El físico Daniel Bernoulli descubrió que si un gas aumenta su velocidad, la presión que ejerce disminuye, creando un empuje que mantiene en el aire un objeto volador (principio de sustentación).

Comenzamos la demostración observando qué sucede si soplamos por encima del borde de un folio. Los visitantes, sorprendidos, comprueban cómo asciende la hoja de papel. Lo mismo sucede cuando soplamos entre dos globos hinchados; vemos cómo, en vez de separarse, como podríamos esperar, se aproximan. El aire al moverse a más velocidad ejerce menos presión, con lo que la presión ejercida por el aire quieto que rodea al globo gana, y hace que se acerquen los dos globos. Este principio se aplica en el diseño de las alas de los aviones, y nosotros lo reproducimos en un bastidor con un ala de papel y dos alambres que lo sujetan. Dos secadores provocan el aire en movimiento que hace que el ala se desplace rápidamente hacia arriba.

Ala Bernoulli. Cogemos la hoja y hacemos un doblez, de manera que una parte sea más larga que la otra. Se juntan los dos bordes de la hoja y se pegan. Se realizan dos agujeros por los que pasa una pajita y un alambre que se enrolla en el bastidor. El aire del secador provocará que el ala se mueva hacia arriba.