¡Basta ya de tono cordial, coloquial, humano! Mallarmé es demasiado cálido. Así, leyendo a Mikel Lasa, pensaba en la conveniencia de aplicar a la Poesía lo que nos enseña la Mecánica Cuántica.
COMPAÑERO Mikel Lasa, no canto una canción indiferente y triste; canto como los astros neutramente: Objetiva y bellamente. Y hay por eso en mis versos como en otros campos, pequeños cuerpos lanzados a enormes velocidades, invariables pese a todo, felizmente calculables, concentrados en el centro de sus cargas puntualmente intemporales, materiales e invisibles, irreales, racionales. Canto casi tan veloz como la luz, insensible a lo que nos parece doloroso a otros ritmos. Canto tan ferozmente, por físico y sencillo, que quizás esté encontrando la belleza completa. Poesía sin amor, absoluta y absuelta del hombre y sus sentires de pequeña frecuencia. Poesía del Cosmos; no lágrimas, estrellas. Lejos del hombre, muy lejos; en la altura del sistema. |
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