¿Se Puede recuperar la degradación de los suelos en Latinoamérica?

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Fuente: Taringa

Alianza por el Suelo implementa un ambicioso plan para recuperar los suelos de Sudamérica. Hoy comenzamos por el título, ya que políticos y gestores parecen pensar que sí es viable, con vistas a erradicar el hambre de la región. ¿Qué es lo que pienso yo?. Pues sinceramente que se trata de una entre otras tantas quimeras. También soy de los que suele utilizar la expresión nacida en las revueltas francesas de mayo de 1968: ¡Se realista, pide lo imposible!. Como exclamación de una protesta ciudadana se me antoja preciosa, pero cuando procede de políticos y gestores, la verdad es que no me creo nada de nada. No se trata de que la FAO no promueva esta iniciativa con la mejor de sus intenciones, sino que muestro mi escepticismo acerca de que las instituciones nacionales e internacionales la implementen con una generosa financiación y los recursos necesarios. Vuelvo a recordar que en Europa, cuando se puso sobre la mesa el coste de descontaminar los suelos del continente hace ya más de 10 años, los gobiernos de los países miembros se negaron a financiar tamaña empresa, debido a que son necesarias cantidades de dinero escandalosas. Teniendo en cuenta que la comparación de las las economías y poderío financiero de ambos espacios geográficos (……) las conlusiones a que llego son palmarias. Más aun, como podréis leer en la noticia que os mostramos en detrás de esta entradilla, uno de los entrevistados alegó  Sin suelos sanos y fértiles no podremos lograr la meta que han asumido todos los gobiernos de nuestra región: erradicar el hambre al año 2025, ni tampoco podremos enfrentar los desafíos del cambio climático y el desarrollo sostenible«. ¿Algún ciudadano un poco ilustrado  puede pensar que en 2025 habremos acabado con el hambre en el mundo?. ¿Si?, Entonces debe ir al psiquiatra y re-graduarse las gafas, ya que todo indica que nuestra civilización camina en sentido contrario.  Personalmente tengo la impresión que nuestra clase política vine en un universo paralelo, en donde se piensa con cordura y se actúa con forme a ella. Pero vivimos en un mundo completamente distinto, bajo una dictadura financiera que se carcajea de todo lo que dice, piensa y propone la ONU (FAO).

No obstante si de esta Alianza se obtienen algunos resultados positivos nos podemos dar por satisfechos. ¿Un Centro Latinoamericano de Investigación y Desarrollo sobre Suelos? ¿Un plan con vistas a llevar a cubrir los casos más graves y perentorios? ¿Una evaluación (inventario) concienzuda y geográficamente detallada de lo que se necesita en cada espacio geográfico? Tras años de conocer, por ejemplo, la enorme tragedia que sufrió Haití, ¿se han paliado los daños y el hambre? ¿Los gobiernos de los países industrializados e instituciones internacionales cumplieron sus promesas de asistencia y financiación con los desdichados ciudadanos del mentado país?. Si este fue el caso de un Estado de escasas dimensiones, imaginaros cuando se pretende abordar todos los desmanes de un continente. Lo dicho, “misión imposible”, en Latinoamérica, como en cualquier otra región y continente del globo. Pero si la alianza latinoamericana logra progresar algo, bien venido sea. Ojalá avancemos aunque sea un poquito.

Llevo decenios escuchando declaraciones como esta de todo tipo de instituciones. ¿Se ha cumplido alguna?. ¡no!. Haría falta un estudio de todo tipo de convenios y declaraciones que se han ratificado en la ONU (FAO en este caso) y finalmente han llegado a buen puerto. A todos se nos caería la cara de vergüenza.  

Aclaremos algún comentario de la nota de prensa en la que se confunde la velocidad con la quietud:Otro desafío asociado a la degradación es el problema vinculado a la baja fertilidad, que afecta a una gran parte de los suelos de la región: cerca del 50% de los suelos de América Latina y el Caribe sufren deficiencias de nutrientes. En esta sentencia se confunde lo natural con lo degradado, ya que gran parte de esos territorios, pobres en nutrientes, lo son por naturaleza, al estar desarrollados sobre cratones antiguos, es decir con coberturas edáficas y regolitos muy evolucionados, y como corolario lixiviados y pobres en nutrientes. ¡Mal empezamos!.

Insisto que si tal iniciativa sirve para progresar un poco ya podría considerarse un éxito, pero el objetivo final devedrá en una ,era ilusión, una fantasía.

Sin embargo, la nota de prensa ofrece información interesante y breve sobre los problemas de lo suelos de Latinoamérica que es digna de destacar y guardar por cuanto suelen escasear las evaluaciones a escala continental, Posiblemente se trata de cifras muy, pero que muy aproximadas, pero algo es algo.

Me gustaría ser entusiasta y optimista, pero los hechos y la historia son recalcitrantemente contundentes, mientras no existe síntoma alguno de que la humanidad y, especialmente ¡sus gobernantes! ofrezcan el menor síntoma de contrición.

