Insuficientemente dotados para cosmonautas elegimos el duro tobogán de las humanidades saber el mal de cada siglo, a veces emborrachamos en honor de Amenofis, y otras del desangelado Diógenes, Catulo, el Arcipreste, el colectivo autor del Roman de Renart o Villon tan ahorcado y algo cabreado por las risas de los incipientes burgueses de París placeres prohibidos a los cosmonautas, así tampoco entramos en el juego del hierro y el carbón el acero del acero el tornillo, del tornillo el planeta, del planeta el cielo
y Dios hace las maletas sin que nadie se angustie sólo Graham-un compañero humanista algo filibustero-lamenta en la BBC la extinción de toda fuente literaria es cierto los humanistas a la vieja usanza quedaremos un tanto al margen del humanismo de la automoción y las sopas preparadas ¿pero quiénes salvarán las industrias del etil y de las gorras militares, si en el perfecto mundo del futuro exdetodo y filonada, no reivindicáramos el White Horse a voz en grito y sacáramos nuestra amarilla lengua al paso de los cosmonautas? |
|