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Químico francés nacido en Angers,
en 1754, y muerto en la misma localidad en 1826. Hijo de boticario,
estudió en el Colegio de los Oratorianos al tiempo
que realizaba las prácticas de farmacia en la oficina
de su padre. Abandonó su ciudad natal hacia 1774 para
continuar sus estudios en París, lo que hizo junto
a Hilaire-Martín Rouelle; trabó amistad con
Lavoisier. En 1776 ganó la oposición a primer
farmacéutico en el hospital de la Salpétrière,
puesto desde el que publicó sus primeros trabajos.
Al año siguiente, cuando sólo contaba con 24
años de edad, fue contratado por el Real Seminario
Patriótico de Vergara para impartir la enseñanza
de la química; iniciada ésta en 1778, sólo
dio un curso completo (1779-1780). La incomprensión
de la élite local le llevó de vuelta a París,
en junio de 1780.
En 1786 Proust fue contratado, de nuevo, para
enseñar química en España, en esta ocasión
por acción directa del gobierno de Madrid y oída
la recomendación de Lavoisier.
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Tras una breve estancia en Madrid, se hizo
cargo de la enseñanza en el Real Colegio de Artillería
de Segovia donde, además de impartir un curso de química
y metalurgia de cuatro meses de duración, desempeñó
numerosas comisiones en fábricas y minas.
Su estancia en Segovia se prolongó
hasta 1799, fecha en la que se trasladó a Madrid para
hacerse cargo del laboratorio de química, producto
de la fusión de los que, sostenidos por los Ministerios
de Estado y Hacienda, habían dirigido, respectivamente,
Pedro Gutiérrez Bueno y Francisco Chavaneau. En la
notificación del ministerio se encomendaba a Clavijo
que, de acuerdo con Proust, "proponga el plan bajo que
deba gobernarse y rendir las utilidades que hasta ahora no
han dado". En 1799, Proust participó en la redacción
de los Anales de Ciencias Naturales, junto a Cristiano Herrgen,
Domingo Fernández y Antonio José Cavanilles,
una de las primeras revistas españolas de talante exclusivamente
científico y principal soporte con el que contó
la excelencia científica en la España tardo-ilustrada.
A finales de 1806 volvió a Francia
por motivos familiares y los acontecimientos políticos
impidieron su retorno. Se estableció en Craon y, en
1820, Louis XVIII le concedió una pensión.
Proust descubrió el azúcar de
uva casi a la vez que Löwitz en 1799, mientras estaba
en Madrid, aunque su mayor contribución al desarrollo
de la química fue la formulación de la ley de
las proporciones constantes, según la cual un compuesto
químico presenta proporciones constantes de sus elementos
componentes. Esta teoría se opuso, en su día,
a la tesis de Berthollet, quien afirmaba que un compuesto
químico podía poseer muy variadas composiciones
químicas. Proust demostró que los compuestos
tratados por Berthollet eran, en realidad, mezclas químicas
y no compuestos; por ello, a estos compuestos se les denominó
bertólidos. Esta teoría, junto con el resto
de trabajos de Lavoisier, sirvió de referencia a John
Dalton para la formulación de su teoría atómica.
Entre sus obras destacan: Investigaciones
sobre el Azul de Prusia (1794-98), Sobre los sulfuros metálicos
(1801), Indagaciones sobre el estañado del cobre, la
vajilla de estaño y el vidriado (1803), Compendio de
diferentes observaciones de Química (1806), Mémoire
sur le sucre des raisins (1808), Recueil des mémoires
relatifs à la poudre à canou (1815) y Essai
sur une des causes qui peuvent amener la formation du calcul
(1824), aparte de numerosos artículos y memorias publicados
en revistas especializadas de la época.
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saber más
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