Se corresponden con la denominada Piedra de Redueña, que ha sido explotada en diferentes zonas de la Comunidad de Madrid, como Guadalix de la Sierra, el Molar, Venturada o Torrelaguna. Estas rocas también se han extraído en canteras localizadas fuera de la Comunidad de Madrid, recibiendo la denominación genérica de Piedra de Tamajón (Guadalajara). Algunos de los frentes de explotación se conservan desde antaño, manteniendo las huellas dejadas por los antiguos canteros para la extracción de los sillares y bloques.

Existen diferentes niveles desde donde se han extraído estas rocas. Las más utilizadas corresponden a dolomías de tonos crema, aunque también las hay de tonos blancos y rojizos, clasificadas como dolomicritas. Estos materiales suelen contener geodas, que son oquedades tapizadas por cristales, en este caso de calcita.

La piedra del Terciario es una caliza de buena calidad que presenta tonos desde blancos a grisáceos. Petrográficamente se clasifica como una biomicrita de charáceas. Son abundantes las canteras en las que se explotó este recurso, si bien las de mayor prestigio están en Colmenar de Oreja, de ahí que en general esta caliza sea referida como Piedra de Colmenar. Aquí, la explotación se realizaba por cámaras y pilares (minería subterránea) hasta principios del siglo XX. Otras canteras donde esta caliza ha sido extraída se localizan en Campo Real, Pozuelo del Rey, Anchuelo o Valverde de Alcalá. Estas calizas corresponden a las denominadas Calizas del Páramo (Unidad Superior de la Cuenca Terciaria de Madrid). También se han explotado otros niveles de calizas y dolomías, que se localizan debajo de las anteriores y que geológicamente están en la Unidad Intermedia de la Cuenca Terciaria de Madrid.