Hablamos mucho, quizás demasiado, de cómo impartir conocimientos a los alumnos haciendo uso de las redes sociales, enseñanza virtual, etc. Sin embargo, no he extraído más que señales contradictorias de mis lecturas en Internet sobre este tema. Habrá pues que empezar tropezando, es decir haciendo uso del método empírico: ensayo y error. Del mismo modo, muchos profesores se quejan del nuevo estilo de ensañar que impone el acuerdo de Bolonia. Sinceramente, no comparto tal preocupación. El espíritu de este último (aunque no lo que suelo leer y escuchar) se me antoja bastante acertado. Como alumno me aburría soberanamente en la mayoría de las clases magistrales que me obligaban a escuchar. A pesar de obtener calificaciones excelentes en mi carrera universitaria, pocos días después de vomitar mi “sabiduría-ignorancia” ¿? en los exámenes, me olvidaba de la mayoría de lo que había aprendido, por lo que no estoy nada convencido que los métodos clásicos de docencia universitaria sean tan efectivos como algunos predican. Defiendo que enseñar al alumnado a aprender y trabajar en equipo puede resultar ser más efectivo y didáctico, a la par que entretenido. ¿Es así?. Habrá que analizar, “once again” los resultados a base de ensayo y error. Todos estos temas, súbitamente, me surgen no por un mero interés intelectual, sino debido a un reto más imperioso.
Debo comenzar a impartir, “por primera vez en mi vida”, clases en un Master Universitario de la Universidad Politécnica de Madrid. La asignatura en concreto (compartiendo aventura con otras dos colegas), es denominada “Metodología de la Investigación”. Jamás me he enfrentado a los alumnos en un aula, a no ser para dar charlitas invitadas. Y ya a mi edad (…) No obstante, como padezco el síndrome de Peter Pan (…) Con tal propósito, iré elaborando algunos post que serán incluidos en nuestra categoría “curso básico de ciencia para jóvenes universitarios y tecnólogos”. No está en mi ánimo escribir post eruditos y farragosos para alardear de mi “cultureta” personal, sino más bien todo lo contrario: enseñar algunos principios básicos que he ido aprendiendo a lo largo de mi trayectoria profesional. Sin embargo, la mayor parte de los contenidos que ofreceré a los suicidas alumnos que se han inscrito, están ya albergados en la categoría de nuestra bitácora que lleva por título: “curso básico sobre filosofía y sociología de la ciencia”. Básicamente, la mayor parte de los temas a tratar se encuentran en esta última, completándolos con los de la primera, según los vaya colgando. La idea básica resulta ser la siguiente:

El Pensador de Rodin en Valencia. Fuente: Sobre Valencia
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