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"La Fundación Botín apuesta por el talento como motor de desarrollo social"

Iñigo Sáenz de Miera

Director General de la Fundación Botín
 

24/02/2011

1.- La Fundación Marcelino Botín nace en 1964 en Santander y ha consolidado su liderazgo como primera fundación privada española ¿Cuál es la misión y la visión de la Fundación?

Emilio Botín, presidente de la Fundación Botín, y la investigadora María Blasco. Foto de Guillermo G.Baltasar-Fundación Botín
Emilio Botín, presidente de la Fundación Botín, y la investigadora María Blasco. Foto de Guillermo G.Baltasar-Fundación Botín

En 1964 Marcelino Botín Sanz de Sautuola y Carmen Yllera crearon la Fundación para promover el desarrollo social de Cantabria. A día de hoy, la Fundación Botín gestiona programas propios en arte y cultura; desarrollo social (educación, ciencia y desarrollo rural); y acción social. Además, cuenta con un Observatorio de Tendencias para profundizar en el conocimiento de temas fundamentales para el avance de la sociedad y definir las tendencias que marcan los procesos de cambio.

Casi medio siglo después, se ha convertido en la primera fundación privada de España por capacidad de inversión y por el impacto social de sus programas. Se financia con fondos propios y su presupuesto anual para 2010 se situó en torno a los 33 millones de euros. La Fundación sigue fiel al espíritu de sus fundadores, es una fundación cántabra, orgullosa de serlo pero que, impulsada por su presidente Emilio Botín y su Patronato, tiene una clara vocación de cumplir un papel global, en España, Estados Unidos e Iberoamérica.

2.- La actividad de la Fundación en Iberoamérica está representada por el Programa de Fortalecimiento Institucional ¿Cómo surge esta iniciativa y en qué consiste?

Paul Romer decía que cuando las instituciones funcionan la economía crece y cuando dejan de hacerlo, las economías dejan de crecer, las crisis por tanto son siempre institucionales y en Iberoamérica se manifiesta de forma evidente. La Fundación quería estar en Iberoamérica y, como el objetivo de nuestro Presidente y del Patronato es apostar por el talento como motor de desarrollo social, partimos de la hipótesis de que si el funcionamiento de las instituciones permite el desarrollo, podríamos implantar redes locales de servidores públicos comprometidos con el interés general y prestigiar el ejercicio de la función pública -y del papel del Estado- entre los jóvenes universitarios de Iberoamérica. así fue como surgió.

Que una institución privada se dedique a fortalecer el sector público puede sorprender pero es un ejercicio de responsabilidad. Tenemos que ir más allá de la forma tradicional de actuar, los grandes retos de las fundaciones son creatividad y valentía: tenemos que hacer lo que no se ha hecho hasta ahora y nada nos garantiza que vaya a salir bien. Este es el privilegio y la responsabilidad de las fundaciones.

3.- La Fundación apuesta por la investigación a través de un ambicioso programa de ciencia cuya principal característica es la vinculación de la investigación a la transferencia tecnológica ¿En qué consiste este Programa?

Desde 2003, la Fundación Botín ha invertido más de 25 millones de euros en el área de transferencia tecnológica. Actualmente, respaldamos a una veintena de equipos de investigación en biomedicina, biotecnología y bioingeniería a los que seleccionamos en función de la calidad de su investigación y del futuro de las tecnologías que desarrollan. Apoyamos financieramente al grupo y ellos nos permiten entrar en su "cocina" y acompañarles, estableciendo una relación de confianza: ayudamos a abrir líneas paralelas, detectamos posibles innovaciones que pueden convertirse en productos o servicios, que vean que lo que ellos hacen puede servir a otros. En cierta medida y desde el punto de vista cultural, intentamos cambiar su forma de hacer ciencia, para que no sólo se centren en "su" investigación, sino también en como pueden transferir valor a la sociedad.

Fruto de este trabajo y también del cambio producido en el sistema de ciencia y tecnología español, hay desarrollos muy prometedores que en un determinado momento, a pesar de existir mercado, no progresan, el llamado "valle de la muerte", porque la industria o el capital riesgo lo ven demasiado arriesgado, es un gap (vacío) financiero y de confianza, en muchos casos mutuo.

El Presidente y el Patronato quieren cubrir ese gap, con o sin empresas formalmente constituidas, cada proyecto lo dirá. Barajamos varios esquemas para asumir el liderazgo: encontrar un socio empresarial, un emprendedor que ejerza el papel de gestor o que sea la Fundación Botín la que juegue ese papel.

4.- Cuando ustedes asumen que existe esa dificultad, crean el Programa Mind the Gap que aborda la resolución de un problema básico cuando hablamos de transferencia de tecnología desde el sector público al privado como es la financiación de la prueba de concepto y los primeros pasos para la constitución de una empresa ¿Puede hablarnos con cierto detalle de este Programa?

El Programa "Mind the Gap" supone un nuevo modelo con el que, por primera vez, una fundación invierte dinero en la creación de empresas como fin social, en lugar de recibir dinero de las empresas para realizar acciones sociales. El objetivo es cubrir el tremendo agujero de inversión existente, que impide que importantes investigaciones con gran potencial comercial, lleguen al mercado en forma de fármacos o productos que mejoren la salud y el bienestar de la sociedad. Con este fin, la Fundación Botín invertirá 40 millones de euros en la creación de 20 empresas tecnológicas durante los próximos 5 años.

Como es habitual en nuestra forma de trabajar, no nos limitamos a aportar capital, también realizamos labores de gestión, coordinación y asesoramiento. Crea empresas destinadas a convertir las tecnologías en productos o servicios, y con el fin de que en un plazo de dos años puedan captar inversores que den continuidad al proyecto hasta llevarlos al mercado. Fruto de esta actividad y como primeros pasos del Programa, la Fundación ha puesto en marcha dos empresas que ya funcionan con éxito:

  • Axontherapix, constituida por la Fundación Botín, la Universidad de Sevilla y el Hospital Universitario del Rocío para desarrollar una nueva terapia para tratar el Parkinson.
  • Life Length, formada por la doctora María Blasco, la Fundación Botín y Matlin Associates, es una compañía basada en los avances descubiertos por el equipo de la doctora Blasco, en la medición de telómeros -extremos de los cromosomas cuya longitud se relaciona con enfermedades asociadas al envejecimiento.

La Fundación pretende establecer una bolsa de proyectos científicos viables y atractivos para que la industria y los inversores pongan la vista sobre ellos por sus grandes posibilidades de llegar a ser comercializados. En definitiva, "Mind the Gap" es creerse el papel social de la empresa que cumple un fin social igual que el Estado o el tercer sector.

5.- ¿La Fundación apoya únicamente proyectos de biomedicina?

Por ahora apoyamos proyectos de biomedicina, biotecnología y salud porque es lo que conocemos mejor, pero no es excluyente, de hecho poco a poco nos vamos acercando a las fronteras porque ¿dónde termina la salud y empieza la informática?

Todavía tenemos mucho que aprender, debemos encontrar el equilibrio y lo encontraremos, como decía León Felipe "No sabiendo los oficios los haremos con respeto. Para enterrar a los muertos como debemos cualquiera sirve, cualquiera. menos un sepulturero", nadie tiene la receta mágica. En cualquier caso, si llega un proyecto que no tiene que ver con salud pero que parece necesario que entre la Fundación, entraremos.

6.- ¿Cuál es su relación con las instituciones a las que pertenecen los científicos? ¿Cómo seleccionan los grupos de investigación que van a recibir ayuda de la Fundación?

No tenemos un modelo establecido, en cada caso actuamos como la institución se sienta más a gusto, siempre con confianza y respeto. En España somos demasiado críticos con las instituciones, sin embargo nuestro presidente, Emilio Botín, confía plenamente en ellas y la Fundación tiene que ser capaz de traducir ese respeto y esa confianza verdadera, porque el papel de las instituciones es muy importante.

Cuando llega un proyecto a la Fundación, nuestro equipo lo analiza, trabaja con ellos y finalmente se acepta o no. La decisión es fruto de una evaluación bien hecha, con una metodología previamente establecida, lo que ha generado la confianza de las instituciones en la Fundación. Queremos que asuman esta forma de trabajar y lo están haciendo, son ellas las que presentan los proyectos, no los investigadores. Y aquí es donde vamos a dar cabida a las empresas, queremos que ellas también puedan presentarnos un proyecto que les parezca interesante, pero en el que no pueden participar si no les acompaña la Fundación.

7.- ¿Tienen relación con otras entidades financieras?

No tenemos tradición de ir a buscar financiación a otros fondos, aunque quizá esto debería ir cambiando porque comprometer a otras instituciones da credibilidad. Que el dinero no sea sólo tuyo, que haya alguien más que confíe en un proyecto es bueno, pero por ahora no lo hemos contemplado. En cualquier caso sería absurdo no crecer porque nuestros fondos no fuesen suficientes y, teniendo en cuenta la eficacia del Programa de la Fundación en el mundo de la empresa y de la ciencia, estoy convencido de que habría otras entidades que invertirían.

8.- ¿Podría adelantarnos algún proyecto de la Fundación para los próximos años?

En un futuro contemplamos la formación en transferencia de tecnología para que los grupos de investigación cuenten en su equipo con expertos. En cualquier caso, queremos ir poco a poco, pusimos en marcha el programa de transferencia, ahora tocaba invertir y tenemos que hacerlo muy bien, mientras tanto estamos generando conocimiento, un saber hacer las cosas que sería una pena no modelizar y transmitir.



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