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"En investigación, como en casi todo, hay que ir dando pequeños pasos para obtener grandes avances"

Paula Morales Lázaro

Investigadora predoctoral del grupo de investigación de Receptores Cannabinoides y PPAR en el Instituto de Química Médica (IQM) del CSIC
 

10/07/2015

1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica ¿Cuándo, por qué decidió que quería ser científico, en qué área se ha formado y en qué instituciones ha estudiado y trabajado?

Hay quien desde siempre ha tenido una clara vocación científica. En mi caso, ha sido un proceso gradual que no se consolidó hasta que entré en el grupo de investigación en el que actualmente realizo la tesis doctoral.

Estudié Licenciatura Química en la Universidad de Castilla-La Mancha. Al finalizar la carrera, comencé el Master de Química Orgánica en la Universidad Complutense de Madrid y al poco tiempo empecé a investigar en el Instituto de Química Médica del CSIC. Es precisamente aquí, dentro del Grupo de Cannabinoides, donde he podido aprender a disfrutar de esta apasionante profesión.

Durante estos años he tenido la suerte de realizar estancias de investigación en Canadá (University of Toronto) y Estados Unidos (University of North Carolina at Greensboro), así como en distintos grupos de la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad, me encuentro en la última etapa de mi doctorado, un camino que me ha permitido desarrollarme y crecer tanto a nivel personal como profesional.

2.- Actualmente sus investigaciones se centran en el estudio de los receptores cannabinoides ¿Qué son y por qué es importante su estudio?

Los receptores cannabinoides son proteínas de la membrana celular que se encuentran implicados en la regulación de determinadas funciones fisiológicas. Existen distintos tipos de compuestos capaces de unirse a dichos receptores para generar una determinada respuesta celular. Estas moléculas se denominan ligandos cannabinoides. Aunque los más conocidos son los provenientes de la planta Cannabis Sativa, también existen moléculas de este tipo que son producidas por el propio organismo, lo que denominamos endocannabinoides. Contamos además con compuestos sintéticos que también activan estos receptores.

El estudio de los receptores cannabinoides es de gran importancia debido a su amplia expresión en nuestro organismo y al importante papel que desempeñan en muchas patologías. Su gran implicación en mecanismos de neuromodulación en el sistema nervioso central los convierte en una excelente diana terapéutica para el diseño de nuevos fármacos.

3.- ¿En qué enfermedades están implicados?

Como demuestran numerosos estudios preclínicos, los receptores cannabinoides están implicados en numerosas enfermedades. En determinados países, está autorizada su prescripción para inhibir la náusea y el vómito, para atenuar la extrema debilidad y delgadez en pacientes con sida o cáncer sometidos a quimioterapia, así como para atenuar el dolor neuropático asociado a la esclerosis múltiple y el dolor oncológico.

Sin embargo, son muchas las evidencias que indican que el potencial de los cannabinoides es más extenso. Por citar algunos ejemplos, los cannabinoides han demostrado tener efectos neuroprotectores en modelos de enfermedad de Huntington, Alzheimer, epilepsia, así como efectos ansiolíticos en personas con estrés postraumático y efectos antitumorales en modelos de cáncer.

4.- ¿Qué avances han realizado en este sentido?

Concretamente, en nuestro laboratorio diseñamos y sintetizamos nuevos compuestos capaces de unirse a los receptores cannabinoides tratando de minimizar algunos de los efectos adversos que provocan los compuestos de la planta Cannabis Sativa. En este sentido, en colaboración con otras instituciones, hemos descubierto recientemente unos nuevos ligandos cannabinoides con efecto antitumoral y sin apenas toxicidad demostrada en modelos celulares y en ratones con cáncer de mama muy agresivo.

5.- Existe controversia respecto a la posible utilización del cannabis con fines terapéuticos, ya que está considerado como una droga de abuso y por tanto, peligrosa para la salud. ¿Resulta complicado realizar investigación en esta área?

