Descripción de la actividad Cuando Sinusert se disponía a adentrarse en la pirámide de Keops una voz le saco de su perplejidad, uno de los fellah del faraón se dirigía a él para retarle a una nueva prueba:
“El faraón desea conocer con exactitud la altura de su pirámide y no sabe como hacerlo. ¡Tú debes satisfacer los deseos del faraón sino quieres que se enoje! Si lo consigues podrás acceder al interior de esta magnífica pirámide para descubrir su gran secreto.”
Sinusert medita profundamente como superar este reto. Ante él se eleva un monumento con dimensiones que sobrepasa todo lo imaginable, la inexistencia de recursos de medida le obliga a medir con la mente lo que sus manos no pueden.
Sinusert mira una y otra vez a la pirámide y se da cuenta de que debe encontrar un aliado de la talla de su adversario. Mientras piensa camina a un lado y a otro de la pirámide y nota que le sigue una inseparable compañera: su sombra.
Entonces, levanta su mirada y mientras el sol lanzaba sus rayos, exclama: ¡ Ya he encontrad |