En esta etapa del itinerario debes haberte familiarizado con los conceptos básicos y comunes a la hora de transformar una idea en un proyecto empresarial.
A modo de resumen, te presentamos los aspectos más importantes a tener en cuenta:
- La iniciativa debe tener una razón de ser, una misión, una estrategia, unos objetivos y unas tácticas y políticas de actuación asociadas.
- La adecuada descripción de la misión ayudará a centrar la actividad y determinará la planificación posterior.
- La estrategia define el cómo voy a conseguir mis objetivos y define caminos posibles.
- El concepto de creación de valor debe impregnar toda la actividad empresarial.
- El empresario es un gestor del cambio, el cuál es permanente.
- La idea de negocio se relacionará necesariamente con un hueco o nicho de mercado claramente identificado.
- La innovación debe estar muy explícita para diferenciarnos en el mercado, pero no necesariamente debe ser sólo por la tecnología.
- Siempre habrá competidores, si no los hay, aparecerán.
- La aceptación del mercado es determinante.
- El emprendedor materializa la idea previa para que el producto derivado satisfaga al mercado.