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La sociedad del conocimiento y su impacto en la empresa: medición y gestión de los intangibles
Cristina Chaminade
Proyecto Meritum
IADE- UAM
En este artículo, los autores presentan los objetivos y contenidos
del proyecto de investigación “MERITUM”. Dicho proyecto pretende
analizar los distintos modelos de medición de intangibles empleados
por las empresas y los impactos que los mismos tienen en los mercados
financieros. Se trata de una investigación internacional financiada
por la Comisión Europea a través del IV Programa Marco
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1. LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO:
Nadie pone en duda que estamos caminando a pasos agigantados a una nueva sociedad, caracterizada por un cambio en la importancia atribuida a los factores de producción.
En la llamada era agrícola, los principales factores de producción eran la mano de obra y la tierra. Con la revolución industrial, se produce el primer cambio significativo en el peso de los distintos factores de producción: el capital pasa a ser uno de los elementos indispensables en el nuevo proceso productivo, mientras que la tierra pierde paulatinamente importancia. La sociedad del conocimiento, supone un nuevo cambio en la composición de los factores; el conocimiento se convierte, sin duda, en el factor productivo fundamental, seguido, aunque a cierta distancia, por el capital y la mano de obra.
La sociedad del conocimiento se caracteriza por:
a) Su constante cambio y evolución
b) El conocimiento es el recurso clave en la actividad económica
c) Las inversiones en recursos humanos, tecnología, I+D, publicidad,
etc, son fundamentales para mantener la competitividad
d) Y finalmente, es intensiva en tecnología.
El cambio hacia la sociedad del conocimiento queda patente en multitud de elementos que nos rodean. Pensemos por ejemplo, en la lata de Coca-cola. No hace demasiado tiempo, los envases eran de vidrio pesado, difícilmente almacenables y apilables. Sin cambiar el contenido, hemos pasado a envases mucho más ligeros, las latas, reciclables y además fácilmente apilables, lo que se traduce en importantes ahorros de espacio para almacenamiento. Otro ejemplo claro son los ordenadores. Hace apenas una década, los ordenadores eran unos ingenios de considerable tamaño y escasa capacidad si los comparamos con los actuales. Hoy es posible encontrar ordenadores portátiles con un peso ínfimo y con las mismas prestaciones que un ordenador de sobremesa, en términos de capacidad y velocidad. Finalmente, los alimentos también han cambiado radicalmente. Los avances realizados en el ámbito científico, permiten la existencia de variedades más resistentes, siendo incluso posible cultivar sin tierra. Es decir, ya no es tan importante el recurso humano o el capital, sino el conocimiento.
En el ámbito de la empresa, todo este nuevo contexto se traduce en nuevos retos para la contabilidad. En primer lugar, puesto que la gran mayoría de estos nuevos activos que crean valor no están reflejados en los Estados financieros y, en segundo lugar, puesto que como consecuencia de lo primero, los estados financieros están perdiendo utilidad como reflejo del potencial de beneficios futuros de la empresa.
2. PROYECTO “MERITUM”:
En este contexto surge el proyecto MERITUM, cuyo principal objetivo es el análisis de cómo las empresas están midiendo los intangibles y cuál es el impacto de los intangibles en los mercados financieros.
MERITUM es el acrónimo en inglés de Measuring Intangibles to
Understand and Improve Innovation Management (Medición de los
intangibles para comprender y mejorar la gestión de la innovación).
Se trata de un proyecto de investigación financiado por la Comisión
Europea en el IV Programa Marco, que inició su andadura en Noviembre
de 1998. Los países integrantes son España, como coordinador, Finlandia,
Francia, Dinamarca, Noruega y Suecia.
Los objetivos del proyecto son cuatro:
a) Llegar a una definición consensuada de qué se entiende por intangibles y a una clasificación única que fuese significativa en términos teóricos pero que, al mismo tiempo, sea operativa para las empresas.
b) Analizar las mejores prácticas en Europa en la medición y gestión de los intangibles.
c) Estudiar el impacto de los intangibles en los mercados de capitales.
d) Establecer un conjunto de directrices que permitieran a las empresas medir y difundir información sobre intangibles.
Estos cuatro objetivos se traducen en cuatro actividades fundamentales:
a) Clasificación de intangibles
b) Estudios de caso para la medición y gestión
c) Estudio del mercado de capitales
d) Elaboración de directrices
El principal resultado de la actividad 1, fue una definición de lo que se entendía por intangibles. En general, se habla de recursos intangibles e inversiones o actividades intangibles. Cuando nos referimos a recursos intangibles, estamos pensando en términos de stock, es decir, considerando la vertiente estática. Son todos aquellos intangibles que pueden medirse en un momento determinado, como por ejemplo, los derechos de propiedad intelectual o las capacidades de los recursos humanos. Por el contrario, hablamos de actividades o inversiones intangibles, en términos dinámicos, como el conjunto de actividades que la empresa emprende con el objeto de aumentar, adquirir, medir o controlar los recursos intangibles existentes en la empresa. Por ejemplo, la formación.
