1-mas-que-un-superreino-bajo-el-suelo 

Fuente: Colaje Google imágenes

En noviembre de 2018 apareció la asombrosa noticia que os comentamos hoy en la prensa general, tras la publicación de un artículo en la revista Nature. Los resultados parecen, más que asombrosos, ¡increíbles!. Se trata de una extraordinaria forma de vida que fue identificada en una muestra de suelo, forestal bajo ambientes fríos. De hecho, sus primeras descripciones fueron ya realizadas en el siglo XIX.  Sin embargo, a pesar de reconocerse su rareza, su  adscripción al árbol de la vida no quedó aclarada. Ahora con un enorme arsenal tecnológico, ciertos investigadores han verificado que no se trataba de microrganismos que encajaran en alguna de las ramas del árbol de la vida hasta ahora aceptadas en la jerarquía taxonómica, por cuanto ni tan siquiera pueden ser adjudicados en ninguno los tres reinos actualmente reconocidos de los eucariotas, es decir, hongos, animales y plantas, (a pesar de atesorar núcleo, etc.) Los autores piensan que tal clase de organismos pueden tener más de 1.000 millones de años de existencia. Y ahí estaban, esperando a que algún biólogo bajara la cabeza hacia el suelo y los detectara, aunque fuera por serendipia. Eso sí, habrá que esperar a que la comunidad de taxónomos les asigne un hueco, posiblemente, en la cúspide del mentado árbol de la vida. De momento, tras el hallazgo, comenzará el debate. Los autores reclaman su ubicación por las nubes. Estaría bien, pero ¡tiempo al tiempo!.   

Sin embargo, este hallazgo vuelve a poner encima de la mesa la cuestión de la escasa atención que las ciencias de la vida otorgan al estudio de la biología en los suelos y su bioprospección. Del mismo modo se constata que no conocemos casi nada de las entrañas de los suelos y de los habitantes que allí moran, y menos aún por tanto, del árbol de la vida en nuestro ¡planeta!, antaño azul y hoy virando hacía el marrón, gracias a nuestros destrozos biosféricos.  Sigamos mirando a Marte y despilfarrando ingentes cantidades de dinero. No dudo del valor de analizar si existe, o existió, vida en el regolito marciano. Ahora bien, no alcanzo a vislumbrar racionalidad científica que pueda avalar tal asimetría de intereses. Marte vende en los medios de comunicación y en las agendas científicas, mientras que el estudio de los suelos terrestres no, a pesar que nuestra supervivencia, hoy por hoy, depende de que los usemos y preservamos con cautela.  ¡Así nos va!. Os muestro una noticia en inglés, su aproximada traducción al castellano parecida en el rotativo español ABC, así como el resumen del artículo original. Por favor leerlos, ya que no tiene desperdicio.

Juan José Ibáñez

Continúa…….

¿Son estas las criaturas más raras de la Tierra?

FECHA | 21.11.2018; FUENTE | ABC Ciencia

El hallazgo de dos nuevos organismos obliga a añadir una nueva rama al Árbol de la Vida

Son extraños, muy extraños. Tanto, que los investigadores no saben en qué rama del Árbol de la vida deberían colocar a estos organismos recién descubiertos en Canadá. Por eso, proponen en un artículo de Nature que se cree una nueva clasificación, especialmente pensada para ellos.

Los organismos, dos especies de microbios hasta ahora desconocidas y encontradas en una muestra de tierra canadiense, resultan tan diferentes a todo lo conocido que los investigadores no han tenido más remedio que reorganizar el Árbol de la Vida para dejarles un espacio.

Las criaturas, asignadas al reino Protista, el que contiene a todos los organismos eucariontes (hechos de células con núcleo y membrana) que no pueden ser clasificados en los otros tres reinos eucariotas (Hongos, Animales y Plantas), fueron colocados al principio en un grupo denominado hemimastigotes, pero los primeros análisis genéticos revelaron que tampoco ese era su lugar, ya que resultaron ser mucho más extraños de lo que nadie había llegado a sospechar.

