En 1927 la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas convoca un Concurso de proyectos para construir el Instituto de Física y Química, costeado por la "International Education Board" de la Fundación Rockefeller.
Se presentan siete proyectos de las jóvenes generaciones de la E.T.S.A.M., siendo premiado el presentado por los arquitectos Manuel Sánchez Arcas y Luis Lacasa Navarro. El edificio resultante se construye en ladrillo visto, con ventanas resueltas con arcos de medio punto. En la fachada principal, marcando el acceso, se organiza un pórtico gigante muy austero que recuerda las soluciones clásicas pero sin ningún historicismo. Es notable la influencia de los edificios de las grandes universidades americanas, se construye como
núcleo aislado según un canon de composición simétrica. Su superficie edificada
es de 1200 m2.
PLANTA DEL EDIFICIO,
DE MANUEL
SÁNCHEZ ARCAS Y LUIS LACASA
El uso del Instituto estaba destinado a laboratorios y locales anejos de Física, locales y laboratorios de Química y servicios generales, entre los que se incluía Sala de Conferencias y Biblioteca.
FACHADA DEL EDIFICIO
|