Tanto los recursos como las actividades intangibles pueden clasificarse
en tres categorías: capital humano, capital estructural y capital
relacional. Por Capital humano se entiende el conjunto de
habilidades y conocimiento que el trabajador posee y que, en términos
familiares, se lleva consigo al término de la jornada laboral. Por
Capital estructural, por el contrario, entendemos el conocimiento
que permanece en la empresa al término de la jornada laboral, por
ejemplo el clima de trabajo, la cultura o la estrategia. Finalmente
por Capital relacional se entiende el conjunto de relaciones
externas de la empresa, tanto con clientes y proveedores como con
otros agentes como pueden ser las universidades, la administración,
etc.
3. EL PROCESO DE MEDICIÓN Y GESTIÓN DE LOS INTANGIBLES EN LAS EMPRESAS EUROPEAS:
Cuando comenzamos a analizar cómo las empresas europeas estaban midiendo y gestionando los intangibles, lo primero que observamos es que:
1. Las empresas no estaban interesadas en medir todos los intangibles, sino sólo aquellos que pudieran ser gestionados. Es decir, se estaba partiendo de la utilización de la información sobre intangibles para uso interno, es decir, de gestión.
2. En segundo lugar, y como consecuencia de lo primero, sólo estaban interesadas en medir aquellos intangibles que estuvieran, de alguna forma, relacionado con sus procesos de creación de valor.
Al analizar el proceso de implantación de un sistema para la medición y gestión de los intangibles, nos dimos cuenta de que casi todas las empresas estaban siguiendo un patrón común, en tres etapas. En primer lugar, la identificación de aquellos intangibles más relacionados con su proceso de creación de valor, en segundo lugar, la medición de los activos intangibles identificados y, finalmente, la gestión de dichos activos.
El proceso de identificación tiene su punto de partida en los objetivos
estratégicos. Una vez que la empresa ha identificado sus objetivos
estratégicos, comienza a preguntarse qué habilidades debe desarrollar
o aumentar con el objeto de poder alcanzar los objetivos estratégicos
planteados. Estas habilidades se han denominado intangibles críticos.
A partir de entonces la empresa se plantea qué recursos intangibles
son necesarios para poder desarrollar esas habilidades y, al mismo
tiempo, que actividades son necesarias desarrollar en el seno de
la empresa, con el objetivo de aumentar o adquirir los recursos
intangibles necesarios.
Es importante resaltar, que la propia identificación se constituye en un proceso de aprendizaje. El ser conscientes de lo que se tiene y de aquello de lo que se carece, en numerosas ocasiones, se traduce en cambios en los objetivos estratégicos planteados.
Los resultados del proceso de identificación son diferentes entre empresas. No sólo la composición de los distintos recursos y actividades intangibles relacionados con los objetivos estratégicos es diferente, sino que también lo es el peso atribuido a cada uno de ellos. Por lo tanto, no se puede hablar de un único sistema de intangibles aplicable a todas las empresas, sino de sistemas específicos que además, irán cambiando en el tiempo a medida que los objetivos estratégicos también lo hagan.
4. CONCLUSIONES:
La nueva economía exige nuevas formas de medición de los activos de la empresa, en la medida en que los beneficios futuros descansan más en los activos intangibles que en los activos tangibles tradicionales.
Por ello, las empresas europeas están empezando a medir y gestionar sus intangibles, pero no todos. Sus esfuerzos se están centrando en aquellos intangibles que, por una parte, estén relacionados con la creación de valor y, por otra, que puedan ser gestionados.
Así, las empresas están siguiendo un modelo en tres etapas: Identificación,
medición y control, que está siendo aplicado con éxito en empresas
de 6 países europeos, con unos beneficios claros en términos de
mejora de la gestión interna y de la información facilitada a terceros,
en la medida en que parte de los indicadores elaborados para uso
interno están siendo difundidos en el exterior.
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Capital humano se entiende el conjunto de habilidades y conocimiento que el trabajador posee y que, en términos familiares, se lleva consigo al término de la jornada laboral. Por Capital estructural, por el contrario, entendemos el conocimiento que permanece en la empresa al término de la jornada laboral, por ejemplo el clima de trabajo, la cultura o la estrategia. Finalmente por Capital relacional se entiende el conjunto de relaciones externas de la empresa, tanto con clientes y proveedores como con otros agentes como pueden ser las universidades, la administración, etc.
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