¿Empezó todo, hermano, al final o al principio?

[…]

¡Cómo se hizo a la vida el peral trasplantado!
Audaz la savia trepó por sus sentidos
¡Cómo clamó la luz al laborioso cielo de las fotosíntesis!

¡Y cómo fue durando a través del invierno!

Podas le malhirieron normas de candelabro artificiosas como galgas
forzaban su figura hacia un gusto francés
Le salieron varices arterias de ciudades

Desde el remoto reino de la fruticultura mil audaces calígrafos
le tuvieron pendiente de un peral no visible
ideado muy lejos
Bocas que se hacían agua con la clara fonética de la palabra pera
La idea le azuzó la querencia la imagen de un peral no sensible
Y se tramó un relato de la tierra esponjosa unida al cepellón fertilizada leve
apocada lentamente que a su vez se rehacía para llenar del todo la
identidad apremiante de miles de raíces
como sílabas nuevas

¡Oh tiranía del cierzo!

A través de la abstracta justicia del sol y las heladas reconoció
su imagen su sabor su ternura una acidez ligera
como un súbito asombro
el tacto un poco áspero de su piel moteada

¡Cómo se hizo a la vida el peral trasplantado desde el confín tardígrado del primitivo injerto!
¡Y cómo aprendió el braille de un futuro invidente
la invisible fortuna del encaminamiento
de la física-química hacia la nueva pera!