Los primeros hemimastigotes fueron observados a principios del siglo XIX y clasificados como un Phylum aparte dentro de un «super reino» mucho más grande, aunque los biólogos de aquella época ya reconocían que no sabían exactamente dónde colocarlos.

Pero las nuevas evidencias halladas en su ADN demuestran que estas criaturas son, también, completamente diferentes a todas las formas de vida de este super reino. De hecho, los investigadores creen que los hemimastigotes podrían ser representantes de un reino propio y completamente nuevo para la Ciencia. Lo que obligaría a añadir una nueva rama al Árbol de la Vida.

RAROS Y TORPES

Las especies recién descubiertas tienen un cuerpo oblongo, rodeado por filas de flagelos en forma de hilo. Cuando los investigadores pudieron verlos por primera vez en imágenes 3D obtenidas con microscopios electrónicos de barrido, se quedaron boquiabiertos.

Según explicó a Live Science Yana Eglit, de la Universidad canadiense de Dalhousie y coautora del estudio, «tienden a moverse algo torpemente. A primera vista parecen ciliados (otro importante grupo de células de aspecto peludo), pero nadan de una forma mucho menos coordinada«.

Eglit recolectó a los extraños organismos mientras caminaba por un sendero en Nueva Escocia recogiendo muestras de diversos terrenos para analizar. «Por supuesto -afirma la investigadora- cada vez que vemos un charco inusual, o lago salado, o lo que sea, aprovechamos para recoger muestras«.

En honor al lugar donde fue descubierto, antiguo territorio de los Mi´kmaq, en cuyo folklore abundan las criaturas extrañas, como el ogro pekudo Kukwes, una de las especies fue bautizada como Hemimastix kukwesjijk. Un nombre de lo más adecuado, ya que se trata de un voraz depredador.

UNA VIDA SEPARADA DEL RESTO

Las anteriores clasificaciones de los hemimastigotes se basaban únicamente en el tamaño y la forma de sus estructuras visibles. Pero gracias a su información genética, los científicos pudieron clasificar a las nuevas criaturas con una precisión sin precedentes, y revelar un linaje que ocupa una posición única entre los demás eucariotas.

En palabras de Alastair Simpson, autor principal del estudio, «se trata de una rama del Árbol de la Vida que ha permanecido separada del resto durante mucho tiempo, quizá durante más de mil millones de años, y de la que no teníamos información alguna hasta ahora«.

Según los investigadores, su hallazgo servirá para conocer mejor cómo evolucionaron las primeras formas de vida celular compleja, y para establecer mejor las relaciones que existen entre los primeros organismos que poblaron la Tierra.

«Este descubrimiento -concluye Simpsonredibuja, literalmente, nuestra rama del Árbol de la Vida en uno de sus niveles más profundos. Y abre una nueva puerta para comprender la evolución de las células complejas y sus antiguos orígenes, mucho antes de que emergieran los animales y las plantas en la Tierra».

Ravenous, Hairy Ogre’ Microbe May Represent Entirely New Branch on the Tree of Life

By Mindy Weisberger, Senior Writer | November 19, 2018 09:16am ET

Hemimastigotes, first observed in the 1800s, were previously classified as a phylum within a much larger group known as a super-kingdom, though it was unclear where exactly they belonged.

But new DNA evidence showed that they deviated dramatically from all other forms of life in that super-kingdom. In fact, hemimastigotes may represent an entirely new super-kingdom unto themselves, demanding a brand-new branch on the tree of life, scientists reported in a new study.

Named for a monster

Like other hemimastigotes, the newfound species has an oblong body surrounded by rows of threadlike flagella; under the 3D magnification of scanning electron microscopy, the creatures somewhat resemble hairy pumpkin seeds.

Hemimastigotes, first observed in the 1800s, were previously classified as a phylum within a much larger group known as a super-kingdom, though it was unclear where exactly they belonged.

But new DNA evidence showed that they deviated dramatically from all other forms of life in that super-kingdom. In fact, hemimastigotes may represent an entirely new super-kingdom unto themselves, demanding a brand-new branch on the tree of life, scientists reported in a new study.

