La exposición "Luz de gas. La noche y sus fantasmas en la Pintura Española 1880-1930", abierta en Madrid desde el 11 de noviembre de 2005 hasta el 15 de enero de 2006, corresponde al programa desarrollado en los últimos años por la Fundación Cultura Mapfre Vida con el que se desea presentar al público muestras temáticas a través de la actividad artística. En esta ocasión se aborda, a través de la pintura, el tema de la noche y su transformación social, tanto en el ámbito doméstico como en el urbano, debido al proceso de modernización que introdujo en un primer momento el gas y posteriormente la electricidad. El resultado ha sido una atractiva selección de cuadros que se han organizado en función de tres temas principales: la luz crepuscular que nos abre una ventana al paisaje; la luz en la ciudad que ilumina la vida vespertina de los hogares y a la vez revitaliza la callejera actividad urbana y lo que podríamos denominar las candilejas, se nos introduce en los espectáculos y el ocio de la sociedad moderna; y, finalmente, también está presente la relación con la muerte, relación que, con lirismo, ha sido definido como la noche del alma.

Uno de los grandes méritos de la exposición ha sido el esfuerzo de reunir en una misma sala más de ochenta obras de colecciones públicas y privadas entre las cuales cabe destacar, aparte de las obras de Picasso, la relevante presencia de Darío de Regoyos, Hermen Anglada-Camarasa, Santiago Rusiñol, Joaquín Sorolla, Ramón Casas, Ricard Urgell, Isidro Nonell, Gutierrez Solana, etc. Es importante subrayar cómo a través de esta exposición se comprueba una vez más que en esa, cada vez más valorada, época de fin de siglo la modernidad llegó a España, entre otros caminos, por el interés que demostraron los propios artistas por abrirse al mundo y conocer otras ciudades: así junto a la visión de Castilla o la Gran Vía madrileña podemos viajar en el tiempo y en el espacio a París o Nueva York.

Con motivo de la exposición se ha publicado un catálogo con excelentes reproducciones y dos textos debidos a los comisarios: Pablo Jiménez Burillo escribe sobre la noche y sus fantasmas, mientras Lily Litvak se refiere a la noche iluminada, desde la luz de gas a la electricidad. Esta misma autora es la responsable de una curiosa antología donde, a través de breves fragmentos de Ángel Ganivet, Santiago Rusiñol, Pío Baroja, Benito Pérez Galdós, Ramón del Valle Inclán, Vicente Blasco Ibáñez, Azorín, Ortega y Gasset y Fernando Fernán Gómez, se pretende mostrar la fecundidad de los temas de la noche con una intención interdisciplinaria en la que también encuentran sitio la poesía de los hermanos Machado y la de Federico García Lorca. Por su parte Joseph Casamartina i Parassols nos invita a un paseo por el crepúsculo catalán al que, metafóricamente, pone música Tomás Marco con otro texto.

En suma, como dice el presidente de la fundación, "la muestra permite un recorrido por una visión original del arte español, ofreciendo cuadros poco mostrados y un conjunto general en el que se encuentran los grandes maestros españoles del momento".