Ciencia y Cultura


DE LA HISTORIA DE LA CIENCIA

 

El canon científico. Sánchez Ron, J. M.  Editorial Crítica- Fundación Iberdrola. Barcelona, 2005. 340 páginas.


Divulgar la Ciencia


 
 

Este libro ha sido escrito con el objeto de presentar la publicación en castellano de una colección de clásicos científicos y tecnológicos de todas las épocas y lugares, pero además, tiene una segunda lectura, la de un recorrido a lo largo de la historia de la ciencia realizado a través de "grandes figuras" y sus teorías, con la magnífica idea de utilizar los propios textos científicos para explicar la historia de la ciencia. La elección de los libros que compone la colección, y por lo tanto, el hilo argumental de este primer volumen de introducción, se ha hecho de acuerdo con el que el autor considera "obras y científicos que incluyo en canónicos, es decir, en autoridades de nuestra cultura", partiendo de la loable premisa que los científicos y sus escritos merecen, y deben, ser conocidos por el gran público, al igual que lo son las obras maestras de la literatura y que forman una parte fundamental de nuestra cultura. Para ello realiza un notable esfuerzo por acercar al lector los clásicos científicos y tecnológicos, ya que está escrito en un tono de alta divulgación que hace accesible temas difíciles a los profanos y que, a mi parecer, es uno de los grandes logros del libro. También hay un acertado uso de citas textuales a historiadores y filósofos que se han ocupado y estudiado los autores analizados, lo que permite su conocimiento y la divulgación de estas obras, al igual que las ediciones en castellano de los "clásicos científicos".

No obstante, y a partir de estas premisas e intereses, no debe resultar extraño al lector encontrar cierto etnocentrismo, puesto que el autor parte de la idea de que "en la historia universal, a la civilización griega le sucedió el Imperio romano", y todos los autores y obras citados pertenecen a la ciencia desarrollada a partir del mundo europeo, por lo que los desarrollos científicos de otras culturas no son reflejados en absoluto. Sin embargo, aunque no hay que discutir en una reseña como esta algo tan subjetivo como lo que sobra o lo que falta en una selección de grandes textos científicos de la historia, creo que los escogidos por el autor sirven perfectamente para realizar su propósito, trazar una particular historia de la ciencia europea a través de los grandes textos y, a partir de ello, mostrar a los no especialistas los grandes temas y problemas de la historia de la ciencia actual.

No obstante creo que si es pertinente hacer la pregunta de ¿dónde están los autores que realizaron sus aportaciones científicas durante la Edad Media europea? ya que personalmente no comparto los argumentos del autor para justificar la ausencia, en una obra como esta de los textos y escritos científicos de un periodo tan dilatado como el que va desde el final del Imperio romano hasta 1543. Aparte de la ciencia islámica a la que se alude de pasada, en la sociedad europea occidental también se produjeron obras científicas fundamentales para el desarrollo posterior del conocimiento, pero, sobre todo, ¿como se puede obviar en un libro titulado "el canon científico" algo que cambió la mentalidad científica europea como fue el Descubrimiento de América, y todos los precedentes científicos y tecnológicos que permitieron la llegada de los europeos a un nuevo continentes y, más aún, el impacto que supuso para la ciencia europea, en especial en la cosmografía y la botánica, el descubrimiento de las nuevas tierras?

Quizás esta ausencia sea atribuible al estilo utilizado, donde se narran directamente al lector las preferencias del autor, así, Newton es considerado como el "grande entre los grandes", de una categoría a la que sólo pertenecen Darwin y Einstein. Desde lo que es la ciencia en la actualidad, quizás se pueda sostener esta afirmación, pero para mi gusto falta algo de la consideración y fama de cada uno de estos científicos en la sociedad y en el momento histórico en el que realizaron su trabajo, el impacto que tuvieron sus teorías y su forma de hacer ciencia para sus contemporáneos, quizás así, los grandes podrían ser otros.

Este es uno de los problemas de la historia de la ciencia de las grandes figuras, ya que se olvida algo tan importante como el trasfondo social de la ciencia. Sin duda es una forma de acercar al público el pasado de la ciencia pero no se debe olvidar que no son héroes aislados, sino producto de una sociedad, política científica e instituciones que son la que hacen posible en cada momento dado las "formas de hacer ciencia". Por ello, de cada científico, el autor aporta datos biográficos, su contribución y porqué lo considera importante, y las circunstancias en las que desarrolló su trabajo, haciendo énfasis en cosas tan fundamentales para la adecuada comprensión de la ciencia en la historia como las circunstancias institucionales en la que los autores desarrollaron su obra, el mecenazgo o la aparición de las universidades y las primera instituciones científicas. Más aún, cuando el autor se adentra en el siglo XIX, se abordan más específicamente algunos de estos elementos tan importantes, al decir que fue en este siglo cuando se produjo algo de tanta importancia para el desarrollo posterior como fue la institucionalización y la profesionalización de la ciencia o que al artículo desplazó, a lo largo del siglo XIX al libro como medio de comunicación entre científicos. Más adelante, le dedica el capítulo 24 a este fenómeno en el siglo XX titulándolo "la era del artículo científico y el ocaso del libro".

Todo ello demuestra como se pueden tratar estos temas en un libro centrado en las "grandes figuras" y sus textos "canónicos". Por último, cabe señalar que se introducen temas como la importancia de la terminología científica y su historia, tan trascendentales para la comprensión no solo de la del pasado, sino de la ciencia actual, cuando se ocupa de la terminología botánica y Linneo o la química y Lavoisier. Por último, me gustaría señalar que aunque es muy difícil contentar a todo el mundo con una selección, siempre faltan cosas, creo que hay un sesgo excesivamente físico-matemático en la extensión dada a las biografías de los autores y a los fragmentos reproducidos de sus obras, y creo que disciplinas como la historia natural, incluso la ilustrada están algo maltratadas, pero, en cualquier caso el libro resulta enormemente atractivo y útil para obtener una visión amplia de la historia de la ciencia.

María Luz López Terrada
Instituto de Historia de la Ciencia y
Documentación López Piñero
(Universitat de València-CSIC)