Named for a monster

Like other hemimastigotes, the newfound species has an oblong body surrounded by rows of threadlike flagella; under the 3D magnification of scanning electron microscopy, the creatures somewhat resemble hairy pumpkin seeds.

They tend to scuttle around somewhat awkwardly ­— superficially, they look like ciliates (another major group of ‘hairy-looking’ cells) but swim in a less coordinated manner,» study co-author Yana Eglit, a doctoral candidate in biology at Dalhousie University in Canada, told Live Science in an email.

Eglit collected the oddball organisms while she was hiking along a trail in Nova Scotia; whenever she and her colleagues are outdoors, they are almost always on the lookout for still-undiscovered microbes in a range of habitats — «from beach sands to lakes to soil at our feet,» Eglit told Live Science.

«Of course, if we see some unusual puddle or salt lake or whatever, we can sample those too. We’re opportunists that way,» Eglit said.

Nova Scotia is a territory of the Mi’kmaq First Nation, so the scientists gave one of the new microbes a name inspired by a creature in Mi’kmaq folklore. «Kukwes» is described by the Mi’kmaq people as «a ravenous, hairy ogre,» and the newfound microbe, now known as Hemimastix kukwesjijkis a voracious predator that reminded the scientists of the hirsute ogre, according to the study.

 Using a technique known as single-cell transcriptomics, the scientists looked into individual cells in the microbes. They observed the activity of messenger RNA (mRNA) molecules, as they ferried information between hundreds of genes.

Previous evaluations of hemimastigotes classified them by the size and shape of their visible structures. By sequencing this genetic information, the scientists were able to categorize hemimastigotes with unprecedented accuracy, unveiling a lineage that holds a unique position among other eukaryotes — organisms with a membrane-wrapped nucleus

«It’s a branch of the ‘Tree of Life’ that has been separate for a very long time, perhaps more than a billion years, and we had no information on it whatsoever,» lead study author Alastair Simpson, a biology professor at Dalhousie University, said in a statement.

The study’s findings highlight hemimastigotes’ previously unrecognized importance for interpreting the evolution of complex cellular life — from piecing together the origins of cell infrastructure to resolving relationships between Earth’s very first organisms, the study authors reported.

«This discovery literally redraws our branch of the ‘Tree of Life’ at one of its deepest points,» Simpson said. «It opens a new door to understanding the evolution of complex cells — and their ancient origins — back well before animals and plants emerged on Earth

The findings were published online Nov. 14 in the journal Nature.

 Resumen Artículo Original

Hemimastigophora is a novel supra-kingdom-level lineage of eukaryotes

Gordon Lax, Yana Eglit, Laura Eme, Erin M. Bertrand, Andrew J. Roger & Alastair G. B. Simpson

Nature (2018) | Download Citation

Abstract

Almost all eukaryote life forms have now been placed within one of five to eight supra-kingdom-level groups using molecular phylogenetics 1,2,3,4. The ‘phylum’ Hemimastigophora is probably the most distinctive morphologically defined lineage that still awaits such a phylogenetic assignment. First observed in the nineteenth century, hemimastigotes are free-living predatory protists with two rows of flagella and a unique cell architecture 5,6,7; to our knowledge, no molecular sequence data or cultures are currently available for this group. Here we report phylogenomic analyses based on high-coverage, cultivation-independent transcriptomics that place Hemimastigophora outside of all established eukaryote supergroups. They instead comprise an independent supra-kingdom-level lineage that most likely forms a sister clade to the ‘Diaphoretickes’ half of eukaryote diversity (that is, the ‘stramenopiles, alveolates and Rhizaria’ supergroup (Sar), Archaeplastida and Cryptista, as well as other major groups). The previous ranking of Hemimastigophora as a phylum understates the evolutionary distinctiveness of this group, which has considerable importance for investigations into the deep-level evolutionary history of eukaryotic life—ranging from understanding the origins of fundamental cell systems to placing the root of the tree. We have also established the first culture of a hemimastigote (Hemimastix kukwesjijk sp. nov.), which will facilitate future genomic and cell-biological investigations into eukaryote evolution and the last eukaryotic common ancestor.

 

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