Fuente: Plastico.com

Análisis
Materiales plásticos termofijos: ¡Sí al reciclaje!
Carlos Serrano-Consultor Editorial, Marzo 2001

La evidencia es contundente: no sólo se ha demostrado que sí pueden reciclarse, sino que además son aprovechados para hacer el mismo tipo de productos que los generan.

En un artículo que titulé Reciclaje de desperdicios plásticos mezclados, se trató el tema del reciclaje de materiales plásticos compuestos y se hizo énfasis en el hecho de que estos sí pueden ser recuperados y que con ellos se hacen generalmente productos de larga duración, como la madera plástica y adoquines, entre otros. Como característica especial se observó que en el reciclaje de este tipo de materiales, los productos fabricados son de tipo secundario; lo cual significa que el reciclado compuesto no se usa para hacer los productos que lo originaron como, por ejemplo, los empaques flexibles.

Con respecto al reciclaje de los materiales plásticos termofijos, es decir, aquellos materiales plásticos que en su fabricación han tenido un proceso de reticulación química, hay que reconocer en primer término que al igual que los materiales plásticos compuestos han padecido el mito de no ser reciclables. Pues la realidad es otra, tal como lo prueba la evidencia en la industria que demuestra no sólo que sí pueden ser reciclados, sino que además son aprovechados para hacer el mismo tipo de productos que los generan.

Ya sea que el desperdicio se origine en la misma planta del fabricante o que provenga del reciclaje de posconsumo, existen numerosas empresas que han aprendido a reciclar los plásticos termofijos. La experiencia está demostrando que el reciclaje de estos materiales no es ni más difícil, ni más fácil que el reciclaje de los materiales termoplásticos de ingeniería. Pero a diferencia de estos, con los materiales termofijos no hay necesidad de efectuar las operaciones de secado que se realizan con los termoplásticos de ingeniería.

Los casos reportados en la industria muestran que los plásticos termofijos recuperados son empleados normalmente como rellenos de los mismos productos que los generan. Es decir, se está buscando sustituir en las formulaciones parte de las cargas inorgánicas con termofijos molidos, de diferentes granulometrías. Los resultados de la sustitución de las cargas orgánicas con los materiales termofijos se evalúan generalmente observando la variación de las propiedades mecánicas de los productos terminados; principalmente la resistencia al impacto, la rigidez y las resistencias a la tensión y la compresión. Una propiedad física importante es la densidad del material, la cual generalmente disminuye como consecuencia de la adición del contenido de termofijos como carga. También son de importancia para el procesador las variaciones de la fluidez del material y la tendencia al encogimiento. Cuando el producto se fabrica por el proceso de moldeo por inyección, el tamaño de partícula del termofijo molido reciclado debe adaptarse al tamaño de los canales de flujo de los moldes.

El reciclaje de termofijos es practicado ya en muchas plantas de producción de una manera más bien callada, en donde generalmente su utilización hace parte de la reserva con se mantienen las formulaciones en general. Los resultados son benéficos en lo que a generación de propiedades deseables en el producto se refiere. Niveles de adición de reciclados termofijos del orden del 15% en peso son comunes en muchos casos. Una cualidad reportada por los fabricantes de partes moldeadas por inyección es que el desgaste de los moldes y de los equipos de extrusión no se incrementa por el uso de estos materiales.

Una regla constante de aquellos que trabajan con plásticos termofijos es que estos materiales no deben ser mezclados con otros de diferente naturaleza. Recuerdan la posibilidad de que la mezcla de acetales con PVC forme gas mostaza, un veneno muy reconocido. Sin embargo, se ha reportado que el fenol- formaldehído, la urea formaldehído y los epóxicos reforzados se pueden combinar en moldeo por inyección para dar productos con propiedades físicas y ópticas aceptables. Otra posibilidad para reincorporar los plásticos termofijos es la de usar estructuras en emparedado, en las cuales una de las capas del producto terminado contenga el reciclado.

Desde el punto de vista económico, el reciclaje de los materiales termofijos ofrece la ventaja de su relativo costo bajo. Mientras un plástico de ingeniería cuesta más de US$4 el kilo, el precio de un termofijo apenas llega a esta suma. Si se consideran además las ventajas que aportan los termofijos reciclados al producto finalizado, en términos de resistencia química y al calor, y estabilidad dimensional, el uso de los plásticos termofijos reciclados debería en este momento estar jugando un papel más preponderante en la fabricación de productos plásticos. Para que esto ocurra, se debe seguramente seguir con la tarea de desmitificar la percepción de que los plásticos termofijos no se pueden reciclar.

 

Bibliografía

P.R. Lewis, Plastics Engineering, septiembre 2000, 67-73

Michaeli W.; Kloubert T., Kunstst. Berat. no. 1-2, enero 1996, 26-32

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