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Responsables:
Santiago Clúa Nieto
M.ª José Jiménez Castroviejo
Sofía Vélez Martín
Fuente: VI Feria Madrid por la Ciencia
Dirigido a: Segundo ciclo de ESO y Bachillerato
Materiales
- Ventosas de solador o cristalero (en ferreterías y centros de bricolaje)
- Lata de refresco
- Pinzas de freír o de barbacoa
- Mechero de laboratorio
- Huevo duro
- Matraz
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Separar dos ventosas
es una versión sencilla
del famoso experimento
de Otto von Guerike |
Introducción
Presentamos tres experimentos sencillos que ponen de manifiesto la magnitud de la presión
atmosférica.
Desarrollo
Experimento 1
La presión atmosférica se puede percibir muy bien uniendo dos
ventosas de cristalero o de solador (incluso dos ventosas normales)
e intentando separarlas tirando de ellas. Mientras haya
aire entre las ventosas, la presión exterior hacia dentro y la interior
hacia fuera se compensan, y se separan sin dificultad,
pero si hacemos el vacío entre ellas, no hay presión en el interior
que compense la presión atmosférica, y entonces es necesario
aplicar una fuerza realmente grande para separarlas.
Experimento 2
- Toma una lata de refresco vacía y limpia con unas pinzas grandes
- Calienta en ella unos 5 mL de agua hasta que salga vapor
- Introdúcela sin que se enfríe boca abajo en un barreño con agua
¡Verás que se abolla con gran estruendo!
Con el calor, el aire se dilata y sale de la lata. Al enfriar, el aire y el vapor de agua del interior
se contraen, y disminuye la presión en el interior, la presión atmosférica del exterior
aplasta la lata (no da tiempo a que el agua entre y ocupe el espacio del aire).
Experimento 3
Pon a hervir un poco de agua en un matraz tapado con un huevo duro. Al salir el vapor, el
huevo empezará a dar saltitos. Retira el matraz del fuego y déjalo enfriar. Verás que el huevo
se introduce solo en el matraz. La explicación es semejante a la de la experiencia anterior.
Ahora la presión atmosférica del exterior empuja el huevo dentro del matraz cuando
disminuye la presión en el interior.
La primera opción para sacar el huevo es coger el matraz con las pinzas e inclinarlo hasta
que el huevo quede encajado en el cuello del matraz. Calienta ahora el matraz por la panza.
Con ello, la presión del aire que hay en el interior se hace mayor que la atmosférica y el
huevo es expulsado. La otra forma es esperar a que se enfríe bien y escurrirle todo el agua.
Con el matraz puesto verticalmente boca abajo y el huevo tapando el cuello por dentro, introduce
con tu boca aire en el matraz con toda la presión que puedas. Retira rápidamente la
boca. Como la presión en el interior es mayor que la atmosférica, el huevo será expulsado.
Experimento de Otto
von Guerike
¿Que hizo el visitante?
Algunos visitantes se dejaron sus fuerzas intentando separar las ventosas: ¡una pareja de
chicos las consiguió separar! La experiencia de la lata la realizaba íntegramente el visitante,
que normalmente se llevaba un gran susto, sobre todo el que no esperaba que la lata se
abollara con semejante estruendo.
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