|
Como Se Elaboraba La Cal
Todos los hornos reconocidos en la zona se parecen, son tipo cuba:
cilíndricos o ahusados, y están excavados en el suelo para evitar pérdidas de calor (Fig.-6). Tienen 3
ó 4 m de profundidad y 2 ó 3 m de diámetro. Su construcción se realizaba por lo general empleando
mampuestos de rocas metamórficas de las proximidades y se recubrían internamente con arcillas, debido
a su carácter refractario. En la parte inferior presentan una puerta (Fig.-7). |
Fig.-6.-Horno de cal de casas del Vétago. |
Fig.-7.-Puerta de acceso a la plaza en una calera de casas del Vétago. |
| |
Para aportar el calor necesario en la calcinación se empleaba cualquier tipo de
combustible, tal como leña fina, jaras, matojos, etc. En los últimos tiempos se pasó al carbón. Esa
operación duraba unos tres días o más y los caleros debían vigilar de forma continua el proceso.
Transcurrido este tiempo se enfriaba el horno durante otros tres o cuatro días. | |
A continuación los caleros “desarmaban el horno”: Los trozos pétreos de la parte
superior, denominados “la croqueta”, se tiraban y el resto se descargaba, durante dos días,
descartándose para la obtención de cal la piedra mal cocida. | |
La piedra bien cocida se transportaba en bruto a sus mercados. | |
Junto a algunos hornos aparecen molinos tipo atahonas, que eran movidos por
caballerías, tal y como hemos observado en Jarabeltrán, Valdemorillo (Figs.-8 y 9). | |
Fig.-8.-Piedra de molino, Jarabeltrán. |
Fig.-9.-Piedra de molino y edificio para albergar la molienda, Jarabeltrán. |