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Emplear materiales ligeros en la estructura de un barco mejora su seguridad

Juan Carlos Suárez Bermejo

Profesor de la UPM
 

05/03/2009

Juan Carlos Suárez Bermejo es profesor titular en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de la Universidad Politécnica de Madrid.

Licenciado en CC. Químicas por la Universidad Complutense y en CC. Físicas, por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Suárez Bermejo es Master en CC. de los Materiales por la Universidad Politécnica de Madrid y doctor en CC. Químicas por la Universidad Complutense.

A lo largo de su carrera ha participado en diversos proyectos de I+D financiados en convocatorias públicas, ha sido investigador responsable en proyectos realizados por empresas y administraciones, ha publicado libros y artículos en revistas especializadas y ha presentado numerosas comunicaciones y ponencias en congresos nacionales e internacionales. Así mismo, ha recibido becas, ayudas y premios, es revisor de revistas científicas, evaluador de proyectos de investigación y miembro de distintas sociedades.

1.- ¿En que consiste su idea y cuál es su origen?

Se trata de un nuevo material que es una alternativa a los materiales convencionales actualmente en uso en el sector Naval. Pretende superar algunas limitaciones de estos materiales, pero sin mermar sus ventajas de manera significativa. El material laminado híbrido fibra-metal para construcción naval (Malecón©) está constituido por chapas de acero y láminas de material compuesto constituidas por una matriz polimérica reforzada con fibra de vidrio. La cantidad, espesor y orientación de cada una de estas chapas y láminas son calculadas para obtener la rigidez y resistencia adecuadas en cada zona del buque. La composición del laminado puede ir variando para adaptar el diseño del material a las necesidades estructurales de cada zona del buque o artefacto marino. No obstante, es necesario atenerse en el diseño del material a una serie de premisas, todas ellas protegidas mediante patente. La unión entre el paquete de material compuesto y la chapa de material metálico se realiza utilizando un adhesivo estructural. Los paneles del material laminado híbrido fibra-metal pueden ser planos o curvos, para poder ser empleados en distintas zonas de las estructuras. En todo caso, es preciso realizar el ensamblaje de los paneles individuales para ir confeccionando la estructura deseada. Los materiales híbridos fibra-metal han sido ya introducidos en el sector aeronáutico y en el del automóvil, en los que han demostrado su capacidad comercial y sus ventajas técnicas. En la construcción naval esta tecnología está aun en un estado incipiente, aunque las ventajas que puede aportar son, si cabe, más evidentes que en los otros sectores mencionados debido a los grandes volúmenes de material que se manejan.

La idea de partida para el desarrollo de este material ha sido la estructura interna de las conchas y exoesqueletos de moluscos y otros animales marinos. Utilizando como componentes materiales naturales de propiedades modestas, pero combinados sabiamente por la naturaleza con una estructura jerárquica que abarca varios niveles de organización (nano, micro, meso y macroscópico), las propiedades globales del material híbrido superan en varios órdenes de magnitud la de los componentes por separado. Malecón© no pretende imitar estos materiales naturales sino ser un material bioinspirado, donde se utilicen los principios constructivos observados en la naturaleza para obtener un material sintético de elevadas prestaciones mecánicas a la vez que ligero.

2.- ¿En que institución surge?

Se trata de un desarrollo obtenido tras cuatro años de investigaciones, llevado a cabo por el Grupo de Investigación en Materiales Híbridos de la Universidad Politécnica de Madrid.

3.- ¿Qué tecnología desarrolla y en qué fase de desarrollo se encuentra?

Se trata de una tecnología de materiales híbridos, entendiendo estos por la combinación de materiales orgánicos e inorgánicos, con una estructura jerárquica que abarca la organización en diversas escalas de los elementos constitutivos. Es un material bioinspirado.

Se han realizado ensayos a escala de laboratorio para la puesta a punto del material y para la determinación de las propiedades mecánicas del mismo. También se han realizado varios ensayos de fabricación, ensamblaje y ensayo de paneles a escala de subcomponentes, dando un paso más en la comprensión del comportamiento del material en condiciones más próximas a las aplicaciones reales. Asimismo, se han realizado ensayos de corrosión en ambiente marino en colaboración con la Universidad de Cantabria.

