El elefante recién cazado |
Un regalo del duque de Alba al Museo Nacional de Ciencias Naturales habría de convertirse en el emblema de la institución.
En una de sus campañas de caza por África el duque de Alba abatió un soberbio ejemplar de elefante macho, cuya piel, bruscamente separada del cuerpo, fue enviada a Madrid. Luis Benedito construyó y modeló, en una de las estufas del Jardín Botánico, el armazón interior al que habría que acoplar la piel africana.
Una vez concluido el trabajo, el animal se asentó sobre una plataforma con ruedas y –arrastrándolo con un tractor- recorrió el Paseo del Prado y la Castellana, hasta llegar a su actual ubicación en el Museo, donde aún puede contemplarse.
Buena parte de este tesoro bibliográfico se conserva en los actuales institutos de investigación hoy integrados en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. |