debe mantenerse, concluyó.

Tal vez puestos a construir murallas, los «humanos» deberíamos pensar en verde, como lo están haciendo en África con la construcción de la mayor muralla de árboles para contener la desertificación, factor causante de miles de muertes, desnutrición y migraciones masivas ante la falta de alimentos.

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