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La energía nuclear
Que es la
radiactividad |
a radiactividad es una energía que emiten ciertos cuerpos, sea
espontáneamente (radiactividad natural) o provocada por una intervención externa
(radiactividad artificial). Esta radiactividad tiene numerosas aplicaciones, tales como
determinar la edad de los minerales, investigación biológica, tratamiento de
enfermedades, técnicas de microanálisis, etc. Becquerel descubrió en 1896 que el uranio
poseía la propiedad natural de emitir radiactividad, unos pocos años más tarde el
matrimonio Curie logró aislar el radio, que era un millón de veces más radiactivo que
el uranio.
La radiactividad natural es una
propiedad que tienen ciertos cuerpos de modificarse espontáneamente emitiendo radiación.
Mayormente, los átomos que existen en la naturaleza son estables (la composición del
núcleo no varía), sin embargo, una pequeña porción de ellos tienen una tendencia a
descomponerse con el transcurso del tiempo, transformándose en otros elementos
diferentes. Existe un tiempo de vida media de estos elementos que varía según de cual se
trate; por ejemplo, el del uranio 238 se estima en cinco mil millones de años y el del
uranio 235 setecientos millones de años. Pero también existen elementos radiactivos de
cortísima vida en comparación con los citados, como es el del estroncio 90 con 28 años,
o el del tritio (isótopo del hidrógeno) con doce años.
Por su parte, la radiactividad
artificial es la descomposición de los átomos por colisión con otras partículas
atómicas. Para producir esta energía artificial es preciso bombardear intencionadamente
el núcleo de un átomo de un determinado material. En las centrales nucleares de fisión
ese material ( o combustible) habitualmente utilizado es el uranio. La fisión (división)
se produce cuando se golpea el núcleo del átomo de uranio con un neutrón a 16.000 km.
por segundo. El resultado de esa división es la liberación de una energía veinte
millones de veces más potente, que muchas de las energías provenientes de los
hidrocarburos que utilizamos asiduamente en el hogar.
Pero la fisión no sólo libera
energía, también se generan otros productos variados. Además de tres neutrones libres
que pueden romper a su vez otros átomos, se producen otros elementos como estroncio,
cesio, bario, xenon o kripton; todos ellos son también radiactivos.
La radiación que emiten los
materiales radiactivos pueden dañar los organismos vivos. Todos los seres vivos están
expuestos a mayor o menor radiación procedente de materiales que la emiten de forma
natural. La unidad de medida de la radiación es el sieverts; un nivel normal (no nocivo)
de radiación sobre un individuo puede ser 2 o 3 milisieverts (2 o 3 milésimas partes de
un sieverts). En el caso del trabajador de una central nuclear, este nivel puede llegar a
4,5 milisieverts; un nivel de 5 sieverts le causaría la muerte.
La radiactividad artificial producida en
una central nuclear que consiga superar las medidas de seguridad establecidas, o la
liberada por efecto de la explosión de bombas atómicas, puede causar graves daños a los
seres vivos incluso más allá de las fronteras del país donde se haya producido. Esa
radiación puede precipitarse sobre la
superficie terrestre en forma de gotas de lluvia tras condensarse en las nubes. El polvo
radiactivo, antes de producir la lluvia, puede girar alrededor de la Tierra arrastrado por
los fenómenos atmosféricos, e incluso precipitarse al cabo de meses o años.
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