En estos momentos estamos estudiando aplicaciones concretas para montar paneles de Malecón© a bordo de un buque y poder determinar su respuesta en condiciones de servicio reales. Esto requiere la puesta a punto de las técnicas de soldadura y unión para este tipo de materiales híbridos, la instrumentación de los paneles para obtener las medidas correspondientes a las tensiones y deformaciones soportadas en condiciones de navegación y, en definitiva, el asegurar que el material está dentro de los requerimientos establecidos por las sociedades de clasificación de buques. Todo ello tiene como objetivo el obtener la aprobación y homologación de Malecón© por las autoridades competentes.

4.- ¿En qué campos se podrá aplicar?

El poder emplear un material más ligero en la fabricación de la estructura supone un ahorro en peso que en un barco puede suponer miles de toneladas. El ahorro de peso no es el objetivo en sí mismo, pero permite obtener ventajas adicionales en estructuras tan gigantescas que, además, han de desplazarse en largas singladuras de una punta a la otra del planeta. Este ahorro de peso se traduce en un ahorro de combustible, con las consiguientes reducciones de costes de operación del buque. También redunda en un aumento de la carga de pago transportada. Pero, además, se pueden abordar tecnologías para mejorar la seguridad del buque (como es el empleo de doble caso en petroleros) sin penalizar su peso, a la vez que se mejoran cuestiones medioambientales al evitar algunos vertidos accidentales de crudo. También encuentra un campo de aplicación en la ingeniería civil, en especial en tableros de puentes, gradas, protección de edificaciones frente a deflagraciones, suelos, mástiles de aerogeneradores, etc.

5.- ¿Cómo ve su futura empresa dentro de cinco años?

El material en sí mismo, así como su proceso de fabricación está protegido por la patente española ES 2 261 070 B2 (fecha de concesión 16.04.07) y ha sido ya solicitada su extensión internacional al resto de Europa y Japón. La patente ha sido galardonada con un Premio madri+d en 2007 y, recientemente, ha obtenido el primer premio al mejor Plan de Negocio para empresas de base tecnológica de la Universidad Politécnica de Madrid, entre los 163 proyectos presentados a la edición de este año.

Está en fase de constitución una spin-off para la comercialización del nuevo material, para lo cual estamos en conversaciones con varios inversores privados e institucionales. El plan de negocio dibuja la evolución paulatina de la empresa, con una primera etapa de desarrollo y escalado industrial de las técnicas de fabricación, seguida de una etapa de consolidación de las ventas en el ámbito nacional, con el objetivo de dar en cinco años el salto al mercado europeo.

6.- ¿Cree que el entorno para la creación de empresas desde las universidades e instituciones científicas ha mejorado en los últimos años?

El apoyo recibido por parte de la Universidad Politécnica de Madrid para el desarrollo de la tecnología, la obtención de las patentes y la formación de una spin-off ha sido, sin duda, muy valioso. Generalmente, y ese es también nuestro caso, se precisan fondos adicionales para escalar los resultados a un tamaño útil para su aplicación industrial. No es suficiente con los buenos resultados a escala de laboratorio, sino que es preciso la realización de prototipos de mayor tamaño para probar su correcto funcionamiento en condiciones más próximas a las de servicio. Para esta etapa crucial sería necesario contar con más ayudas económicas y de personal, pues es un momento delicado en el que los inversores todavía no tienen la confianza necesaria para apostar por el proyecto pero, al mismo tiempo, la escala de estos demostradores se escapan a las posibilidades de financiación habitualmente accesible para los investigadores de un centro público.

Por otra parte, estas actividades no están suficientemente valoradas dentro de la carrera académica de los investigadores pues no se trata de labores de investigación básica, publicables en revistas científicas de prestigio e impacto, pero es ciertamente una tarea importantísima desde el punto de vista de la implantación industrial de los resultados obtenidos. Sería interesante reconsiderar la valoración de estas actividades dentro de los baremos de evaluación de los investigadores. También ayudaría mucho la posible obtención de comisiones de servicio para poder dedicarse a tiempo completo a todo lo relacionado con la transferencia de los resultados de la investigación, durante el tiempo necesario para la creación y puesta en marcha de la spin-off, con la posibilidad de poder regresar posteriormente al puesto en el centro público de investigación.



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