La actividad consiste en experimentar la disminución de un sentido o carencia física. Los participantes evolucionarán por las distintas estaciones, llevando una cartulina blanca donde apuntarán en las estaciones en las que han estado. El “niño/a-profesor/a” guiará y explicará las actividades a realizar en cada estación y hará una señal con el color correspondiente de cada estación. 1ª estación: Baloncesto adaptado. Se experimenta la dificultad del bote de balón sentado en una silla. Luego intentarán hacer canasta desde un punto determinado, pero siempre desde la posición de sentado. 2ª estación: Sin manos. Tienen que ejecutar diferentes acciones con las manos en la espalda y sin poder valerse de ellas (escribir su nombre en un papel, dibujar una figura determinada, etc.). 3ª estación: Se les ofrecen tres opciones: “Ojos que no ven, “Mensajes mudos” o “Leer los labios”. 5ª estación: “Un objeto diferente”. Capaces de jugar

El visitante es el protagonista absoluto de la actividad. Por tanto, la metodología será lo más activa y participativa posible para asegurar que el público visitante experimenten las sensaciones que tienen personas con carencias y cómo pueden superarlas. Al evolucionar libremente los participantes tendrán en cuenta las limitaciones que el material impone. Existirá limitación del tiempo, aunque se insistirá en la necesidad de que han de experimentar de todo, por lo que se han de organizar bien el tiempo disponible. El “niño/a-profesor/a” será el dinamizador de la actividad guiando, explicando y colaborando en todo momento con el participante.