Concebido como espacio de recreo y descanso, como entorno donde poder expresar sus aficiones más íntimas,
en este Palacio se pusieron en práctica muchas de las ideas humanistas sobre la relación entre hombre y naturaleza, jardinería y urbanismo, espacio natural y artificio.
El Jardín de la Isla fue el primer jardín botánico abierto en España, y su creación está directamente inspirada en los consejos del médico Andrés Laguna, rescatador de Dioscórides y la terapéutica farmacológica clásica.
El Palacio Real de Aranjuez fue proyectado por Juan Bautista de Toledo y continuado,
con posterioridad, por Juan de Herrera y Juan Gómez de Mora. En 1748, un incendio
destruiría el palacio, aunque sería reconstruido en el marco de un
ambicioso proyecto dirigido por el italiano Bonavía.
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