Ciencia y Cultura


UN INFORME SUGESTIVO

 

La ciberadministración española en la sociedad de la información: retos y perspectivas. Pinto Molina, María y Gómez Camarero, Carmen.  Ediciones TREA. 2004, 261 pág.


El funcionamiento informático de la Administración española


 
 

El trabajo de las dos autoras, publicado en la colección "Biblioteconomía y Administración Cultural" con ayuda de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, supone un interesante esfuerzo de sistematización de los diferentes elementos a conocer para quienes se interesen por la llamada Administración electrónica en España. No desaprovecharán su tiempo en su lectura los gestores de la Administración e interesados en general en el apasionante reto de la mejora de los servicios públicos a través de las nuevas tecnologías.

Si bien con altibajos (de las cuatro partes de las que consta el libro la segunda, "El nuevo paradigma de la Administración pública", sobra casi en su totalidad- salvo su capítulo 4 realmente interesante-) una gran variedad de posibles lectores encontrará información útil sobre los indicadores, las iniciativas públicas más importantes, el contexto europeo y los diferentes elementos a tener en cuenta a la hora de analizar la incorporación de las Administraciones Públicas españolas a la sociedad de la información.

Sin duda alguna, las Administraciones Públicas, por el volumen de información que manejan, por su papel regulador, por su gran capacidad de compra y por su directísimo impacto en la vida de los ciudadanos, son una agente fundamental en la extensión y desarrollo de la sociedad de la información.

Una observación, de las muchas y perspicaces que jalonan la amena exposición para un tema tan especializado, quiero destacar: "la disponibilidad de los servicios españoles en línea se sitúa ligeramente por encima de la media europea (58% frente a 55%)...", sin embargo en cuanto al nivel de prestación de los mismos "sólo el 17% frente al 27% en Europa usan los servicios de carácter interactivo" pág. 185. Es decir, la Administración ha corrido más que sus ciudadanos. El reto ahora, como bien apuntan las autoras, no es tanto crear mas servicios como crear valor para los usuarios en los que ya existen.

Por la vocación de acercamiento general al complejo fenómeno de la administración electrónica que tiene el trabajo de Pinto y Gómez, no busque el lector una comparación que merezca la pena (fuera de referencias generales) entre las administraciones declaradas de vanguardia en el mundo con la española ni un análisis metódico ni completo de la fase en la que están las Administraciones públicas españolas de entre las cuatro que definen la evolución hacia la Administración electrónica: sitio Web -> Portal -> Ventanilla única -> Administración electrónica (pág. 201).

Como anteriormente avanzábamos, el libro se divide en cuatro partes.

En la Primera, "La Administración Pública en el marco de la Sociedad de la Información" (págs. 17 a 65), tras una introducción que debería reducirse por tratar temas ya muy sabidos, se analizan, con una capacidad de síntesis muy de agradecer, las experiencias "e-Europa" y los diversos planes lanzados desde la AGE para el desarrollo de la Sociedad de la Información". El tema con ello queda perfectamente enfocado.

En la segunda parte (págs. 69 a 138) como ya comentábamos, el capítulo 3 "La cultura organizativa en la Administración pública" tiene menor interés para el tema que tratamos, que el capítulo 4 "De la burocracia a la infocracia. Las nuevas prácticas de la información" realmente interesante.

La tercera parte (págs. 139 a 174) gustará sobre todo a quienes se acerquen a esta obra con la vocación documentalista y analiza en profundidad todos los aspectos de definición, diseño, difusión, conservación y recuperación de los diversos tipos de documentos electrónicos administrativos estudiados.

La cuarta parte finalmente (págs. 175 a 261) y como ya ocurriera en la segunda, presenta un capítulo 6 bastante centrado en el tema principal de la obra "La ciberadministración al servicio del ciudadano" y un capítulo 7 más general dedicado a los sistemas de información administrativa que sólo en algunos aspectos merece formar parte de la obra comentada.

Se echan de menos algunas reflexiones quizás mas propias de la experiencia directa que no da el trabajo universitario: la "falla generacional" en el dominio de las nuevas tecnologías por la gran mayoría de los altos cargos de las Administraciones Públicas, escasos usuarios ellos mismos de las tecnologías que deben ayudar a extender; el comentario de un elemento muy importante que ni se menciona (los registros telemáticos, implantados en varios ministerios y cuyas órdenes de creación se publican en el BOE) o un mayor desarrollo de los problemas legales de la tramitación administrativa electrónica a los que se alude pero que no se concretan ni analizan.

Aunque obviamente es imposible analizar todos los proyectos importantes que lleva acabo la Administración, sería útil haber mencionado dos que me parecen emblemáticos: el proyecto CIRCE, de la Dirección General de la PYME de creación de empresas, www.circe.es/portal (con vinculación de diferentes administraciones, notarías y registros mercantiles a la hora de crear mediante procedimientos telemáticos una nueva sociedad de responsabilidad limitada), o el portal de Turespaña www.spain.info/Tourspain/?language=es, o la ingente tramitación telemática que suponen desde hace años las ayudas para los proyectos de I+D. Igualmente deberían las autoras comentar las experiencias seguidas en el antiguo ministerio de Economía y ahora en el de Industria, Turismo y Comercio de reparto a todos los funcionarios de tarjetas de identificación digital para la tramitación de los procedimientos internos.

En resumen, y prescindiendo de algunas expresiones que llevarían de nuevo a la tumba a Lázaro Carreter si levantara la cabeza ("reingenierizar" pág. 129, "mapear" pág. 131, "tipologización" pág. 144, o de algunas invenciones quizás exóticas en el mundo del derecho ("derecho al asesoramiento" pág. 133) el libro que analizamos, que concluye con una muy apreciable bibliografía, representa una buena ayuda para acercarse al concepto y a la situación de la administración electrónica en España.

Luis Cueto Álvarez de Sotomayor
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio