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Fuente: Colaje Google Imágenes

 Los defensores de las tecnociencias, la política científica de los gobiernos con sus planes nacionales de investigación, y los medios de comunicación de masas, suelen vendernos que los equipos numerosos e interdisciplinares, junto con sus grandes y onerosas instalaciones instrumentales se encuentran mucho más preparados para el progreso de la ciencia, perdón ¡tecnociencia!. que los demás Las noticia que os voy a traducir hoy publicada originalmente en Inglés (Nature Letters)  viene a desmontar la mentada falacia. Tal concepción, entra en la categoría que en un post editado hace ya 11 años denominamos Verdades y Falsas Verdades en Ciencia: “Los Tópicos Impregnantes”. Al final damos como cierto muchos de ellos, de tanto leer tal aserto, sin percatamos que tiene el mismo valor de las fake news. No es que estén equivocados, sino que son mentirosos. Hemos venido defendiendo desde hace 15 años que son las mentes creativas en momentos de “iluminación las que cambian el mundo”. Por lo tanto, yerran nuestras autoridades cuando ponen todas sus esperanzas en este tipo de “gran ciencia”, en lo que respecta al tamaño, aunque este tema sea relativamente independiente de la dudosa grandeza la tecnociencia. Y ellos lo saben, ya que muchas de las empresas actualmente más cotizadas del mundo se iniciaron por una mente maravillosa o por un grupo de ellas. Y la carta a la revista Nature así lo constata con contumacia, ya que los autores que en este caso si debieron hacer uso de las(os) denominadas big data, datamining y meta-análisis. Lo intuyo por la cantidad de escritos que dicen haber revisado.  Más concretamente, como veréis abajo, señalan que “Aquí analizamos más de 65 millones de documentos, patentes y productos de software que abarcan el período 1954-2014, y demostrar que a lo largo de este período, los equipos más pequeños han tendido a alterar la ciencia y la tecnología con nuevas ideas y oportunidades, mientras que los equipos más grandes han tendido a desarrollar los existentes”. La ciencia, la gran ciencia, pero también ocurre en tecnología, es coto casi privado de ideas disruptivas. Abajo os dejo algunas noticias sobre la acepción del término actualmente, ya que con anterioridad, o en otros ámbitos del conocimiento, el palabro “disruptivo” alberga muy variopintos significados. Resumiendo, los grandes equipos e instalaciones “en general” (hay investigaciones que efectivamente sí requieren este tipo de enormes entramados por necesidad) suelen tender a llevar a cabo hacen lo que Kuhn denominaría ciencia normal, mientas que los pequeños generarían algo más cercano a los cambios de paradigma. Se trata de cambios bruscos, rompedores que crean un punto de inflexión, es decir un antes y un después. Por el contrario, la tecnociencia tiende a promover, con sus urgencias y cortoplacismos, productos que tengan una gran aceptación en el mercado inmediatamente. Así pues, los primeros y actualmente despreciados grupos de investigación con tamaño reducido son en realidad el sustento casi indispensable de los segundos. Empero mientras la mayoría de ellos son ignorados (sin negar  que una minúscula élite de estos investigadores han entrado en el ranking de los personajes más ricos del mundo”) los últimos son promocionados y altamente incentivados por los dichosos planes nacionales de I+D+i.  Es decir, que un falso tópico impregnante revolotea en la cabeza de nuestros sesudos gestores, dando lugar a que la financiación y programas estratégicos sean menos eficientes que lo que debieran.

 Cierto es que existen las denominadas starups  e incubadoras de empresas, entre otras herramientas de las tecnociencias que ayudan a que jóvenes emprendedores den los primeros pasos en sus iniciativas pre-tecnológicas o tecnológicas. Algunas de ellas pueden y tienen éxito, mientras que la mayoría no. Es algo lógico, cuando hablamos de ciencia creativa y tecnología disruptiva. Este ha sido el caso de España, por poner el ejemplo que mejor conozco. Sin embargo, una vez patentado un diseño/tecnología/ procedimiento/etc. ingenioso, la mayoría de ellos (sus patentes) son adquiridos por grandes empresas, que pagan por adueñarse de ese valioso botín. Tal hecho significa que los brillantes emprendedores logran una buena ganancia, pero también que la mayor parte del beneficio del producto lo recibirán las grandes empresas multinacionales, en la mayoría de los casos. Y así se llega a la paradoja que los creativos pasan a ser meros suministradores de ideas innovadoras para el gran capital que vende mercancías. Este problema resulta tanto más grave cuando más rácano, conservador y miope sea el empresariado de un país, como ocurre en España. De todos modos, los empresarios latinos de ambos lados del atlántico, no se caracterizan por invertir en innovación y menos aún de capital riesgo, también denominado emprendedor. Finalmente, las ideas y sus beneficios terminarán en manos de los Estados más poderosos y su tejidos empresariales, con independencia de donde nacieron. ¿No salen ganando siempre los mismos?.

 Las autoridades Europeas llevan varias décadas muy preocupadas por el hecho de que sus esfuerzos y recursos en materia de investigación y desarrollo, terminan generando menos beneficios financiaros comparativamente que en EE.EE. Es decir somos menos “tecno-competitivos Este hecho es conocido como la “paradoja europea”. Y en tal contexto, por ejemplo, España sería la paradoja de la paradoja Europea, ya que todo termina siendo más histriónico y decepcionante. Obviamente si la Unión Europea no logra alcanzar los beneficios que en EE.UU. se debe a un problema de la propia «in»-cultura empresarial, que no de la ciencia y la tecnología que atesora. Por lo tanto, cabría devolver la pelota a los empresarios y directivos que exigen que las universidades y centros de investigación que presten atención a las necesidades de sus empresas. Desean que desde el sector público se les haga casi todo el trabajo y financie la mayor parte del mismo, con vistas a que ellos vayan engrosando sus cuentas bancarias. ¿No sajen ganando siempre los mismos? ¡Así sale vencedor cualquiera!. Los dados se encuentran fuertemente cargados.

 Visto lo visto, nada de lo que pretende la tecnociencia parece razonable, sino meramente colonizador y mezquino, al menos en la mayoría de los Estados. Y así la Ley de San Mateo se torna en una Ley bajo el imperio de la economía globalizada que sufrimos.  ¿Qué ocurre en Latinoamérica? ¿Qué piensan por allí los filósofos de la tecnociencia?. No os preocupéis será  también un tema capital de este curso de Filosofía de la tecnociencia.

Juan José Ibáñez

Continuemos y sorprenderos………..

 

 Post previos de nuestro curso de la tecnociencia

 De la Filosofía de la Ciencia a la Filosofía de la Tecnociencia (Nuevo Curso Básico y Sus Razones)

 Historia de la Tecnociencia: De la Ciencia a La Macrociencia Temprana

Tecnociencia Definiciones y Objetivos

Historia de la Tecnociencia: De la Ciencia a La Macrociencia Temprana

De la Bigscience a la Tecnociencia (La Macrociencia Tardía)

Large teams develop and small teams disrupt science and technology

Lingfei Wu, Dashun Wang y James A. Evans

Nature Letters

https://doi.org/10.1038/s41586-019-0941-9

Letter | Published: 13 February 2019

 Abstract

 Una de las tendencias más universales de la ciencia y la tecnología actual es el crecimiento de grandes equipos en todas las áreas, a medida que los investigadores solitarios y los pequeños equipos disminuyen en prevalencia. Los aumentos en el tamaño del equipo se han atribuido a la especialización de las actividades científicas, las mejoras en la tecnología de la comunicación o la complejidad. De los problemas modernos que requieren soluciones interdisciplinares. Este cambio en el tamaño del equipo plantea la cuestión de si y cómo el carácter de la ciencia y la tecnología producidos por los equipos grandes difiere del de los equipos pequeños. Aquí analizamos más de 65 millones de documentos, patentes y productos de software que abarcan el período 1954-2014, y demostrar que a lo largo de este período, los equipos más pequeños han tendido a alterar la ciencia y la tecnología con nuevas ideas y oportunidades, mientras que los equipos más grandes han tendido a desarrollar los existentes. El trabajo de equipos más grandes se basa en desarrollos más recientes y populares, y la atención a su trabajo llega de inmediato.

 Por el contrario, las contribuciones de los equipos más pequeños buscan más profundamente en el pasado, se consideran disruptivos/perjudiciales  para la ciencia y la tecnología aunque a veces pueden alcanzar éxito en el futuro, si es que lo hacen. Las diferencias observadas entre equipos pequeños y grandes se magnifican para un trabajo de mayor impacto, con equipos pequeños conocidos por trabajo disruptivo y equipos grandes para el trabajo en desarrollo. Las diferencias en el diseño del tema/o línea a estudiar, y la investigación desarrollada explican una pequeña parte de la relación entre el tamaño del equipo y la disrupción; la mayor parte del efecto se produce a nivel individual, a medida que las personas se mueven entre equipos más pequeños y más grandes. Estos resultados demuestran que tanto los equipos pequeños como los grandes son esenciales para una ecología floreciente de la ciencia y la tecnología, y sugieren que, para Para lograrlo, las políticas científicas deben apuntar a apoyar una diversidad de tamaños de equipos.

 Tecnología disruptiva: ejemplos actuales e históricos

La tecnología disruptiva es una innovación tecnológica que deja totalmente obsoletas las que se estaban usando hasta ese momento. En el momento actual con el gran número de innovaciones que se producen, las empresas están obligadas a renovarse de manera constante para evitar quedarse atrás en la carrera con sus competidores….

Ejemplos actuales e históricos de innovación disruptiva

La innovación disruptiva puede transformar por completo una empresa, un sector o toda una economía. Una innovación disruptiva podría ser capaz incluso de crear una nueva industria a su alrededor.

 Podríamos definirla como una innovación que crea un nuevo mercado o que eventualmente puede interrumpir un mercado existente siendo capaz de desplazar de ese mercado a las principales empresas y productos. Esto se puede hacer aprovechando nuevas tecnologías y también desarrollando nuevos modelos de negocio y empleos. Hay que dejar claro que no se trata de una mera innovación que mejora algo que ya existe. La innovación disruptiva crea un nuevo mercado de masas, como el que se creó con la aparición de ordenadores personales, por ejemplo. Veamos algunos ejemplos adicionales al de los ordenadores.

 La era disruptiva por Javier González-Olaechea Franco| Columnista invitado. El mundo que vivimos ya no existe. El signo distintivo de esta era es la generación de conocimiento e inteligencia artificial aplicados a la producción digital, satelital y robotizada de bienes y servicios. (…) Transitamos vertiginosamente de una era de cambios a un cambio de era: la Era Disruptiva, un nuevo tempus Guttemberg.

Disruptive es la ruptura brusca especialmente determinante. El signo distintivo de esta era es la generación de conocimiento e inteligencia artificial aplicados a la producción digital, satelital y robotizada de bienes y servicios.  Involucra factores, entornos, hechos, vivencias, valores y acontecimientos con exponencial tendencia irreversible.

Werner Weisenberg, Nobel de Física a los 31 años, padre de la física cuántica, afirmó hace más de 80 años: “Todo tiene que ver con todo en todos los puntos y en todo momento; todo es relación y nada existe fuera de esa relación”. La certeza en la Era Disruptiva.(…) La Era Disruptiva es una realidad, vive en nuestras mentes. Y solo existe lo que pensamos que existe, lo concebido, condicionando nuestras decisiones desde nuestras percepciones.

 

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2 comentarios

  1. Me parece muy interesante su punto de vista, para mí hasta el día de hoy desconocido. Me gustaría continuar recibiendo sus artículos y demás.

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