Cuando recuerdo esa carta de Plinio Sobre la vida cotidiana de un hombre de letras En la época de Trajano -masseuses de Diversos colores antes del desayuno, todas Ellas versadas en los poetas griegos, Discursos filosóficos en el baño, sones de Flauta y matemáticas con la comida, Pavos asados para cenar y luego ménades Diversas o bien astronomía, según el Talante y el tiempo-, soy presa del asombro. Aquí estoy yo, pobre, orgulloso y Hogareño, manejando mi máquina de escribir, Y por la ventana de mi biblioteca Veo regresar del instituto, lujuriantes en Extremo y sacudidas por risitas Esotéricas, a las distantes hijas de mis vecinos. |
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