Ahora qué velocidad se les ha otorgado a los cuerpos de la materia, de lo que sigue, Memmio, puedes conocer en pocas palabras. En primer lugar cuando la aurora inunda las tierras con su nueva luz y los variopintos pájaros, volando por apartados bosques, a través del suave aire llenan los lugares con sus límpidos trinos, cuán súbitamente suele el sol al nacer en tal momento envolverlo todo bañándolo con su luz vemos que es para todos claro y manifiesto. Pero este calor que emite el sol y esta luz serena no discurren por el espacio vacío; por ello marchar con más lentitud le es forzoso mientras hiende, por así decir, las ondas del aire. Y no por separado cada uno de los corpúsculos del calor discurre, sino enlazados entre sí y aglomerados; por esta razón a un mismo tiempo se retienen entre sí y son obstaculizados desde el exterior, de modo que son forzados a marchar con más lentitud.
Pero los elementos primeros, que son de una sólida simplicidad, cuando discurren por el espacio vacío y ninguna cosa los retarda desde fuera y, siendo ellos mismos con sus partes una unidad, se encaminan sólo al lugar al que comenzaron dirigiéndose, deben sin duda destacar por su velocidad, moverse mucho más deprisa que la luz del sol y recorrer una extensión de espacio mucho mayor en el mismo tiempo en el que los rayos del sol inundan el cielo.
...ni escudriñar por separado cada uno de los elementos primeros para ver de qué manera se produce cada cosa. |
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