Ciencia y Cultura


LA IDEOLOGÍA DE LAS IMÁGENES

 

Patologías de la Imagen. Gubern, Román.  Anagrama, Colección Argumentos. Barcelona 2004, 359 páginas.


Una cala rigurosa en la iconosfera


 
 

Fue Manuel Vázquez Montalbán, poco tiempo después de publicar su famoso "Informe sobre la Información", quien me habló por primera vez de Román Gubern, entonces recién regresado a Barcelona después de su estancia en Estados Unidos. Poco después se incorporaba al cuerpo docente de la Facultad de Ciencias la Comunicación de la UAB, era a principios de los años 70. Desde entonces el autor mantiene una constante y fructífera producción científica actualizada con la reciente publicación de Patologías de la Imagen.

Refiriéndonos únicamente a aquellos libros que tienen una relación más directa con este último libro podemos recordar una larga serie de títulos del mismo autor: El lenguaje de los comics (1972), Mensajes icónicos en la cultura de masas (1974), La censura: función política y ordenamiento jurídico bajo el franquismo (1936-1975), El simio informatizado (1987), La mirada opulenta. Exploración de la iconosfera contemporánea (1987), La imagen pornográfica y otras perversiones ópticas (1989), Del bisonte a la realidad virtual, la escena y el laberinto (1996) y El eros electrónico (2000).

La obra de Gubern ofrece múltiples claves para la lectura e interpretación de las imágenes y, más concretamente, múltiples claves para la interpretación de lo que ocultan, o se ocultan en las imágenes. Por esto la obra de Gubern es una permanente búsqueda de liberación de los códigos y de las prácticas sociales de la lectura, pero también una denuncia de las múltiples manipulaciones, especialmente de la censura que sería la máxima expresión de violación de la relación entre la comunicación y sus lectores.

La obra de Gubern en su conjunto y específicamente Patologías de la Imagen, centra su atención en la mirada hacia lo oculto (prohibido) y lo ocultado (censura), poniendo al descubierto la intolerancia y, al mismo tiempo, reivindicando la necesidad de liberarse de las cadenas simbólicas impuestas por códigos consolidados por la tradición, de una tradición que con frecuencia llega a imponerse como forma inmaterial de autoridad.

El principal objeto del nuevo libro, cuyo título más técnico o académico podría ser "examen de algunas sociopatologías de las imágenes figurativas", son las imágenes conflictivas y/o ofensivas (página 13), espacios de confrontación entre los símbolos y las ideologías.

Patologías de la imagen es sin duda un libro de madurez del autor que demuestra una gran erudición, no sólo por sus amplias referencias, ya conocidas, a la historia de la comunicación (del cine y de la fotografía), sino también por sus referencias a la historia del arte, a la historia de las ideas y de la filosofía.

Por otra parte el tema estudiado exige un difícil enfoque de carácter multidisciplinar (semiótico, psicológico, perceptivo, cultural, incluso político) sólo asumible desde la amplia experiencia investigadora del autor.

Mas allá del análisis de las imágenes mediáticas convencionales, (la fotografía y el cine), Patologías de la Imagen incide en el análisis de los diversas formas simbólicas de nuestra sociedad, especialmente en el arte, analizando fenómenos como lo que se denomina "translatio ad prototypum" (cuando se besa la foto de la amada), o temas como el análisis de la capacidad emocional, "turbadora" de las imágenes, la identificación de su falsedad y verosimilitud, aplicadas a una gran diversidad de formas de la simbología.

Una constante en la obra de Gubern es la consideración del lenguaje de la imagen en el contexto más general de la comunicación humana. ¿Qué tiene de especial, de propio, de de selectivo, el lenguaje icónico? La comunicación visual -advierte Gubern- con su atención y percepción muy selectivas, es más rápida, compleja y sutil que el lenguaje hablado, por que ha evolucionado a lo largo de millones de años, asociada a las necesidades de supervivencia" (Página 15). Las imágenes permiten "objetivar", expresar, imaginar la subjetividad humana.

Para la realización de este estudio Gubern elige tres grandes tópicos o temas de la representación social: la sexualidad, la religión y la política, en sus múltiples interferencias.

La sexualidad es protagonista principal del libro. Se demuestra como la actual interpretación de las imágenes eróticas y pornográficas en los mass media hunde sus raíces en la interpretación de la representación del sexo en la historia del arte. "Imagen y sexualidad" constituye sin duda uno de los capítulos más interesantes del libro, interpretando la evolución histórica de la reproducción del desnudo, su apogeo en el barroco y su expresión actual en la fotografía.

Un segundo referente fundamental del libro es el uso de la imagen en la representación de la vivencia y en la catequesis religiosa (Capítulo IV, "Embrollos cristianos"). El uso y las funciones de la imagen en las religiones, especialmente en el caso del catolicismo, son objeto de análisis pormenorizado. También en este caso el análisis hunde sus raíces en la tradición histórica de "la regulación", con casos tan relevantes como las disposiciones del concilio de Trento sobre las imágenes, o su importancia en el debate de la reforma.

El tercer referente es la política (Capítulo VI, "imágenes militantes"), con análisis detallados del uso de la imagen por las grandes dictaduras del siglo XX, el nazismo y el comunismo soviético, verdaderas "patologías de la imagen", creando sus propias estéticas totalitarias.

Se analizan algunos casos paradigmáticos de falsificación, no solamente por copia del original, o por falsificación de la firma, sino por verdaderas manipulaciones de las imágenes, como el dibujo de la boda de Franco que aparece tan alto como Carmen Polo, o la desaparición de Nicoláiv Ezhov de la fotografía junto a Stalin una vez caído en desgracia.

Estas patologías no son, en modo alguno, algo del pasado, sino que configuran la realidad comunicativa y cultural presente. El libro de Gubern termina con una referencia a los videojuegos, como ejemplo del actual espacio lúdico conflictivo de nuestro tiempo. Para sus detractores estos artilugios fomentan el autismo electrónico, para sus defensores desarrollan la actividad sensorial motriz del niño. En cualquier caso representan un nuevo escenario de la controversia de la imagen.

Esperemos que en el futuro Román Gubern nos siga aportando claves para interpretar "la acelerada densificación de nuestra iconosfera, poblada por numerosos dialectos figurativos y con un nuevo utillaje de cámaras digitales capaces de crear nuevos universos imaginarios".

Miquel de Moragas Spa
Director del Instituto de la Comunicación
Universidad Autónoma de Barcelona