PATRIMONIO  LUGARES DEL SABER  Hospital de Maudes: historia
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Las enfermedades infecciosas constituían, a finales del siglo XIX, la principal causa de defunción entre la sociedad madrileña; microorganismos como los causantes del sarampión, difteria, gripe, tifus, cólera o tuberculosis gozaban de un excelente medio de cultivo entre las clases sociales más bajas, donde a las insuficientes medidas preventivas de higiene pública se unía un entorno socioeconómico poco propicio para combatir adecuadamente estas afecciones.

El índice de mortalidad en Madrid fue, durante todo el siglo XIX, claramente superior a la media española y estaba muy por encima del correspondiente a las principales capitales europeas; a modo de ejemplo, mientras que para la capital española este índice era, en 1903, de 28,5 por mil, en ciudades como Londres, París o Berlín era del 15,1, 17,5 y 16,5 por mil , respectivamente.



 HOSPITAL DE JORNALEROS 
DE SAN FRANCISCO DE PAULA (1911)


El Madrid de finales del siglo XIX estaba constituido por tres zonas urbanísticas diferenciadas: el casco antiguo, el ensanche y el extrarradio; las viviendas de esta última zona solían ser asentamientos chabolistas, habitados por antiguos jornaleros del campo que acudían a la capital en busca de mejores oportunidades de trabajo.

En estos suburbios, donde malvivían los estratos sociales más deprimidos, se concentraban los mayores índices de mortalidad; la explicación debe buscarse en cuatro hechos claramente diferenciadores: el lugar en el que vivían estas clases obreras, los alimentos que ingerían, el trabajo que realizaban y los medios de los que disponían para mantenerse sanos.

Las viviendas solían tener unas condiciones pésimas de habitabilidad, sin red de alcantarillado ni saneado municipal y, habitualmente, próximas a lugares que aumentaban las condiciones de insalubridad de la zona, como cementerios, hospitales ruinosos y carentes de salas de aislamiento para infecciosos, cárceles, cuarteles, hospicios, casas de maternidad, inclusas, asilos para pobres, industrias contaminantes, cuadras y vaquerías, vertederos, etc. Los alimentos eran caros, con frecuentes adulteraciones en el peso y en mal estado de conservación



PLANTA Y ALZADO DEL EDIFICIO


El trabajo realizado solía ser en entornos, como el de la construcción, que aumentaban notablemente el riesgo de padecer enfermedades infecciosas, debido a la desprotección ante los agentes meteorológicos.Por último, los recursos económicos con los que combatir la muerte apenas existían, una vez que éstos ya habían sido destinados, casi en su totalidad a la alimentación; la Beneficiencia (inclusa, maternidad, asilos de pobres y casas de socorro) resultaba claramente insuficiente para hacer frente a estas necesidades.

Continuación


   

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