(Los Alef de Georg Cantor)
No sino sombra son que se conjuga, engranajes de sombra de lo no comprensible, grietas de sombra densas, desgajadas de las manos de un dios como migajas.
Pies de lo intransitable, luz de lo nunca diáfano, agua de sombra de la insaciable sed de trascendencia.
Casi sois nuestros, peces abisales, y hasta la infinidad seremos vuestros.
Donde la nada toca a Dios. |
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