Ciencia y Cultura


 Lucrecio
(Roma)

VELOCIDAD DE LOS ÁTOMOS
Ahora qué velocidad se les ha otorgado a los cuerpos de la
materia, de lo que sigue, Memmio, puedes conocer en pocas
palabras. En primer lugar cuando la aurora inunda las tierras con
su nueva luz y los variopintos pájaros, volando por apartados
bosques, a través del suave aire llenan los lugares con sus
límpidos trinos, cuán súbitamente suele el sol al nacer en tal
momento envolverlo todo bañándolo con su luz vemos que es
para todos claro y manifiesto. Pero este calor que emite el sol y
esta luz serena no discurren por el espacio vacío; por ello
marchar con más lentitud le es forzoso mientras hiende, por así
decir, las ondas del aire. Y no por separado cada uno de los
corpúsculos del calor discurre, sino enlazados entre sí y
aglomerados; por esta razón a un mismo tiempo se retienen
entre sí y son obstaculizados desde el exterior, de modo que son
forzados a marchar con más lentitud.

Pero los elementos primeros, que son de una sólida simplicidad,
cuando discurren por el espacio vacío y ninguna cosa los retarda
desde fuera y, siendo ellos mismos con sus partes una unidad,
se encaminan sólo al lugar al que comenzaron dirigiéndose,
deben sin duda destacar por su velocidad, moverse mucho más
deprisa que la luz del sol y recorrer una extensión de espacio
mucho mayor en el mismo tiempo en el que los rayos del sol
inundan el cielo.

...ni escudriñar por separado cada uno de los elementos
primeros para ver de qué manera se produce cada cosa.
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