Pero seamos realistas y pidamos lo imposible, a ver hasta dónde podemos llegar a pesar de todo. Os dejo con la nota de prensa, reiterando que nos interesa más estos escasos datos que por las quimeras.

Juan José Ibáñez

Alianza por el Suelo implementa un ambicioso plan para recuperar los suelos de Sudamérica.

Cerca del 50% de los suelos de América Latina y el Caribe sufre deficiencia de nutriente y la degradación afecta hasta la mitad del territorio de algunos países.

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Año Internacional de los Suelos

04 de noviembre de 2015, Santiago de Chile – Representantes de los países que conforman la Alianza Sudamericana por el Suelo aprobaron un plan que busca promover el uso y manejo sostenible de este recurso para garantizar la seguridad alimentaria, señaló hoy la FAO.

Sin suelos sanos y fértiles no podremos lograr la meta que han asumido todos los gobiernos de nuestra región: erradicar el hambre al año 2025, ni tampoco podremos enfrentar los desafíos del cambio climático y el desarrollo sostenible», señaló Benjamín Kiersch, Oficial de Tenencia de la Tierra y Recursos Naturales de la FAO.

En la reunión realizada en Paysandú, Uruguay, la Alianza Sudamericana esbozó un proyecto para intercambiar experiencias en conservación, intensificar la cooperación científica y homogenizar los métodos y calidad de las mediciones del suelo.

“Frente al riesgo agroclimático del eventos como El Niño, que impactan el suelo, el trabajo de la Alianza es de vital importancia para la región”, explicó Kiersch.

La Alianza Sudamericana busca promover el uso y manejo sostenible del suelo para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, la adaptación al cambio climático, la provisión de servicios ecosistémicos y el desarrollo sostenible.

Facilita los vínculos con programas y actividades de manejo nacional y local del suelo, con miras a fortalecer el trabajo conjunto y el desarrollo de sinergias, ya que actualmente los países de la región no cuentan con legislaciones adecuadas para la protección del suelo, y la mayoría de los marcos legales existentes son escasamente aplicados debido a deficiencias técnicas, institucionales y políticas.

Un recurso clave en riesgo

La erosión del suelo afecta a toda la región, con más de la mitad del territorio de algunos países severamente dañado debido a la mala gestión y uso de los recursos naturales.  

Según la FAO, el 14% de las tierras con algún grado de vulnerabilidad a la degradación en el mundo se encuentran en América Latina y el Caribe, afectando a 150 millones de personas. En Mesoamérica, la erosión y degradación afectan el 26% del territorio.

Otro desafío asociado a la degradación es el problema vinculado a la baja fertilidad, que afecta a una gran parte de los suelos de la región: cerca del 50% de los suelos de América Latina y el Caribe sufren deficiencias de nutrientes.

En total, cerca de un 20% de los suelos de la región son áridos, mientras que un 10% presenta limitaciones de drenaje. La intensificación del uso de la tierra (por ejemplo, en la Amazonía), la contaminación de suelos en zonas dedicadas a la actividad petrolera, y cambios de uso del suelo para ampliar la frontera agrícola, son también realidades que agravan la degradación del suelo.

“Todos estos factores limitan la capacidad de comunidades y gobiernos para garantizar la seguridad alimentaria y la erradicación del hambre”, explicó Kiersch.

Con respecto al cambio climático, el rol de los suelos es fundamental por su alta capacidad para almacenar carbono orgánico en el primer metro de profundidad, y sostener pisos de vegetación, contribuyendo de forma complementaria a la regulación climática.

Cinco pilares para un suelo sano

El Plan que la Alianza Sudamericana está implementando en los diez países que la conforman se centra en los cinco pilares de la Alianza Mundial por el Suelo (AMS).

El pilar 1 promueve el manejo sostenible del suelo y mejoramiento de la gobernanza para su protección y productividad sostenible. El plan subregional busca definir las principales zonas agroecológicas en América del Sur y reunir un conjunto de prácticas adecuadas para evitar pérdidas irreversibles del suelo.

El segundo pilar fomenta la inversión, la cooperación técnica, el desarrollo de políticas, la educación, concientización y extensión sobre el recurso suelo, e incluye medidas para fomentar inversiones para fomentar la cooperación Sur-Sur, la creación de un Observatorio de políticas.

El pilar tres promueve el desarrollo e investigación aplicada con enfoque en las brechas y prioridades, buscando sinergias con acciones productivas, ambientales y de desarrollo social.

El cuarto pilar busca el mejoramiento de la calidad y cantidad de los datos e información de suelos: busca generar una base de datos de bibliografía sudamericana sobre suelos y fortalecer el Sistema de Información de Suelos de Latinoamérica (SISLAC), entre otros.

El último se centra en la armonización y establecimiento de guías voluntarias sobre métodos, mediciones e indicadores para fortalecer el manejo y protección del recurso suelo.

 Date 05/11/2015

 External URL http://www.fao.org/americas/noticias/ver/en/c/342017/

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