PATRIMONIO  PERSONAJES  Alejandro Malaspina (1754-1809)
 [Imprimir] [Añadir a Favoritos] [Cerrar]
     
  Fuente: http://www.enciclonet.com/  
     
 

Navegante italiano al servicio de la Corona española, nacido en Mulazzo (Liguria) en 1754 y muerto en Pontremoli en 1809. Alejandro Malaspina ocupa un lugar singular en la historia de las exploraciones; dirigió la que fue la última gran expedición científica al Nuevo Mundo antes de la disolución del Imperio. Navegante, científico y filósofo (en su acepción dieciochesca), en Malaspina se funden varios perfiles de viajero y también varias tradiciones de pensar y representar, de observar y comprender el Nuevo Mundo.

Estudió en el Colegio Clementino de Roma y en la Academia y el Observatorio de Cádiz. Cursó Estudios Mayores, circunnavegó el Mundo con la fragata Astrea, en 1787, y participó en varias batallas y en muchas polémicas.

Con las corbetas Descubierta y Atrevida, dirigió la expedición política y científica que lleva su nombre, entre 1789 y 1794.

Durante esos cinco años, estas embarcaciones transportaron a la flor y nata de los mejores astrónomos e hidrógrafos de la Marina española, acompañados también por grandes naturalistas y dibujantes.

En total, había doscientos ocho hombres a bordo de la Descubierta y la Atrevida cuando partieron de Cádiz a finales de julio de 1789.

La Expedición Malaspina (1789-1794) no fue sólo el viaje de un hombre, sino una operación de magnitudes enciclopédicas e imperiales. El proyecto nació como una combinación de intereses. No es despreciable el factor de emulación a los franceses y, sobre todo, a los ingleses, los grandes rivales en todo el orbe y especialmente en el Mar del Sur, el antiguo "lago español".

Sin embargo, también hay que subrayar que España aún poseía el mayor dominio colonial del planeta; es decir, la Monarquía tenía sobrados motivos para fletar una expedición destinada a investigar e inventariar los recursos naturales y sociales de sus posesiones.

Quizás la aportación más original de esta expedición a la historia de la expansión europea y los descubrimientos, sea la propia naturaleza de la investigación desarrollada por Alejandro Malaspina a lo largo del viaje.

Capaz de reunir los trabajos de sus subordinados y exhumando materiales de los principales archivos y fondos de la América española, Malaspina trazó una visión completa de la Monarquía en sus diarios y escritos; es decir, aspiró a levantar un cuadro razonado y coherente de todo el Imperio, donde tuvieron cabida los distintos aspectos parciales de la realidad americana, desde la minería y las virtudes medicinales de las plantas hasta la cultura, y desde la repoblación de la Patagonia hasta el comercio filipino.

La experiencia descubridora y científica de tres siglos de conocimiento del Nuevo Mundo, la tradición hispana de relaciones geográficas y cuestionarios de Indias, encuentran así un justo colofón en el Siglo de las Luces. Y lo hacen bajo una fórmula característica del período, pues, imbuido del credo cientifista y naturalista de la Ilustración, lo que hizo Malaspina en realidad fue componer una verdadera física de la Monarquía.

Al igual que Newton había desentrañado los misterios del universo sometiéndolo a un conjunto de leyes, a esos principios sencillos y uniformes que explican toda la multiplicidad de fuerzas y movimientos, Malaspina encaró su investigación de la Monarquía con semejante propósito.

Malaspina presentó en la Corte los resultados científicos del viaje y también un informe político confidencial, favorable a la concesión de una amplia autonomía a las colonias americanas. Con varios de sus colaboradores, entre ellos Bauzá, se dedicó a preparar la edición de una gran obra que expusiera los frutos de la expedición. En mayo de 1795 fue ascendido a brigadier de la armada. Su influencia política era cada vez mayor, lo que alarmó a Manuel Godoy, quien lo implicó en una intriga y consiguió que fuera juzgado por conspiración.

En abril de 1796 fue destituido de todos sus empleos y grados y condenado a diez años de prisión en el castillo de San Antón, en La Coruña. Un año más tarde, la pena de prisión le fue conmutada por la de destierro a las posesiones de su familia en Italia, donde murió.

Para saber más