El libro que nos presenta José Enrique Campillo Álvarez se podría definir como un paseo muy agradable, a lo largo de la historia de la evolución del hombre; lo hace con una maestría descriptiva, clara y sencilla, pero sin perder el rigor científico que este tipo de libros requiere, va más allá se la divulgación científica y aborda con inteligencia los problemas derivadas de nuestros estilos de vida, sobre todo de nuestra alimentación que está muy lejos de ser la ideal para nuestra forma de vida.

En el libro podemos encontrar también sencillez y familiaridad a la hora de hablarnos de nuestros antepasados, a lo largo del libro nos iremos familiarizando con Lucy (Australopithecus afarensis) o el Homo ergaster y el Homo sapiens sapiens, todos ellos se convertirán en parte de nuestra familia, ya que con una gran destreza, el autor nos hace ver que tenemos mucho en común con ellos.

Pero la obra va mucho más allá: si realmente nuestros genes se asemejan más de lo que podríamos pensar, y éstos guardan una relación directa con el requerimiento de alimento y nutrientes, parece lógico pensar que nuestra forma de alimentarnos tendría que semejarse a la de ellos, pero con lo matices pertinentes, ya que no tenemos que movernos en busca de comida, y nuestra actividad física es más sedentaria de lo que debería ser. La recomendación final sobre la alimentación ideal es realmente original, debería ser, según el autor, un cincuenta por ciento de la del Artipithecus ramidus, un treinta por ciento del Australopithecus afarensis, y dieciocho por ciento del Homo ergaster y un dos por ciento del Homo sapiens sapiens.

Esta recomendación nos la hace después de analizar las principales características de cada uno de nuestros antepasados, sus dietas, sus estilos de vida, y sus movimientos y dificultades en la vida, con todo esto, e insisto, con el conocimiento actual de genoma, se extrapolan sus vivencias, los hallazgos científicos, y las reflexiones de los investigadores para poder establecer nuestra similitudes y diferencias con nuestros antepasados.

Como indica el propio autor no se trata de un libro de medicina, pero sí que trata con una gran inteligencia los principales problemas médicos de nuestros días, describe el síndrome metabólico y hace un análisis de la importancia que siempre han tenido la insulinorresistencia y la leptinorresistencia, y nos muestra cómo desde hace millones de años han estado presentes en nosotros. Desde ese análisis nos lleva a una valoración de la importancia que tienen ambas situaciones, la insulinorresistencia y la leptinorresistencia, en nuestros días. Estas situaciones las relaciona de forma clara con nuestra alimentación y le permite al autor hacer una reflexiones inteligentes sobre lo que deberían ser las principales medidas preventivas para evitar esas situaciones y evitar en la medida de lo posible la aparición del asociado Síndrome metabólico.

Finalmente, creo que está obra ofrece las cualidades que requiere todo libro de estas características, está bien documentado ya que nos ofrece una revisión bibliográfica amplia e interesante; la lectura es clara, el estilo es adecuado y estimula a la lectura, es decir no podemos dejar de leerlo hasta el final, ¿que más le podemos pedir?. Tal vez que prepare otra obra más que leeremos con mucho gusto.