Durante los últimos años de la década de los ochenta y la primera mitad de los noventa se sentaron los principios básicos de la biología de la conservación. Además de elevar esta nueva disciplina al rango académico que los tiempos exigían, los textos de Soulé, Primack, Freedman y tantos otros reunieron un conocimiento que hasta entonces había permanecido disperso, lo ordenaron y sistematizaron, y extrajeron de él conclusiones y reglas generales. El marco global de análisis y de acción quedaba, de este modo nítidamente definido. El siguiente paso natural en el desarrollo de la disciplina consistía en aplicar el conocimiento ya ordenado a situaciones concretas, ahondar en las líneas maestras dibujadas y comenzar a identificar las inevitables desviaciones de los principios generales que acababan de ser establecidos.

Esta segunda etapa se inició en Estados Unidos y en el norte de Europa hace ya años; la bibliografía anglosajona ha proliferado en estudios que bebían de las fuentes antes mencionadas y que abordaban con minuciosidad los problemas y situaciones de interés local. De un modo nada sorprendente, en el sur de Europa -y en particular en lengua española- el proceso se inició con innegable pereza pese a que, afortunadamente, se han producido singulares y bienvenidas excepciones. Ha sido en una época muy reciente cuando el escenario en la región se ha despertado y ha comenzado a abordarse la conservación medioambiental desde una óptica comprensiva e interdisciplinar. Aún así, las contribuciones -por notables que hayan sido- han permanecido dispersas en revistas especializadas o en obras sectoriales. Este libro rompe con energía la tendencia y, como ya avanza el título, agrupa en un único volumen los principales retos medioambientales a los que se enfrenta la conservación de la biodiversidad en España.

Se trata de una obra que es a la vez síntesis y punto de partida. A pesar de que no existen secciones formalmente establecidas, los 17 capítulos que componen el libro se estructuran de manera natural en cuatro grandes bloques. En el primero, de carácter introductorio, se describe el marco general en el que se desenvuelve la crisis de la biodiversidad. En el segundo se abordan casos emblemáticos de nuestra fauna, como son el águila imperial, el lince, la avutarda o el quebrantahuesos. En el tercero se tratan aspectos generales de la conservación o problemas no circunscritos a especies concretas, como son la extinción de los anfibios, el impacto -positivo y negativo- de la biotecnología y de los transgénicos en la biodiversidad, la gestión de las especies cinegéticas y de las que se hallan en riesgo de extinción, o la lucha contra la contaminación. Finalmente, existe un cuatro bloque en el que se establece el marco general en el que se articula la biodiversidad hoy existente en nuestra región: su riqueza, trayectoria histórica y la naturaleza de los impactos antropogénicos que la deterioran.

La calidad técnica de los distintos capítulos resulta difícil de criticar. Han sido todos escritos por especialistas de reconocida solvencia en el campo que abordan, y no parecen existir solapamientos o lagunas significativas en sus contenidos. Esto denota, además, una cuidada labor editorial. Como especialista en temas marinos, únicamente lamento la pobre representación que tienen los problemas que afectan la biodiversidad de nuestros mares, si bien esto es sin duda un reflejo del retraso que la conservación de la biodiversidad marina lleva en relación a la del medio terrestre.

Este libro contradice el viejo dicho de que la acción está reñida con la reflexión. No dudo en recomendarlo. Por un lado, es un excelente manual para el estudiante que desea aproximarse a la realidad de la conservación en España. Por otro, es una obra no menos preciada para el especialista, que encontrará en sus páginas desde el conocimiento detallado de casos y problemas concretos hasta el marco general en el que ordenar los conocimientos que integran la movediza disciplina de la conservación.