Jesús Guinea Rodríguez, nacido en San Sebastián, es Doctor Ingeniero de Minas por la Universidad Politécnica de Madrid, Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y Licenciado en Derecho por la UNED. Así mismo, ha realizado el Programa de Dirección General en IESE.

Jesús Guinea desarrolla su carrera profesional en Repsol, en diversos puestos en España así como en América Latina. Su trayectoria le lleva por distintos procesos de producción en la industria petroquímica y tiene una vasta experiencia en diferentes negocios del Grupo Repsol, entre los cuales se encuentran: Director de Producción y Logística de Química, Director Ejecutivo de Refino y Logística en Argentina y Director Ejecutivo de Operaciones y Proyectos de Gas Natural Licuado.

A lo largo de su trayectoria ha sido y es en la actualidad, consejero, miembro del consejo de administración y presidente de distintas compañías filiales y vinculadas al Grupo Repsol. Asimismo, ha formado parte de distintas asociaciones sectoriales. En estos momentos es Director Ejecutivo de Química Europa y el Resto del Mundo, Presidente de Dynasol, Presidente de Repsol Polímeros y Consejero Delegado de Repsol Química.

1.- Los últimos años han sido difíciles en términos económicos, pero la crisis ha afectado especialmente a la industria química. ¿Cómo afectó a la Química de Repsol y cuál es la situación actual de ésta?

No es ningún secreto que nuestro sector acusa rápidamente y con intensidad las caídas en el crecimiento económico. La crisis de demanda en el sector continúa y los cierres de plantas no han sido suficientes para ajustar la oferta a la demanda, continuando el negocio químico en una situación de ciclo bajo. En 2009, la demanda de productos petroquímicos en Europa Occidental descendió considerablemente. Citando como ejemplo dos de los negocios en los que estamos presentes, hay que señalar que la demanda de poliolefinas cayó un 17% y los derivados de óxido de propileno sufrieron una bajada del 26% respecto al año 2007.

En cuanto a la Química de Repsol, después de pasar por una situación negativa de resultados, en 2010 mejoramos claramente nuestro resultado operativo obteniendo valores positivos. Esto fue debido a una cierta mejora de los márgenes internacionales pero, sobre todo, a las medidas que hemos adoptado y al esfuerzo de las personas.

2.- ¿Qué hizo el negocio químico de Repsol para salir de la crisis?

Se utilizó el talento existente en la casa: creamos un grupo de trabajo integrado por nuestros expertos e identificamos 60 medidas drásticas para un horizonte de 18 meses. Se diseñó un plan de actuación inmediato y decidido. Se adaptó la oferta a la baja situación de demanda gestionando así la situación de baja ocupación de las plantas y saturando la capacidad de los complejos y unidades más rentables para optimizar el margen global; esto conllevó a su vez parar temporalmente los menos rentables. En definitiva se "variabilizaron" los costes fijos reduciéndose los contratos de servicios. También se hizo un importante trabajo en reducción de costes variables y del resto de costes fijos.

Por otro lado, se acometieron sólo las inversiones relacionadas con la seguridad de las operaciones y aquellas de alta generación de caja, además, se realizaron actuaciones estructurales en negocios menos competitivos. Y una acción también de máxima relevancia fue concienciar e implicar a las personas, haciéndoles partícipes de la gravedad de la situación y de las soluciones para superarlas.

De cualquier modo, y aunque creemos que estamos en el buen camino ya que hemos aprendido a luchar con la crisis, la situación del negocio sigue siendo complicada y tenemos que asentar los logros conseguidos y continuar mejorando en todos los aspectos de nuestra gestión.

3.- ¿Cuáles son los vectores de crecimiento del negocio químico de Repsol?

Nuestro objetivo es ser un negocio químico sostenible y rentable en una organización competitiva orientada al cliente, soportado en los siguientes pilares básicos: integración aguas arriba con nuestras refinerías, eficiencia operativa, apuesta por productos de mayor valor añadido, utilización de últimas tecnologías y mejoras en procesos, todo ello con el máximo respeto por la seguridad de las personas y el medio ambiente.

Siguiendo estas líneas, nuestras principales inversiones se destinarán a la mejora en la eficiencia energética en nuestros crackers de España y de Portugal así como en nuestras plantas de derivada, a ampliaciones de capacidad por eliminación de cuellos de botella, a ampliación de gama de productos y a la implantación de sistemas de control avanzado, manteniendo la intensidad en todo lo relativo a seguridad y medio ambiente.

Estas líneas de actuación nos han permitido seguir estando presentes y comercializar nuestros más de 400 productos en 95 países en Europa y resto del mundo.