Para los que nos dedicamos a la investigación básica no existe una complicación especial derivada del 'controvertido' uso del cannabis. En realidad, las principales dificultades en la investigación con cannabinoides vienen a la hora de dar el salto a la clínica, debido a que sus posibles efectos psicotrópicos dificultan los ensayos en humanos. No obstante, existen numerosas evidencias en modelos animales de los efectos terapéuticos de este tipo de sustancias. Por ello, creo que en un futuro no muy lejano se utilizarán medicamentos basados en cannabinoides para el tratamiento de un amplio espectro de patologías.

Al hablar de marihuana la gente tiende a pensar en sus efectos euforizantes, efectos generados principalmente por el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), uno de los muchos compuestos que se 'fabrican' dentro de la planta. Sin embargo, existen otros muchos compuestos. En la actualidad se están desarrollando ensayos preclínicos con cannabinoides exentos de efectos psicoactivos. Un ejemplo es el cannabidiol (CBD), una sustancia que no genera alteraciones psicotrópicas pero sí efectos beneficiosos en enfermedades como el cáncer o la epilepsia infantil.

6.- Como investigadora de un centro público, ¿Qué medidas se deberían adoptar para retener el talento en España?

La investigación que se desarrolla actualmente en España, teniendo en cuenta los recursos de los que se dispone, es absolutamente excepcional. Aquí hay investigadores incansables realizando jornadas maratonianas, investigadores cuyo único fin es avanzar en lo que a largo plazo serán mejoras en nuestra vida. Para los jóvenes que estamos iniciando nuestras carreras científicas, esto representa un gran ejemplo a seguir. Pero para que todos podamos aunar fuerzas y continuar nuestras líneas de trabajo, se necesitaría un incremento de la inversión pública, fundamentalmente una mayor oferta de becas y contratos en centros de investigación y universidades. También habría que mejorar la difusión de los resultados que se obtienen, con el fin de sensibilizar a la sociedad, así como con la intención de atraer talento y potenciales inversores a nuestro país.

7.- Recientemente ha sido una de las organizadoras de la II Edición de Jóvenes Investigadores de la Sociedad Española de Química Terapéutica (SEQT), en la que han participado más de cien jóvenes investigadores internacionales ¿Cómo surge esta iniciativa y cómo ha sido esta experiencia?

La iniciativa de organizar este simposio surge de un grupo de jóvenes investigadores del Instituto de Química Médica, que pertenecemos a la Sociedad Española de Química Terapéutica (SEQT) y que conocíamos del éxito de experiencias similares en países como Francia o Dinamarca. El año pasado, apoyados por la SEQT, decidimos organizar algo similar en España con el fin de dar voz a gente que, como nosotros, está iniciando su carrera investigadora en el ámbito de la química terapéutica. El objetivo era crear un espacio distendido de intercambio, tanto de resultados científicos como de ideas, donde se pudiesen crear sinergias entre jóvenes investigadores.

La segunda edición de este simposio, que se ha celebrado recientemente en el CSIC, ha sido un éxito, consolidando así este tipo de evento en nuestra área. Como organizadores, nuestra experiencia ha sido muy enriquecedora, ya que el alto volumen de participantes ha generado una atmósfera de discusión y difusión científica que ha sobrepasado nuestras expectativas.

8.- ¿En qué proyectos le gustaría involucrarse más adelante? ¿Qué es lo que más le interesa a medio y largo plazo?

A finales de año me gustaría poder defender mi tesis doctoral y finalizar los proyectos en los que estoy trabajando actualmente en el Instituto de Química Médica. Tras ello, me encantaría ir a trabajar como investigadora postdoctoral a Estados Unidos para aprender nuevas técnicas. Idealmente, me gustaría involucrarme en proyectos de modelización computacional tanto de receptores cannabinoides como de cualquier otra diana terapéutica. A largo plazo, me gustaría regresar al Instituto de Química Médica. Es precisamente aquí donde he podido desarrollarme y aprender a investigar, por lo que creo que sería un lugar ideal para continuar mi carrera científica. Pero en investigación, como en casi todo, hay que ir dando pequeños pasos para obtener grandes avances.



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