Cuando la línea nace apenas es un punto que a este mundo viniera con vocación de mundo.
Con vocación de mundo, quiero decir: de vida. Gestándose en sí mismo, el punto se hace línea.
El punto se hace línea y no acervo de puntos. Por no ser masa informe, a línea es masa-surco.
La línea es masa-surco que en la tierra se alinea para que en su oquedad se vierta la semilla.
Se vierta la semilla del quehacer más puro: aquel que del hombre hace muchedumbre de muchos.
Muchedumbre de muchos que -las manos unidas- fueran igual que un río de vocación política.
De vocación política que es vocación de juntos moviéndose. la línea no es agua estanca, es curso.
No es agua estanca, es curso creador de energía. Cuando el hombre se mueve lo mismo es que la línea.
Lo mismo que la línea que es sucesión de puntos unidos y ordenados para ser todos y uno. |
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