"...Dadme las naves y adaptadme las velas al viento celeste; habrá gente que no tendrá miedo ni siquiera de cara a aquella inmensidad. Y para estos descendientes que ya dentro de muy poco se aventurarán por estos caminos preparemos, oh Galileo, yo una astronomía lunar y tú una joviana". Kepler a Galileo en "Dissertatio cum Nuncio Sidereo".

Esos descendientes ya están aquí. Se atreven a penetrar en los mares obscuros de los que hablaba Kepler, más allá de la esfera sublunar. También hay quien se atreve con misterios más cercanos, desvelando ignorancias creadas por nosotros mismos. Y las desvelan en libros que marcan un antes y un después.

¿Cómo evitar el uso de superlativos? Grande es la obra: en tamaño y en contenido. Estoy hablando de "Talento y Poder", un estudio sobre las relaciones entre Galileo Galilei y la jerarquía eclesiástica, obra de Antonio Beltrán Marí.

He de confesar que desde hace mucho tiempo un libro no me quita el sueño, sea éste novela o ensayo. Cuando era joven me quedaba hasta altas horas de la noche leyendo, no podía dejar mi libro si éste me cautivaba, lo que solía pasar con frecuencia. Hace mucho tiempo que no me ocurría algo así. Hasta que ha llegado a mis manos este excelente trabajo. Durante los pasados días, durante su lectura, me he tenido que forzar a dejar el volumen a un lado a una hora prudencial.

El libro se lee con gran facilidad. Incluso podría catalogarse como novela histórica por la fluidez narrativa y la trama argumental. Está escrito en un castellano ágil y elegante, algo siempre que se agradece. Sin embargo, el volumen de información es inmenso; el análisis de los distintos eventos, detallado y agudo. Rigor y amenidad, al menos desde mi punto de vista, que soy un lego en la historia del llamado caso Galileo y sus denuncias en varias ocasiones ante la Inquisición romana y condena final por ésta en 1633.

Como astrofísico de profesión y amante de la historia por vocación, siempre pensé que conocía la historia de Galileo y la prohibición de su libro "Diálogo sobre los dos grandes sistemas del mundo", donde exponía de manera contundente, a pesar de las limitaciones impuestas por el papa Urbano VIII, la superioridad de la teoría copernicana que situaba al Sol en el centro del universo (y por tanto forzando el movimiento de la Tierra, algo que chocaba directamente con el concepto de verdad literal de la Biblia) frente a la visión geocéntrica y geoestacionaria de Ptolomeo. Sin embargo, "Talento y Poder" me ha revelado una gran cantidad de hechos relacionados con todo el proceso. Desde los antecedentes prácticamente un siglo antes (con el desarrollo de la teoría heliocéntrica por parte de Nicolás Copérnico hasta su accidentada publicación en 1543), pasando por los métodos procesales de la Inquisición, que se soslayaron o incluso contravinieron en el caso Galileo, hasta el papel de la política internacional, la lucha contra el protestantismo y el enfrentamiento entre España y Francia que forzó en la variación de política de Urbano VIII, lo que bien pudo influir en su cambio de opinión, tan drástico, respecto a la obra de Galileo. Y llegando hasta la revisión del caso por una comisión de expertos a partir de 1979 por indicación de Juan Pablo II. Beltrán nos muestra las múltiples tergiversaciones de inquisidores e historiadores, que llegan hasta el fraude y la manipulación descarada de evidencias.

De esta gran obra me gustaría resaltar varios aspectos que se detallan con gran acierto. En primer lugar está lo extraordinario de los procesos contra Galileo, tanto el de 1616 como el de 1633. Galileo era uno de los científicos más conocidos de Europa a raíz de la publicación de Sidereus Nuncius en 1610, tal vez el de mayor notoriedad. Persona celebrada en los ambientes culturales y políticos de Florencia y Roma, los procedimientos judiciales no cumplieron la normativa inquisitorial en numerosos momentos; y existen más que fundadas sospechas de que factores políticos estuvieron presentes a diferentes niveles. En cualquier caso, como ya se ha dicho, las pruebas aducidas por la acusación, que incluyen varios documentos contradictorios y un fraude, están lejos de demostrar la culpabilidad de Galileo. Él solo recibió una admonición, una amonestación, por parte del cardenal Bellarmino, y no un precepto o un mandato formal por parte del inquisidor. Ante el cardenal, Galileo se comprometió a tratar la teoría heliocéntrica como hipótesis; la supuesta prohibición fue un fraude para salvar el papel posterior de Urbano VIII en la génesis del Diálogo. De cualquier modo, casi diría que la discusión sobre precepto o admonición solo tiene importancia formal. Recordemos, una vez más, que la Tierra se mueve...

Otro aspecto muy importante es la lucha entre los diversos estamentos, en una confrontación fluida donde los aliados cambian de campo según la evolución política. Dentro de la iglesia, con confrontaciones entre Dominicos, Carmelitas y Jesuitas. En la intelectualidad, incluidas las universidades (con una soterrada lucha para conseguir puestos dentro del profesorado para los aliados, lo que nos suena muy familiar) y el Colegio Romano de los Jesuitas. O los partidarios de Galileo dentro de Italia y fuera, incluyendo la ilustre Academia Lincea, tan relevante en la publicación y divulgación de las obras de Galileo. Todo expuesto sobre el tapiz de las luchas por la hegemonía entre Francia, España, y el Papado, o por la mera supervivencia como es el caso de la República de Venecia o el Gran Ducado de la Toscana.

Finalmente, realzar lo prolijo de la descripción del proceso de gestación y publicación del "Diálogo sobre los dos grandes sistemas del mundo", con la intervención directa de Urbano VIII, y la autorización de censores y de la Inquisición, que no deja dudas respecto a la honestidad de Galileo y proyecta negras sombras sobre la actuación de la jerarquía eclesiástica.

Recomiendo verdaderamente el libro para aquéllos que no tengan prejuicios y quieran acercarse a una de las figuras claves en el desarrollo científico moderno, a la historia de sus descubrimientos, el precio que tuvo que pagar por los mismos y el impacto que tuvieron en el mundo en el que vivía.