4.- ¿Qué está haciendo Repsol en cuanto a temas de sostenibilidad?

Nuestra compañía viene realizando desde hace años un gran esfuerzo y mantiene su compromiso para el futuro a través de iniciativas concretas que contribuyen a limitar los impactos y que se integran en la Estrategia de Carbono y Nuevas Energías de todo el grupo Repsol: reducción directa de las emisiones de gases de efecto invernadero principalmente a través de la mejora de la eficiencia energética de las operaciones productivas; investigación del potencial y demostración de nuevas tecnologías que contribuyen a reducir el impacto sobre el clima de la producción y el uso de la energía, como la captura y almacenamiento de CO2.

En cuanto a Seguridad y Medio Ambiente exigimos un alto nivel de exigencia en los procesos, instalaciones y servicios, prestando especial atención a la protección de los empleados, contratistas, clientes y al entorno local, y transmitimos este principio de actuación a toda la organización.

5.- ¿Cuáles son en su opinión las claves para lograr le eficiencia energética?

Se pueden resumir en tres puntos fundamentales: seguimiento exhaustivo de consumos energéticos por plantas, realizando una clasificación ABC de consumo; aplicación de las últimas mejoras tecnológicas y de proceso efectuando simulaciones dinámicas de flujos de materias y de calor por ordenador; y formación y compromiso de las personas.

6.- El lema de Repsol "Inventemos el Futuro" inspira mucho. Y éste y la innovación están muy ligados. ¿Qué significa la innovación para Repsol como grupo?

Efectivamente es inspirador y además todos tenemos que reinventarnos si queremos que nuestros negocios mantengan su competitividad. En todo el grupo el cuidado del medio ambiente, la seguridad y la excelencia de la gestión son fundamentales. En Repsol, además, entendemos que la innovación es una herramienta de progreso. Consideramos que la inversión en I+D+i es uno de los factores clave para hacer posible un sistema energético más eficiente, competitivo y sostenible capaz de dar respuesta simultáneamente a un doble reto de nuestro sector: satisfacer una demanda energética creciente, y hacerlo en términos de sostenibilidad, minimizando el impacto sobre el entorno y el clima.

En Repsol, investigamos para conseguir avances tecnológicos que nos permitan crear valor y conocimiento propio, en el ámbito de los procesos de producción y los productos de la compañía. Disponemos del mayor centro de investigación de España, situado en Móstoles (Madrid), con más de 400 técnicos e investigadores que se encargan del desarrollo tecnológico a corto, medio y largo plazo, en la mejora continua de la eficiencia y de la calidad técnica y medioambiental de los procesos y productos. El progreso de un país se mide por su nivel de desarrollo científico y tecnológico. De ahí que la apuesta de Repsol por la I+D+i no sólo supone el punto de partida hacia la excelencia empresarial, sino que además refleja la contribución de la compañía para acercar horizontes que un día fueron inimaginables.

7.- ¿Qué significa la innovación para el negocio químico de Repsol?

Como explicaba anteriormente, creemos en la innovación como herramienta de progreso. En el negocio químico de Repsol consideramos clave la orientación al cliente y nuestro compromiso con ellos. Un compromiso que significa acompañarles en su crecimiento probando nuevos productos y nuevas maneras de procesar la materia prima. Nuestros clientes generan inquietudes y nuevas necesidades todos los días y Repsol, a través de nuestro equipo de negocio y nuestra Asistencia Técnica y Desarrollo, está ahí generando ideas, probando, desarrollando y aportando soluciones de valor.

Dentro del negocio químico, hoy contamos con alrededor de 70 personas en el Servicio de Asistencia Técnica y Desarrollo, que como digo, trabajan en el corto y medio plazo. Además, en el Centro de Tecnología de Repsol tenemos 85 personas dedicadas a la investigación e innovación a largo plazo de nuestra área de negocio, con el objetivo de anticiparnos a las nuevas demandas de productos.

En la Química de Repsol presentamos al mercado aproximadamente unos 40 nuevos productos al año. Pero la mayor aportación a la sociedad es que generamos productos que hacen que la vida de las personas sea más confortable, más sostenible y más segura. Estamos presentes en la salud, en el hogar y en el transporte y en el compromiso con la sostenibilidad mediante productos que ahorran combustible y reducen las emisiones de CO2 como los empleados en el aislamiento de los edificios, en los propios carburantes o en los plásticos que permiten que los vehículos sean cada día más ligeros y más eficientes. Además suministramos materiales nuevos e innovadores para el uso en las nuevas energías renovables.