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Mineralogista y químico español,
Director de Minas en España y América, nacido
en Logroño, el 11 de octubre en 1755 y fallecido en
Madrid, el 6 de febrero de 1833. Estudió Química
en París, desde 1772 a 1777, con Hilaire-Marin Rouelle.
Cuando la Real Sociedad Vascongada decidió establecer
cátedras de Química, Metalurgia y Mineralogía
en Vergara, la primera cátedra fue ocupada por Joseph
Louis Proust y, luego, por François Chabaneau, ambos
discípulos de Rouelle, mientras que Elhuyar se preparaba
para ejercer la de Mineralogía.
Designado para esta cátedra en 1778, no la ocupó
hasta 1781, después de tres años de estudio
con Abraham Werner en Freiberg. Elhuyar se hizo cargo de la
enseñanza de la Mineralogía en la Real Escuela
Metalúrgica -absorbida el año siguiente por
el Seminario Patriótico de Vergara-, pero dimitió
del cargo en 1785 debido al escaso interés de los estudiantes.
Durante este período, ayudó a su hermano Juan
José en los experimentos que condujeron al aislamiento
del tungsteno (Wolframio) y trabajó con Chabaneau en
el platino.
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En 1785, Born anuncia un nuevo método
de amalgamación de la plata; Elhuyar parte hacia una
segunda misión en Alemania, con el fin de estudiar
esta innovación, llevando con él al joven Andrés
Manuel del Río. De nuevo en Freiberg, realizó
experiencias sobre la amalgamación (1787-1788), cuyos
resultados se publicaron en España y Alemania en una
serie de «Disertaciones metalúrgicas».
Otras experiencias le condujeron a la descripción del
ácido cloroargéntico y de los efectos de la
luz sobre él.
En 1786 Elhuyar fue nombrado director general
del Cuerpo de Minería en Nueva España. Sus primeros
esfuerzos en México se encaminaron a determinar la
eficacia del método de amalgamiento de Born. Elhuyar
comprobó que este método coincidía, esencialmente,
con la «amalgamación en caliente» descrita
por Alvaro Alonso Barba en el libro III del Arte de los metales,
aunque aligerado de su contexto alquímico. A partir
de una serie de experiencias, realizadas en Sombrerete y Guanajuato
entre 1790 y 1791, Elhuyar y Frederick Sonneschmidt determinaron
que el proceso de patio era el más adecuado para la
producción de plata en México, teniendo en cuenta
el bajo costo de la mano de obra.
Elhuyar trató de aplicar algunas nuevas
técnicas europeas en México, como las bombas
hidráulicas de tipo húngaro para el drenaje
de las minas pero, en líneas generales, sus esfuerzos
para mejorar la producción minera por medio de la innovación
tecnológica no tuvieron éxito; como mucho, Elhuyar
y Sonneschmidt ayudarían a comprender a los azogueros,
que dirigían el proceso de patio, las reacciones químicas
que tenían lugar durante estos procesos.
El mayor logro de Elhuyar fue la creación
del Real Seminario de Minería de Nueva España,
fundado en 1792 y estructurado de acuerdo con la Escuela de
Minería de Freiberg; el plan de estudios que estableció
concedía una gran importancia a la preparación
científica en matemáticas, química y
física experimental. Revisó cuidadosamente el
texto de física de Joseph Sigaud de Lafond, con el
fin de confeccionar una lista de las instrumentos necesarios
en experimentación elemental; estos instrumentos fueron
encargados a Londres y otros se obtuvieron a través
de Alexander von Humboldt. Encargó también cincuenta
juegos de los aparatos básicos, de forma que cada alumno
dispusiera de uno, y algunos ejemplares del Compendio de matemáticas
de Benito Bails, para el curso de matemáticas elementales.
Continuó escribiendo, desde tierras
mexicanas, tratados prácticos y descriptivos relativos
a problemas de mineralogía y metalurgia, aunque nunca
llegaría a familiarizarse con la sociedad criolla.
Regresó a Madrid en 1821, donde actuó como director
general de minas a partir de 1822. El 14 septiembre del mismo
año se le solicita informe sobre las minas de Almadén,
Guadalcanal y Riotinto. Dos años después, en
abril de 1824, es nombrado individuo de la Junta de Fomento
de la Riqueza del Reino, a la que se debe la Ley de Minería
de 1825.
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